Contribuciones a la Economía


"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

Mijáil Ivanovich Tugan-Baranowsky: Un precursor en la Teoría del Ciclo Económico¨

Rodrigo García Arancibia *
Universidad Nacional del Litoral y Universidad Autónoma de Entre Ríos, Argentina.
arquimediano@hotmail.com

Resumen: En este trabajo se presentan, dentro de un marco general, las ideas formuladas por Mijáil Tugan-Baranowsky, específicamente en lo que hace a su teoría general del ciclo económico basada en la desproporcionalidad del reparto del trabajo social, con el fin de analizar y confrontar el abordaje de las crisis como situaciones inevitables al modo de producción capitalista, y así mismo confrontarla con otras explicaciones dentro de la misma línea de pensamiento, formulada como la síntesis de las doctrinas de la economía “clásica” y de lo expuesto por Marx en el segundo volumen de El Capital.
Palabras Claves: Tugan Baranowsky  - Ciclos Económicos – Acumulación y Desproporcionalidad

Abstract: This paper presents, within a general framework, the ideas formulated by Mijáil Tugan-Baranowsky, specifically in which it does to its general theory of the economic cycle based on the disproportionality of the distribution of the social work, with the purpose of analyzing and confronting the boarding of the crises like inevitable situations to the way of capitalist production, and also to confront it with other explanations within the same line of thought, formulated like the synthesis of the doctrines of "the classic" economy and the exposed thing by Marx in the second volume of the Capital.
Keywords: Tugan Baranowsky  - Economic cycles - Accumulation and disproportionality


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

García Arancibia, R.: “Mijáil Ivanovich Tugan-Baranowsky: Un precursor en la Teoría del Ciclo Económico" en Contribuciones a la Economía, agosto 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/2007b/rga.htm


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I. Vida, obra y aspectos generales de su pensamiento

A Mijáil Ivanovich Tugan-Baranowsky (1865 - 1919), por el amplio ámbito de su actuación profesional e intelectual, se lo puede presentar como a un economista, historiador y político de gran influencia en la época. Nació en ciudad de Járkov, ubicada en el noreste de Ucrania, constituyendo ésta provincia, un centro de gran importancia para la URSS[1]. Con una formación en la que el conocimiento profundo de la teoría marxista era lo predominante entre los economistas educados en Rusia, fue considerando uno de los mayores representantes del “marxismo legal”, agrupando bajo este término al grupo de revisionistas rusos de la obra de Marx. Este revisionismo, que tuvo de principal representante al socialdemócrata E. Bernstein en Alemania y en Rusia, junto a Tugan-Baranowki, P. Struve, entre otros; recibió intensas criticas de marxistas ortodoxos, o más específicamente, del marxismo-leninismo. En palabras del propio V. I. Lenin “La dialéctica de la historia es tal, que el triunfo del marxismo obliga a sus enemigos a disfrazarse de marxistas”, refiriéndose a este grupo de revisionistas (Lenin V.L ,1984)

 Mas allá de este mirada “soviética” en la que cualquier revisión de la obra de su maestro es considerada simplemente como una visión de ideólogos de la burguesía, puede interpretarse a Tugan-Baranowski como un marxista “heterodoxo” o en palabras del propio Schumpeter, “el mas eminente de esos críticos semimarxistas de Marx” (Schumpeter, 1971). A pesar de ello, no es mi intención, en el presente, adentrarme en la labor de encuadrar en una sola y delimitada línea el pensamiento de nuestro iluminado autor, pero en el transcurso de éste escrito surgirán algunos aspectos que nos podrían dar una pauta de donde se ubicó en el pensamiento y hacia donde, y bajo que esquemas, guió su investigación. Pero es en este mismo párrafo  donde preciso señalar que este aspecto es de suma importancia en lo que hace al  análisis de una teoría de los ciclos económicos que hiciera cualquier economista de formación marxista, pues éste tema específico constituyó “el capitulo no escrito” de la obra de Marx, quien dejo concepciones que pueden llegarse a unificar para explicar, en cierto modo, las causas de las crisis generales. Justamente es en este punto  donde afirmaría que Tugan-Baranowsky muestra su “heterodoxia” con respecto al marxismo, pues tomando concepciones y esquemas propios de la obra de Marx, su análisis diverge del de éste, a tal punto que la hipótesis sobre la depauperación del proletariado pierde la fuerza explicatoria que pudiera atribuir el propio Marx. Pero éste punto, como se verá, puede ser producto, más bien de una interpretación particular de Tugan, encuadrando a la teoría de Marx dentro de las teorías de subconsumo, como ser la de Sismondi, a las cuales ataca arduamente, llegando a una posición extrema en la que afirma la imposibilidad de crisis derivadas del subconsumo,  aunque no deja de considerar la importancia de este fenómeno como un elemento que refuerza el desencadenamiento de la superproducción general , y como una consecuencia social de la misma.

En lo que hace a su actividad política, comenzó militando en el partido Demócrata- Constitucionalista llegado a cubrir el puesto de Ministro de Finanzas de Ucrania entre 1884 y 1901.

            Entre sus obras podemos encontrar  “La doctrina de la utilidad marginal” (1890) y su obra cumbre “Las crisis industriales en Inglaterra” (1984), en la cual expone su teoría de las crisis, a la que se aboca el análisis realizado en la mayor parte del presente trabajo. Entre otras obras tenemos sus “Fundamentos teóricos del marxismo” (1905) y “El socialismo moderno en su desarrollo histórico” (1906). Estas ultimas son consideradas por Schumpeter como “aportaciones poco duraderas”, con deficiencias en la rigurosidad del pensamiento, considerando a este hecho como lamentable “dada la agudeza del autor” (Schumpeter, J., 1971)

            Como hipótesis fundamental en el desarrollo de su teoría, Tugan-Barnowsky considera que las crisis económicas no son provocadas por las circunstancias específicas de un momento histórico dado, sino por fuerzas inherentes del sistema capitalista, o sea que a las crisis las interpreta como acontecimientos regulares propios de la esencia misma del orden económico capitalista. La originalidad de la obra de este pensador no pasa por considerar  a las crisis como una consecuencia natural por el carácter antagónico del capitalismo, concepción común en el pensamiento marxista; sino por las causas que le atribuye a las crisis generales y a su periodicidad, es decir, su teoría general del ciclo económico, por la cual el propio Friedrich Hayek lo citaría en “Prices and Production” (1931) como uno de los precursores de la teoría del ciclo. Esto es lo motivo el titulo del presente escrito.

