CIENTÍFICO - TEÓRICO - ESTADÍSTICO - COMERCIAL JURÍDICO - SOCIOLÓGICO
 
RECOPILADO POR EL PROFESOR MANUEL SERRA MORET

 

T

 

TE

Arbusto originario de las regiones montañosas de China y de la India, con cuyas hojas secas y preparadas se hace una infusión que también se llama te y que se usa en todo el mundo. En Australia se consumen cerca de 7 libras de te por habitante al año; en Gran Bretaña, 6,4; en la Argentina, 0.6 libras. Los principales países productores son la India con 160.000 toneladas; Ceilán, 80.000; Indias orientales holandesas, 50.000; China, 30.000 y el Japón, 10.000. Gran Bretaña importa 180.000 toneladas cada año; los Estados Unidos, 45.000; Canadá, 18.000, Australia, 17.000; Holanda, 15.000; Unión Sudafricana, 4.000; Nueva Zelanda, 4.000 y la Argentina 2.000, por valor de unos 4.500.000 pesos.

 

TECNOCRACIA

En los años de depresión económica, 1932 y 1933, en los Estados Unidos, bajo la dirección de Howard Scott, un nutrido grupo de economistas, arquitectos e ingenieros industriales constituyeron una organización para el estudio de los recursos físicos de los Estados Unidos, con el título de Energy Survey of North America. Se llamaban a sí mismos tecnócratas, y sin que llegasen a formular plan alguno, consideraron que el sistema de precios era lo único que se oponía a la utilización del inmenso poder que las invenciones y los descubrimientos de los últimos años habían puesto a la disposición de los hombres. Sus conclusiones básicas fueron que el uso de las máquinas y de la energía inanimada acrecentaban rápidamente la producción, pero al mismo también requerían los servicios de menor número de brazos, en tanto que el volumen de la deuda aumentaba en proporción superior al aumento de la producción y de la población. Este hecho se debía al proceso constante de las inversiones mediante empréstitos para renovar los  equipos mecánicos abandonando los existentes antes de que hubiesen dado su rendimiento natural. Consideraban los tecnócratas que la gravitación de las utilidades en manos de empresarios y prestamistas resultaba en una acumulación de productos invendibles puesto que ni el trabajador ni el consumidor se beneficiaban con el sistema. Por consiguiente, a juicio de los tecnócratas, los banqueros, los comerciantes y los industriales, habían demostrado su incapacidad para dirigir el mecanismo económico moderno y éste debía ser entregado a la dirección de aquellos que por sus conocimientos técnicos y su vocación profesional podían utilizarlo en beneficio de la sociedad, o sea los ingenieros industriales.

El movimiento se desarrolló en una época de pesimismo y llegó a impresionar a muchos como una promesa de reiniciación de un período de prosperidad. Pero pronto pudo demostrarse que las cifras compiladas por los tecnócratas resultaban deformadas, y los economistas de mayor prestigio denunciaron los dogmatismos de la "secta" y su popularidad se desvaneció rápidamente. La "tecnocracia" mantiene aún su aparato externo, pero su incapacidad para producir un sistema práctico de planificación desprovisto de prejuicios ideológicos y de principios polémico s la ha relegado al museo de los muchos intentos realizados para regimentar la sociedad bajo el signo de una bandera de grupo, de clase o de secta.

 

TECNOLOGÍA

Es la ciencia de la industria o los conocimientos sistemáticos de las artes industriales, así como el léxico o terminología que se emplea en ellas. Desde el advenimiento del industrialismo, la tecnología con sus continuos inventos y con el constante progreso de los procedimientos de trabajo y de producción ha logrado la más grande y sensacional de las revoluciones que ha conocido la humanidad. Son interesantes las siguientes obras, entre las muchas publicadas sobre la materia: Revolution durch Technik, por R. N. Coudenhove-Kalergi (Viena, 1932); Technischer Fortschritt und Arbeitslosigkeit, por Emil Lederer (Tübingen, 1931); Technics and Civilization, por Lewis Mumford (Nueva Yorck, 1934) ;The power Age, por W. N. Polakov (Nueva York, 1933); A History of Mechanical lnventions (Nueva York, 1929); The Economic Consequences of Power Production, por Fred Henderson (Londres, 1931) y Great TechrJ-Qlogy, por Rug_ Harold (Nueva York, 1933).

 

TELÉFONOS

     El teléfono fue inventado por el hombre de ciencia escocés Alexander Graham Bell en 1876. Rápidamente se extendió por todo el mundo y en 1941 había 44.189.669 teléfonos instalados, de los cuales, 21.928.182 correspondían a los Estados Unidos. Los demás países importantes en este aspecto son Alemania con 4.228.504; Gran Bretaña, 3.348.090; Francia, 1.622.680; U. R.S. S., 1.472.500; Canadá, 1.461.038; Suecia, 908.663; Australia, 704.868 y Japón, 1.367.958. Proporcionalmente a su extensión territorial, los países que tienen mayor número de teléfonos son Suiza, con 474.038; Holanda, 461.424; Dinamarca, 459.757 y Bélgica, 428.752. La Argentina va a la cabeza de los países sudamericanos con 460.857, siguiéndole Brasil con 290.910 teléfonos. La ciudad del mundo que tiene mayor número es Nueva York con 1.669.904. Buenos Aires tiene 268.956 Río de Janeiro 103.797, la ciudad de México 95.673 y Montevideo 33.447. Suecia se distingue por su elevada producción de material telefónico y por su excelente calidad.

 

TELÉGRAFOS

Según las estadísticas, en el año 1939 se transmitieron 195 millones de despachos telegráficos en los Estados Unidos; 68.475.000 en Japón; 59.484.000 en Gran Bretaña; 27.524.000 en Francia; 23.888.000 en la Argentina; 21.701.000 en Alemania; 17.998.000 en Australia y 11.629.000 en Canadá. Como se ve, la Argentina figura en quinto lugar en la cifra de telegramas transmitidos. En algunos países, como Alemania, por ejemplo, la relativamente pequeña cifra de telegramas despachados se compensa por las conversaciones telefónicas a distancia, que sumaron más que en ningún otro país, excepto los Estados Unidos y el Japón. En la Argentina se pueden transmitir cartas-telegramas y telefonogramas a tarifas módicas. También existe un servicio regular de telefotogramas, es decir, de transmisión de fotografías por medio de telecomunicación.

 

TENEDOR

Se llama tenedor al que posee títulos mobiliarios o el titular de una letra de cambio u otro documento endosable.

 

TENEDURÍA DE LIBROS

Es el conjunto sistemático de conocimientos y prácticas destinadas a registrar las operaciones mercantiles de un establecimiento comercial, industrial o administrativo para poder determinar en todo momento su situación económica y los beneficios o pérdidas que se obtienen. El título de "tenedor de libros" lo expiden algunos centros o academias a los alumnos que han cursado estudios de contabilidad y ordenamiento administrativo para poder llevar unos libros en forma. Según el Código de Comercio argentino, el comerciante puede llevar los libros de contabilidad por sí o por medio de otra persona experta en la materia a quien se presume que él ha autorizado y le representa en esta función.


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