El etiquetado

 

¿Adónde conduce esa puerta?

En los menús tenemos que designar mediante una etiqueta cada una de las opciones. La etiqueta debe informar al usuario del contenido que va a obtener si pulsa esa opción. Elegir una etiqueta que sea entendida por cualquier usuario es mucho más difícil de lo que parece. Los usuarios son muy diversos entre sí en su experiencia, formación y hábitos, por lo que algunas palabras o gráficos serán perfectamente entendibles para unos y completamente incomprensibles para otros.

Debemos tener un cuidado especial con la tentación de usar nuestro propio vocabulario. Todos solemos utilizar en nuestro trabajo cotidiano muchas palabras que en nuestro entorno quedan perfectamente definidas pero que para un visitante esporádico pueden resultar ambiguas.

 

Una palabra vale más de mil imágenes

Este problema se agrava mucho más cuando queremos utilizar imágenes como etiquetas. La razón es estética, claro. Una imagen puede ser mucho más bonita que un texto... pero también suele ser mucho más oscura.

Hay algunos iconos que son muy habituales y por tanto pueden ser reconocidos por cualquier usuario de Internet. Pero los realmente estándar son muy pocos. Casi los podemos enumerar todos:

Pero no hay muchos más iconos-etiqueta universales en Internet.

La solución que combina la estética con la claridad es convertir un texto en una imagen. Son esas etiquetas formadas por palabras introducidas en un botón coloreado de mil formas diversas. O poner una imagen que acompañe y complemente el texto enriqueciendo el sentido.