 

II. Método y distribución de la obra 

            Como punto inicial para el desarrollo de una teoría general que explique las causas de las crisis económicas como algo endógeno e inherente del sistema capitalista, Tugan-Baranowsky realiza un estudio histórico de Inglaterra abarcando a todo el siglo XIX, siguiendo, mediante el análisis de varios datos,  la evolución de diferentes variables representativas del sector real y monetario-financiero de la economía inglesa, mostrando los rasgos comunes a cada situación de prosperidad, estancamiento y crisis, resaltando los aspectos esenciales y elaborando hipótesis  que lo llevarían luego a su teoría. Esta elaboración histórica es resaltada por Schumpeter como una “investigación histórica de gran calidad”, al igual que su capacidad teórica afirmando que “... de Marx había aprendido a teorizar...” y además “...combino o fundió en una unidad superior esos dos intereses (la historia y la teoría), de un modo que había aprendido de Marx y que no era para nada vulgar...” (ob cit. pag. 1221)

 En la lectura y estudio de “Las Crisis Industriales en Inglaterra”, y en el esfuerzo por el entendimiento de sus aspectos metodológicos, podría  decir que el método que utiliza tiene características del inductivismo, ya que parte de hechos particulares, las crisis de Inglaterra, con el objetivo de arribar a una teoría de carácter general, que describa no la  evolución cíclica especifica de Inglaterra, sino el ciclo propio y periódico común en todo sistema capitalista. Es para destacar la importancia que asigna a la corroboración empírica de su teoría. Esto se puede observar en la segunda parte de la obra, en los capítulos primero y tercero, donde expone la teoría de las salidas y la explicación teórica de la periodicidad, respectivamente, dedicando la ultima parte de cada capitulo a la corroboración con los hechos; afirmando que:

“Ninguna teoría económica puede considerarse como absolutamente demostrada mas que cuando ha sido comprobada por los hechos, y esa verificación es tanto mas necesaria, cuanto las teorías que acabamos de exponer se separan de tal modo de las opiniones corrientes y tienen un aspecto tan paradójico” (Tugan-Baranowsky, 1916, pag. 225)

 Sin embargo, su método no descansa solo en lo anterior expuesto, sino que, como buen economista de formación marxista, apela al materialismo dialéctico con la utilización de una tesis,  su antitesis y la síntesis o “síntesis crítica” como la llama Schumpeter (1971). Tras examinar la tesis de la escuela clásica y la de los austriacos, y la antítesis marxista, en lo que se refieren a las causas que producen las situaciones de sobreproducción general, elabora una síntesis de estas, y es lo que vendría a ser su teoría general de las crisis. De aquí puede observarse que el seguimiento de la teoría económica que realiza Tugan-Baranowsky es considerablemente amplio, tal es así que en su obra analiza autores como  Smith,  Ricardo, Say, como así también a Sismondí, Rodbertus, Jevons y Juglar.

Con respecto a los últimos autores, Tugan-Baranowsky realiza una clasificación de la teorías de las crisis, en relación a la autoría de los mismos, de la siguiente manera: Teoría de la Producción (Jevons), Teorías del cambio (Juglar - Laveleye) y teorías de la distribución o de la repartición (Sismondi – Rodbertus), llegando a la conclusión, luego de su análisis, que ninguna llega a explicar satisfactoriamente el proceso del ciclo capitalista.

Adicionalmente, en lo que atañe al método de la economía política es preciso  señalar que Tugan, como Quenay y Marx, considera a la economía social como un vasto conjunto, dirigiendo su análisis no solamente sobre el capital privado individual sino sobre el conjunto del capital social.

            Con respecto a la distribución de “Las Crisis industriales en Inglaterra”, ésta se divide en tres partes: en al primera parte realiza el estudio  histórico de las crisis ocurridas en Inglaterra, analizando los hechos esenciales que ocurren en cada una de ellas; en segundo lugar, elabora su teoría, extendiéndola como algo propio del sistema capitalista, y no solo como una evidencia particular del caso británico, analizando el problema de las salidas (i.e. de los mercados), las diferentes teorías alternativas de las crisis y por ultimo la argumentación y corroboración de la periodicidad de éstas. Por último, analiza las consecuencias sociales y políticas de las crisis industriales, en particular en lo que hace a la influencia sobre la vida de la nación, como ser el empobrecimiento de una gran masa de la población, las características del paro y de los movimientos revolucionarios de la clase obrera. Un punto importante a tener en cuenta es que la obra que se analiza en este trabajo es una reedición publicada en el año 1912, de modo tal que en su desarrollo histórico incluye al periodo que se extiende hasta 1910.

             En lo que sigue presentaré  las ideas del pensador ucraniano empalmadas en esta obra, esquematizándola, en cierto modo, con una distribución similar a la realizada por él en su libro; analizando cada parte por separado, para luego concluir, de modo unificador, con su teoría general. El propósito de este trabajo es que el lector además de conocer, en parte, el pensamiento de Tugan-Baranowsky,  pueda comprender la explicación causal que el mismo plantea sobre los movimientos cíclicos del modo capitalista de producción; que si bien su inducción parte de la evolución dada en Inglaterra, seguramente por el desarrollo del capitalismo de éste país en el periodo de análisis, la teoría intenta explicar la naturaleza de los ciclos y su periodicidad de toda economía capitalista. Adicionalmente la última parte de este escrito estará dedicada a analizar aspectos de la posición de Tugan-Baranowsky entre los marxistas, como también algunas críticas y su legado para el pensamiento del siglo XX.

 

III. El Historiador

            En el estudio histórico desarrollado en la obra, Tugan-Baranowsky divide en tres etapas la historia económica de Inglaterra, caracterizando a cada una, por un conjunto de rasgos generales.

El primer estadio, que se extiende desde principios del siglo XIX hasta mediados del mismo, queda caracterizada por las consecuencias de la denominada Revolución Industrial Inglesa, donde puntualiza ciertos hechos históricos como ser el desplazamiento del trabajo manual por las maquinas, en especial, en lo que acontece a la industria textil; la declinación del trabajo agrícola y la disminución del poder adquisitivo de los obreros, a pesar del progreso de la producción. Este progreso es lo que caracterizará a la segunda etapa.

Esta segunda etapa, que se va desde 1850 hasta 1875, queda unificada debido a la presencia de tres factores: un aumento en el espíritu librecambista, no solo en Inglaterra, sino en gran parte de los países europeos, aunque en estos últimos se manifiesta en menor grado; una expansión de los ferrocarriles y en la navegación a vapor; y por ultimo, el mayor descubrimiento de yacimientos minerales en sus colonias. De aquí que en este periodo el gran desenvolvimiento del mercado mundial, con el mayor protagonismo de Inglaterra, es el rasgo que predomina en el desarrollo del capitalismo occidental.

Por último, queda el estadio que comprende el periodo que va desde 1875 hasta principios del siglo XX, donde el mayor progreso industrial en los demás países del mundo aumenta la competencia mundial, por la cual, a juicio de Tugan Baranowski,  los industriales ingleses se sienten amenazados, abogando ahora por medidas proteccionistas, señalando que  en este periodo “La gran extensión de la forma de producción capitalista en el mundo entero ha causado un extraordinario acrecentamiento en la competencia del mercado mundial, e Inglaterra no ha logrado mantener su antigua hegemonía industrial y comercial” (Tugan- Baranowsky, op. cit. pag.. 36).

Dentro de estas tres etapas, estudia las crisis periódicas dadas en ellas. Las crisis anteriores al primer periodo, las considera consecuentes de cuestiones políticas, mientras que a las posteriores,  las que ocurren a partir de 1820, serían propias de la producción capitalista, de la naturaleza de éste modo de producción, con el carácter de retornar periódicamente.

            En lo que corresponde al  primer estadio (1820 -1850) estudia tres crisis dadas en los años 1825, 1836 y 1847, separadas por el mismo periodo de once años, analizando una serie de datos sobre la evolución de las exportaciones, los cambios en el precio del hierro ingles, el numero de quiebras ocurridas y el agotamiento de las reservas del Banco de Inglaterra con sus consecuentes crisis financieras. A estas primeras crisis, Tugan las liga a la revolución industrial y comercial de Gran bretaña, haciéndose notar tanto en el mercado de mercancías como en el monetario, observando como a cada prosperidad comercial le sigue una crisis en la industria.

            Un punto importante en su análisis es la observación de que gran parte de las crisis industriales quedan precedidas por crisis financieras, como queda  manifestado en las crisis ocurridas en 1836, 1847, 1857 y 1873, con crisis financieras en 1835, 1845, 1856 y 1873, y el  conocido caso de la quiebra de la casa Baring en 1890 que es seguida por una paralización en los negocios en el periodo 1892-95.

            Si bien el autor pone su foco específicamente en Inglaterra, observa como a partir del periodo 1870-80 las fases de prosperidad y de paralización comprenden casi simultáneamente al conjunto del mundo capitalista.  Las crisis industriales, que estudia para Inglaterra, ocurridas en los años 1880, 1885, 1890, 1900 y 1908,  serían universales, lo único que hace a la diferencia entre los diferentes países capitalistas, afirma, es la intensidad de las depresiones (como también la de los auges), lo cual esta íntimamente relacionado con el desarrollo del capitalismo diferente entre países. De aquí, Tugan-Baranowski muestra como en los periodos donde  el impulso industrial es mas intenso, la recaída subsiguiente se torna más aguda, caracterizándose por la presencia de  pánicos bancarios y los subsiguientes quebrantos bruscos del crédito.

            A pesar de las características propias que tiene cada crisis y que están muy bien desarrolladas en sus escritos, va dejando en el camino de su lectura un conjunto de rasgos generales, pues de hecho, es su objetivo llegar a una generalización de los movimientos de la producción industrial, interrelacionada con todos los otros sectores de la economía en su conjunto.

En los párrafos precedentes se mostró algunas de estas características generales de toda crisis, como ser la relación entre el decaimiento financiero que precede al industrial y la relación entre el mayor impulso de la industria y la manifestación más aguda de las crisis. Otra relación de suma importancia que va mostrando en éste estudio histórico, con la que trabaja a lo largo de su obra y es tomada como una evidencia importante, es el precio del hierro en el ciclo, el que se muestra alto en prosperidad y bajo en depresión. La importancia dedicada al hierro es por ser éste, un material utilizado para la producción de instrumentos para la manufactura.

Como un cimiento esencial para su construcción teórica, observa que la expansión del ciclo queda caracterizada por un aumento en la demanda de los medios de producción, y en el descenso, declina la demanda de dichos bienes. En el próximo apartado se podrá ver la importancia de este hecho en la elaboración de su teoría de las crisis.

Para cerrar este punto en que expongo, a grandes rasgos, algunos de los puntos de su investigación  histórica que considero de mayor importancia para el objetivo del presente escrito, creo que éste apartado de la obra de Tugan-Baranowsky es un aporte muy valioso para quien lo leyera. No por nada, una eminencia en el pensamiento económico como Joseph Schumpeter considera a éste estudio como una labor intelectual de gran calidad.

 

IV. Desarrollo de la Teoría de las Crisis

Para  encontrar las causas que producen una situación de superproducción general, es indispensable preguntarse porque un conjunto de mercancías no encuentra salida al mercado y a su vez, porque ésta imposibilidad permanece en un periodo de tiempo considerable. Justamente es esta  cuestión a la que apunta responder  Tugan- Baranowsky en su trabajo, y es a partir de la elaboración de una teoría de las salidas donde comienza a realizar su marco teórico para llegar a explicar las crisis generales.

Antes de realizar un análisis mas exhaustivo del estudio que realiza Tugan de las teorías de las salidas,  resumiré en pocas palabras la explicación teórica de las crisis para cortar un poco el suspenso, y porque presumo que es más conveniente para la lectura completa del presente escrito.

A partir de su elaboración de la teoría de las salidas, Tugan-Baranowsky rechaza la hipótesis de las crisis por insuficiencia del consumo, argumentando que los capitalistas invertirán indefinidamente en medios de producción para producir más medios de producción. Esto se desprendería de la naturaleza del sistema capitalista, motivada por la búsqueda de beneficios por parte de los empresarios, independientemente de si éstos son obtenidos mediante la producción de bienes de consumo o de maquinarias, pues la producción social se determina por la acumulación del capital y no por las necesidades del consumo. Por lo tanto, la crisis debida al subconsumo es imposible, porque los capitalistas podrán obtener mayores beneficios invirtiendo en medios de producción, aún si lo producido de éstos excede a lo necesario para cubrir la demanda de bienes de consumo. En palabras del mismo autor:

“En la economía capitalista, la acumulación de capital crea una tendencia constante a la extensión de la producción. El capital pesa, por decirlo así, sobre la producción, la estimula sin cesar; pero para que pueda dar salida es preciso un reparto proporcional, y la economía capitalista es caótica en su conjunto, está desprovista de organización, y esta falta, unida a la acumulación de capital que crea una tendencia permanente a la superproducción, que se manifiesta precisamente por esta dificultad de hallar salida para los productos, por esa superabundancia constante de la fuerzas productivas, que es tan característica del capitalismo, aun en tiempos normales” (Tugan-Baranowsky, M. ;1912, pag. 225)

Quisiera detenerme aquí, en la parte del párrafo en que sostiene que es necesario un reparto proporcional para que la producción pueda tener salida, y citar a Michal Kalecki (1967) para entender mejor esta proposición. Kalecki expresa esta idea de la siguiente manera: “...el autor sostiene (refiriéndose a Tugan-Baranowsky) que, con las proporciones adecuadas del empleo que se haga del producto nacional, no surge el problema de la demanda efectiva o real”, luego prosigue diciendo que “Este argumento...es equivalente, en realidad, a la afirmación de que, a cualquier nivel de consumo de obreros y capitalistas, puede venderse el producto nacional, siempre que la inversión sea suficientemente grande. Éstas son las proporciones entre consumo e inversión que deben establecerse para que la producción deba comprarse. Una distorsión de esta proporción conduce a una crisis, en cuyo curso la desviación se va corrigiendo” (Kalecki, M; 1976, pag. 167-68)

Ya con esto, se puede entender mejor la hipótesis de Tugan-Baranowsky,  prestando atención a la importancia que juega el monto de inversión necesario, y la relación de proporcionalidad que debe guardar con el monto del consumo social, para que el problema de superproducción este ausente. Es decir, debe haber una cierta “planificación” para que el producto social sea repartido en las proporciones adecuadas. Y es aquí donde nuestro ilustre pensador utiliza un argumento para teorizar, para cerrar su esquema, y que es considerado como una de las contribuciones mas perdurables del autor, a saber: que el sistema capitalista lejos de ser armonioso y ordenado, cuya meta sea la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos, es un régimen “antagónico” basado en la acumulación; es decir,  que carece de una organización que permita el reparto proporcional de la producción social.

Luego, en el presente trabajo, volveré a retomar estos resultados que conforman, en esencia, la obra del autor, su teoría de las crisis, pasando ahora a explicar mas detalladamente su teoría de los mercados y la forma en que la obtiene mediante la confrontación de diferentes tesis, pues ésta teoría constituye el eje central de las proposiciones arriba mencionadas.

 

VI.I La teoría de las Salidas

La existencia de una situación de sobreproducción deviene del problema de que un conjunto de bienes de una economía no puede encontrar mercado para su salida. Ahora bien, para encontrar una causa de carácter general y no accidental, es necesario tener un aparto teórico consistente que sea capaz de explicar este problema de  salidas de las mercancías. El primer capitulo, de la sección dedicada a la elaboración teórica, de la obra de Tugan-Baranowsky, consiste en encontrar una solución a este problema elaborando una teoría de los mercados como una “síntesis critica” de las presentadas por sus contemporáneos.

Tugan comienza analizando las leyes de las salidas basándose en el esquema de circulación del capital de Marx, en el cual, el capital aparece bajo tres formas diferentes: mercancías, dinero y producción. Teniendo en cuenta este cuadro muestra que la oferta no puede ser más que momentáneamente inferior a la demanda, y que la superioridad de la oferta sobre la demanda es la regla general, y por lo tanto, la situación normal del mercado queda caracterizada por la dificultad de hallar salidas, es decir, mercados para la venta.

Como se dejo sentado anteriormente,  Tugan realiza primeramente un estudio de la tesis de la Escuela Clásica, como ser la planteada por Say en la que cada producto halla tanto mas compradores, cuanto productos están en  el mercado en cantidades considerables, pues para comprar un producto hay que vender otro, es decir, que la demanda social se crea por la producción misma. Esto queda contrapuesto a la tesis marxista en que la superproducción general es derivada del mismo proceso de acumulación del capital, pues el capitalista aparta una cantidad de sus rentas, en lugar de gastarla para el consumo.

A su vez, las tesis de Smith y Ricardo sostienen que la acumulación del capital no disminuye en nada la demanda creada por el consumo, pues, en sus marcos teóricos, la producción total se reparte en salarios, renta y beneficios, y de este modo la acumulación del capital equivaldría a su consumo por los obreros ocupados en el proceso de producción. Aquí Tugan-Baranowsky critica fuertemente este razonamiento de los clásicos (donde la acumulación del capital equivale al aumento de las rentas de las clases obreras) confrontando esta tesis con el hecho empírico dado por el empobrecimiento de las masas populares en el siglo XIX cuando la riqueza nacional crecía.

En el mismo sentido, Tugan sostiene que la concepción de los clásicos (y mas específicamente, de Ricardo) del proceso de acumulación de capital, es falsa, debido a que éste no debiera comprenderse como una sustitución del consumo del obrero en lugar del capitalista, argumentando que la razón de esto se halla en que le capital que se acumula se transforma, no solamente en salarios sino también en medios de producción que no son objeto de consumo para ninguna clase social.

De este modo, Tugan muestra que la teoría clásica es totalmente insuficiente para explicar las crisis, pues su teoría de las salidas niega la posibilidad de una superproducción general de mercancías, lo que constituye, en palabras de este pensador,  el rasgo característico de toda crisis industrial.

Luego del análisis de los Clásicos Ingleses, comienza a analizar una teoría, en cierto modo opuesto, y es aquella presentada inicialmente por Sismondí, y arreglada, con mayor rigurosidad “científica”, por Marx.

En Sismondí  la demanda social se determina por el consumo social y, en definitiva, por la renta social. El acrecentamiento de esta última es menor que el de la producción social y esto tendría su causa en la propia evolución de la economía capitalista; luego, la demanda social termina siendo menor a la producción social. Es decir, que lo que la tesis de Sismondí dice, es que debe haber un exceso de producción debido a esta determinación de la demanda social por la renta social, creado por el desenvolvimiento de las fuerzas productivas, al mismo tiempo que por el consumo menor de las masas populares.

Tugan da cierta razón a  Sismondí en el sentido de que puede haber un exceso de fuerzas productoras, o “… de que la organización económica moderna no está en condiciones de utilizar todas las fuerzas de que dispone la sociedad.” (Tugan-Baranowsky, 1912, Pág. 202).

Ahora bien, nuestro autor señala que la explicación que Sismondí da de este fenómeno es falsa, como también la de los que le siguen, refriéndose a Marx y Kautsky, diciendo de ellos que “…no tienen la menor idea de las leyes que determinan las salidas de la producción social…” (ob. cit., pág. 204)

Para Tugan-Baranowsky, y esto es central en su análisis; a medida que las maquinas descartan progresivamente al obrero de la producción, la suma total de la demanda social no se ha modificado, sino que los medios de producción reemplazan del mercado a los bienes de consumo. De aquí que se esfuerza por mostrar que la demanda y la riqueza nacionales no son equivalentes a la renta social; precisamente:

“No es exacto que la renta nacional y la demanda nacional sean idénticas, y tampoco es cierto, como pretende Sismondí, que el equilibrio de Oferta y Demanda en la economía nacional suponga la armonía en al producción y el consumo nacionales.” (ob.cit, pág. 205)

Ahora cabe preguntarse cual es la solución que da el autor aquí analizado, para solucionar este problema de las salidas. En primer lugar, Tugan parte de los esquemas de reproducción social del capital[2], basado en el segundo tomo de “El Capital” de Marx, aunque no son idénticos a los presentados en esta última obra. En el Apéndice de este trabajo, están desarrollados los dos esquemas encontrados en “Las Crisis Industriales de Inglaterra”.

A pesar de basarse en los esquemas marxistas, Tugan considera como incompleto el análisis de Marx debido a las supuestas contradicciones que él encuentra entre la teoría de las salidas, desarrollada en el tercer volumen de “El Capital”, con los esquemas de reproducción del capital social, desarrollados en el segundo volumen.

El primer esquema presentado por Tugan se caracteriza por que el capital se reproduce en las mismas proporciones, es decir, que no hay acumulación de capital y todo el exceso de valor se consume por los capitalistas. La importancia de este esquema radica en que su formulación esta hecha de un modo tal, que permite dilucidar que los medios de producción son también productos puestos en circulación en el mercado, al lado y al mismo tiempo,  que las mercancías destinadas al consumo directo; y con esto quiere acentuar el “error” cometido tanto por Smith y Ricardo, como por Sismondí, de pretender que todo el producto social se descompone en elementos de la renta social.

En el segundo esquema que presenta, supone que el capitalista tiende a capitalizar parte de sus beneficios que no consume, para capitalizar extendiendo la producción. En términos de Tugan-Baranowsky, la reproducción del capital social se realiza, en este caso, en una proporción mayor. Más específicamente, supone que la mitad del beneficio se capitaliza (Ver Apéndice).

Observando los esquemas, puede deducirse que el excedente de los medios de producción y de los objetos de consumo para los obreros que se forma en el primer año (como consecuencia de la producción aumentada derivada de la acumulación de capital) se absorbe por la producción del siguiente año, es decir que al demanda de bienes de consumo para los obreros y de los medios de producción del segundo año, corresponde exactamente a la producción del primer año. Por lo tanto, aquí la oferta sería igual a la demanda (desfasadas por un año). A su vez, en el segundo año, bajo los supuestos de estos esquemas, la mitad de la renta vuelve a transformarse en capital; en palabras del autor, “El reparto de la producción social durante el segundo año es tal que de nuevo la mitad del beneficio se acumula” (ob.cit., pág 210). Del mismo modo, la producción del segundo año se absorbe por la producción aumentada del tercer año. En resumen, lo que Tugan-Baranowsky quiere mostrar es como la producción de un año, digamos año t, tiene salida en el año t+1; sus mercados se crean por la producción aumentada del año t+1.

Específicamente, lo que Tugan quiere probar en el tratamiento de los esquemas de reproducción del capital es que, mientras sea posible extender la producción y que las fuerzas productivas existan en cantidad suficiente, la demanda se extenderá en la misma proporción, si la producción social esta proporcionalmente repartida. Esta condición permite que cada nuevo producto sea una nueva fuerza productiva que permite comprar otros productos.

Es preciso señalar que en el esquema Nº 1 intenta mostrar la insuficiencia de las teoría corriente según la cual, el producto social se descompone en elementos de la renta social. El esquema Nº 2 quiere poner en evidencia la falsedad de toda la teoría de la escuela clásica sobre la comprensión del proceso de acumulación de capital, según la cual, hay una sustitución del consumo del obrero al consumo del capitalista, pues si bien una parte del capital acumulado se transforma en salarios, otra se convierte en medios de producción.

Otro punto es que, al comparar los dos esquemas, se observa en ambos una extensión de la producción social al mismo tiempo que ocurre una reducción del consumo social sin que se desaparezca el equilibrio entre al oferta y la demanda.

Por lo tanto, el hecho crucial que aparece en estos esquemas, es que la demanda de los medios de producción reemplaza a la demanda de los objetos de consumo, pero en esta sustitución no aparecería ningún excedente de productos, pues “Si la maquina reemplaza al obrero, naturalmente, la demanda social de objetos de consumo disminuye; pero en cambio, la demanda de medios de producción aumenta” (ob. cit, pág 213). De aquí que llegue a la conclusión de que las salidas no están determinadas por las proporciones del consumo social, y aquí, donde su análisis se encuentra bien delimitado y separado con el de Marx y con el de los marxistas ortodoxos en cuanto a la posibilidad de crisis por subconsumo.

En resumen, ahora podría enunciar la regla general de la teoría de las salidas de Tugan-Baranowsky, a saber, que siempre que la producción social esté repartida proporcionalmente, ninguna reducción en el consumo (y en la demanda de objetos de consumo) puede provocar en el mercado la superioridad de la oferta sobre la demanda, y lo que ocurre es que el mercado creado para el consumo productivo en los medios de producción deja a un segundo plano el mercado formado por el consumo obrero, es decir, que el conjunto de bienes que tiene salida NO disminuye, sino que la demanda social cambia de naturaleza.

Es sorprendente la calidad de este pensador para elaborar un esquema teórico que muestra como la existencia de un cierto “orden” en el sistema capitalista que permita un reparto proporcional de la producción social, implica un equilibrio entre la oferta y demanda, presenciándose solo situaciones de sobreproducción parcial pero no general. De aquí, que la falta de ese “orden” que planifique en cierta manera el destino de la producción social, que sería propio de la economía moderna de carácter caótico, es lo que lleva a una desproporción, para caer luego en una situación de paralización general.

En el siguiente apartado presentaré la idea de periodicidad, y su ocurrencia causal, con la que Tugan-Baranowsky cierra su teoría general de los ciclos de la economía capitalista.

 

 

 

VI.II La Periodicidad

Tugan-Baranowsky considera el ciclo de la industria  como una sucesión de períodos de progreso y de agotamiento, de prosperidad y depresión, como una ley inherente a la economía capitalista. Para explicar estas fases periódicas, el autor dedica un capitulo de su obra, constituyendo la parte culminante de su teoría general.

En primer lugar, éste autor divide al capital por un lado en “Capital Fijo” siendo éste el capital que toma parte directamente en el proceso productivo (como ser los equipos y maquinarias). Por otro lado, define el “Capital Libre”, que no se liga a ninguna rama industrial  (aun no materializado en bienes de producción), como aquel  que se acumula rápidamente y que aparece en forma de capital disponible o fondos prestables. Con respecto a éste capital, observa que su acumulación no implica que se transforme en una  acumulación de Capital Fijo, o dicho de otro modo;  el Capital Libre se acumula en las entidades bancarias como fondos prestables, pero no suponen necesariamente la expansión del Capital Fijo. Adicionalmente, observa que el Capital Libre se puede formar, no solo en condiciones de expansión de la producción, sino también en retracción, pues, como argumenta, se trata de rendimientos fijos independientes de las fases del ciclo. Por lo tanto, el capital libre se acumula persistentemente, a diferencia del capital fijo que lo hace a saltos.

A partir de estos conceptos y observaciones, Tugan sostiene que las ramas de producción con más violentas fluctuaciones son las que producen bienes de capital fijo. La producción de capital fijo crea a su vez una demanda por otros bienes, pues para crear nuevas empresas es necesario obtener, minimamente, los bienes necesarios para el trabajador. De este modo la expansión en una rama crea demanda de los productos de otras industrias y así en periodos de rápido crecimiento de capital fijo, se observa el aumento en la demanda de los demás bienes.

Para explicar la periodicidad en base a lo anterior, explica que en periodos de expansión, se invierte en capital fijo. Para ello se utiliza el capital libre que generalmente se encuentra depositado en los bancos. De este modo se expanden todas las industrias. La demanda sigue creciendo, y con ello la tasa de interés, hasta que se agota el capital libre. Así, el aumento en la inversión crea prosperidad, pero es la creación de nuevo capital productivo (producción de medios de producción) la que crea prosperidad, y esta, llega a un punto de saturación reflejándose en una sobreproducción de medios de producción o bienes de capital.  Esta sobreproducción, por razones de interdependencia, se da en diferentes ramas de la industria, resultando  una sobreproducción generalizada. Aquí es el momento en que los precios declinan, la economía decae y comienza a observarse que el número de nuevas empresas se reduce. En esta fase de retracción comienzan a anularse los fondos prestables (capital libre) implicando con ello una mayor rigidez en la inversión “productiva”. Es decir que la crisis se produce porque “la distribución de la producción deja de ser proporcional: las maquinas, los utensilios, las tejas, las maderas de construcción, se piden menos que antes, puesto que las nuevas empresas no son tan numerosas. Pero los productores de los medios de producción no pueden retirar su capital de sus empresas, y, por otra parte, la importancia del capital comprometido bajo la forma de edificios, maquinas, etc, obliga a continuar produciendo (si no el capital inactivo no daría interés). Hay, por lo tanto, exceso de producción en los medios de producción” (Tugan Barnowsky, M; 1991, Pág. 195).

El punto crucial aquí es el camino por el cual comienza la recuperación. Esta comienza, a juicio del autor, debido a que la inversión es “empujada” por los prestamistas ansiosos de encontrar salida para sus fondos.

Si bien hay varias partes de estas argumentaciones que fueron criticadas por varios economistas contemporáneos a él, y que pueden ser vistas con mucha duda en el presente, con el actual desarrollo del sistema capitalista; hay que observar que su esquema teórico cierra muy bien. Además, de mi propio análisis puede concluir que las argumentaciones realizadas guardan una originalidad y belleza para nada despreciable, y que, como dijera Hansen, representa “una ruptura violenta con el pasado”.

 

V. Tugan-Baranowsky, Marx y los marxistas

Al comienzo de este trabajo se presento a Tugan-Baranowsky como un “marxista legal”, refiriendo esa denominación al carácter revisionista de su obra. Y a su vez, destacamos como Schumpeter lo eleva, como la mente más eminente de los revisionistas.

Ya presentado y analizado el contenido de “Las crisis Industriales de Inglaterra”, quisiera agregar una serie de resumidos comentarios sobre la relación intelectual del autor de la obra, con  Marx y con sus colegas cuyo raíz de pensamiento esta situada en éste ultimo  pensador inmortal.

Como se vio, Tugan realiza su teoría utilizando instrumentos teóricos empalmados en al obra cumbre de Marx, y sigue, así mismo, aspectos metodológicos propios de él. Como señalara Schumpeter, de Marx había aprendido a teorizar. Pero en la búsqueda de una explicación satisfactoria del problema de las salidas, Tugan choca con su “maestro”. Ya habrá podido apreciar el lector, que esta divergencia se halla, básicamente, en la crítica que Tugan-Baranowsky hace a la argumentación de que la superproducción de mercancías tiene un carácter “relativo”, en el sentido en que el sobrante de mercancía solo existe con relación a la demanda solvente (o mejor dicho, a la atribución de las situaciones de superproducción, al subconsumo, consecuente, de la depauperación creciente de la clase proletaria). Esta “deficiencia” en la teoría de Marx, Tugan-Baranowsky la adjudica a la supuesta contradicción entre lo desarrollado en el tomo II y el III de “EL Capital”

En el tomo III, Marx dice: “Las condiciones de la explotación directa y las de su realización no son idénticas. No solo difieren en cuanto al tiempo y al espacio, sino también en cuanto al concepto. Las primeras solo se hallan limitadas por la capacidad productiva de la sociedad, las segundas por la proporcionalidad entre las diversas ramas de producción y por la capacidad de consumo de la sociedad…Pero cuanto más se desarrolle la capacidad productiva, más chocará con la angosta base sobre la que descansas las relaciones de consumo” (Marx K., 1985, pág. 404, tomo III). Tugan-Baranowsky interpreta estas así estas líneas: “La proporcionalidad en la distribución de la renta nacional no garantiza por sí sola la posibilidad de dar salida a los productos. Cabe que los productos encuentren mercado aunque el reparto de la producción sea proporcional: tal es, evidentemente, el sentido de las citadas palabras de Marx” (Tugan-Baranowsky, 1912, pág. 221).

Esta crítica es criticada por el Lenin en “Observación sobre el Problema de la Teoría de los Mercados”, donde explica que ese no es el sentido que Marx da a sus palabras, sino que, solo se limita señalar la contradicción del capitalismo entre la tendencia a la ampliación ilimitada de la producción y la necesidad de un consumo limitado, a consecuencia de la situación proletaria de las masas del pueblo; y que no existe tal contradicción entre la teoría de la realización y los esquemas de reproducción expuestos en los volúmenes II y III, respectivamente, sino que, lo que Marx hace, es remarcar la conexión que debe existir entre la fabricación de medios de producción y medios de consumo. Éste es un de los puntos por lo cuales, Lenin considera como “…los errores que más tarde habría de empujarlo a pasarse de lleno al campo de los economistas burgueses” (nota de la edición de 1908 de “Sobre la caracterización del Romanticismo Económico”). Estas criticas que realiza Lenin, las expone mientras analiza una controversia de esos tiempos entre Tugan-Baranowsky y Bulgakov, a pesar de que ambos autores coinciden en los puntos esenciales. Ambos se basan en los esquemas de reproducción de Marx, sostienen como erróneas las proposiciones de los populistas, y  reconocen que la realización del producto en general y de la plusvalía en particular, puede perfectamente explicarse sin recurrir al mercado exterior.

Este punto sobre la necesidad del mercado exterior, en cuanto a las condiciones de realización de un país capitalista, es lo que diferencia, básicamente a la teoría de los mercados presentada por Tugan-Baranowsky y la desarrollada por Rosa Luxemburgo.

            Tugan-Branowsky, en la disputa con Bulgakov, lo acusa de plagiar su solución del problema sobre la función del mercado extranjero para un país capitalista. A su vez Lenin apunta que esto es erróneo, y que la solución escrita por Tugan-Baranowsky a tal problema está tomada precisamente de Marx.

            Lenin, en el escrito mencionado, analiza distintos párrafos de la obra de Tugan-Baranowsky, y del segundo y tercer volumen de “El Capital”, confrontándolos y tratando de poner en evidencia que las criticas que Tugan hace de Marx, son derivadas solamente por su mala interpretación de la obra, y que sus tesis, que considera correctas, son simples paráfrasis de los párrafos de Marx.

            Básicamente,  los marxistas ortodoxos terminan criticando el argumento de Tugan-Baranowsky por el cual niega la posibilidad de crisis de subconsumo, a saber, que los capitalistas invertirán indefinidamente en medios de producción, simplemente para producir, más medios de producción.

            Con respecto, a otros autores marxistas contemporáneos a Tugan-Baranowsky, es importante señalar la critica que tanto Kalecky (1967) como Sweezy (1942) hacen de éste, al tratar la importancia de la demanda efectiva, señalando, básicamente, que el análisis de Tugan falla al mostrar que una demanda de consumo insuficiente nunca puede ser un problema (en relación a las crisis generales). Pues, para Tugan-Baranowsky, las deficiencias en el consumo pueden ser compensadas con elevados gastos en Inversión (mediante una cierta proporción), y por lo tanto, lo relevante para encontrar la verdadera causa del ciclo está en las decisiones de inversión cuya complicación residiría en la ausencia de mecanismos automáticos de traslación del ahorro.

            Un tratamiento más extenso de la relación entre todos estos autores, requeriría un trabajo aparte. Mi intención en este apartado, es mostrar que la teoría de Tugan-Baranowsky, lejos de estar libre de criticas y dudas sobre su fuerza explicatoria, ha sido analizada, criticada y utilizada, por varios autores, no solo por marxistas ortodoxos, sino también por neomarxistas, como por no marxistas.

 

VI. Su Legado y algunas conclusiones finales

            A esta altura podría quedar dudas en el lector sobre hasta que punto Mijáil Tugan-Baranowsky puede ser considerado como un precursor en la teoría de los Ciclos Económicos. Pero como señale al inicio del presente trabajo, el titulo de la presente esta basado en la obra de Hayek (1967), quien lo considera el precursor, y lo hace mas específicamente, con el tratamiento de la teoría de Spietthoff, quien tomara precisamente la idea de Tugan Baranowsky sobre la importancia de las decisiones de inversiones y de la estabilidad de esta, como fuerzas del movimiento cíclico.

            A su vez Kalecky realiza un análisis de la Teoría de Tugan, prestando atención al problema de la demanda efectiva, señalando influencias de él en su propia teoría, aunque criticando la tesis de imposibilidad de un subconsumo problemático y rescatando la importancia para el análisis económico que Tugan realiza sobre el papel de la inversión y de la realización con respecto al mercado extranjero.

            Adicionalmente, autores como Hansen (1927) consideran que la teoría de Tugan-Baranowsky  representa una gran ruptura con el pasado, y que tuvo una gran influencia en el pensamiento de Keynes. Otros autores, remarcan también la relación entre Tugan y Keynes, y realzan las ideas del autor en el marco del desarrollo actual de las teorías del ciclo (Mainwaring, L.; 1995)

            A modo de conclusión del trabajo, quisiera remarcar los aportes que considero fundamentales de Tugan-Baranowsky. En primer lugar, su estudio histórico para un época en que es crucial para el desarrollo mundial del capitalismo. Por otro lado, la utilización de los esquemas de reproducción social del capital de Marx, a fin de discutir la hipótesis las teorías de crisis por falta de consumo de las masas, y haber planteado cómo la producción capitalista puede desarrollarse acumulando medios de producción para producir mas medios de producción, generando sus propios mercados y ampliando sus esferas de influencia. Y por ultimo, la explicación de las crisis por la anarquía de la producción capitalista, por la falta de un orden que logre la proporcionalidad en el reparto de la producción social.

 

Bibliografía

 

Academia de Ciencias de la URSS; “Manual de Economía Política”,  México 1960.

 

ARCONDO, Aníbal; “Inversión Extranjera y Cambios en la Sociedad Receptora: Sistematización de Algunas Conclusiones para discutir el caso Argentino entre 1870 y 1930”, Córdoba 1998.

 

HANSEN, Alvin H.; “Business Cycle Theory”, 1927

 

HAYEK, Federich A.; “Prices and Production”, New York, 1967.

 

KALECKI, Michal; “Estudios sobre la Teoría de los Ciclos Económicos”, Barcelona, 1973.

 

KALECKI, Michal; “El Problema de la Demanda Efectiva en Tuga-Baranowsky y Rosa Luxemburgo” (1967) en Ensayos escogidos sobre la dinámica de la economía capitalista 1933-1970, México, 1977.

 

KALECKI, Michal; “Las ecuaciones marxistas de reproducción y la economía moderna”, en Revista de Economía y Administración, Universidad de Concepción, Chile, 1970.

 

 

LENIN, Vladimir I.; “Sobre la Caracterización del Romanticismo Económico” en Apéndice de “El Capital” de  Karl Marx, México, 1985.

 

LENIN, Vladimir I.; “Observación sobre el Problema de la Teoría de los Mercados” en Apéndice de “El Capital” de  Karl Marx, México, 1985.

 

LENIN, Vladimir I.;  “Las Vicisitudes históricas de la doctrina de Karl Marx”,

En Obras Completas,  Madrid, 1984.

 

MAINWARING, Lynn; “Tugan’s ‘bubble’: underconsumption and crises in a Marxian model”, en Cambridge Journal of Economics, Cambridge, 1995.

MARX, Karl; “El Capital”, Fondo de Cultura Económica, México 1985.

 

SCHUMPETER, Joseph A.“Historia del Análisis Económico”, Barcelona 1971.

 

SCHUMPETER, Joseph A.; “Diez Grandes Economistas. De  Marx a Keynes”, Madrid   1979.

 

SWEEZY, Paul M.; “The Theory of Capitalist Development”, New York, 1942.

TUGAN-BARANOWSKY, Mijáil I.; “Las Crisis Industriales en Inglaterra”, Madrid, 1912.

 

TUGAN-BARANOWSKY, Mijáil I.; “Crisis económica y producción capitalista” en Lecturas de economía política, Francisco Cabrillo (ed.), Madrid, 1991.

 


 Apéndice: Esquemas de Reproducción Social del Capital presentados por Tugan-Baranowski

Esquema 1: Reproducción del capital cuando éste se reproduce en las mismas proporciones.

Sección I : Producción del los medios de producción.

720 p + 360 s + 360 r = 1440

Sección II: Producción de los objetos de consumo para los obreros.

360 p + 180 s + 180 r = 720

Sección III: Producción de los objetos de consumo para los capitalistas.

360 p + 180 s + 180 r = 720

Donde p, s y r representan el valor de los medios de producción, los salarios (valor de la fuerza de trabajo) y la renta (beneficio del capitalista o exceso de valor), respectivamente.

            Notar que la relación entre p, s y r es la misma en los tres departamentos o secciones y no hay acumulación de capital pues el exceso de valor se consume por los capitalistas. Adicionalmente, Tugan-Baranowsky en este esquema no realiza una diferencia entre capital fijo y circulante por motivos de simplificación. Es decir, que implícitamente está suponiendo que los medios de producción se  destruyen por completo, reaplazándose durante el año.

 Esquema 2: Reproducción del capital social con acumulación de capital.

En este esquema a diferencia del anterior el capital social se reproduce en una proporción mayor, es decir que existe acumulación de capital.

 

PRIMER AÑO

Sección I

840 p + 420 s + 420 r = 1680

Sección II

420 p + 210 s + 210 r = 840

Sección III

180 p + 90 s + 90 r = 360

 

SEGUNDO AÑO

Sección I

980 p + 490 s + 490 r = 1960

Sección II

490 p + 245 s + 245 r = 980

Sección III

210 p + 105 s + 105 r = 420

 

TERCER AÑO

Sección I

(1143 +1/3) p + (571+ 2/3) s + (571+2/3) r = 2286+2/3

Sección II

(571+ 2/3)  p + (285+5/6) s + (285 + 5/6) r = 1143+1/3

Sección III

245 p + (122+ ½ ) s + (122+ ½ ) r = 490


 

¨ Una versión preliminar fue terminada en agosto de 2006 y corregida por el Profesor Alberto Figueras (UNC). Todo lo escrito es responsabilidad absoluta del autor del trabajo.

* Correo Electrónico: arquimediano@hotmail.com

[1] Siendo esta  misma provincia el lugar de nacimiento del reconocido Simon Kutznetz

[2] La reproducción social del capital consiste en reproducir las distintas formas del capital y en sustituirlas por el cambio unas por otras con el objetivo de  realización de plusvalía.


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