Contribuciones a la Economía


"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

Consideraciones en torno al ahorro - Una referencia al caso de Lugo.

Octavio Vázquez Sotelo (CV)
Economista y Profesor asociado
Universidad de Santiago de Compostela (campus de Lugo)

Resumen:

Partiendo del concepto de ahorro y de sus diferentes dimensiones y motivaciones, se analiza la evolución del ahorro familiar en la provincia de LUGO en comparación con Galicia y el total español. Así mismo se estudia la estructura financiera en Galicia y la importancia que en la misma desempeñan las Cajas de Ahorro.

Palabras clave:

Ahorro, Inversión, Renta nacional, Familias, Lugo, Galicia, Cajas de Ahorro, Obra Social.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Vázquez Sotelo, O. : “Consideraciones en torno al ahorro - Una referencia al caso de Lugo." en Contribuciones a la Economía, abril 2007. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/


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Anotaciones conceptuales.-

¿Cómo podemos definir el ahorro? En primer lugar, y sin necesidad de recurrir a términos o conceptos académicos, es evidente que la mayoría de la gente, por no decir toda, tienen una percepción bastante clara del significado del verbo ahorrar: economizar, guardar, reservar para el futuro. Es más, el refranero popular, tanto el español como el gallego, es rico en sentencias acerca del ahorro y sus motivaciones: “Aforrar para a vellez, gañar un e comer tres; O aforrar non é por moito traballar, senón por moito gañar e pouco gastar; O que aforra sempre ten; Aforra o usureiro, mais non sabe a onde irá o seu diñeiro; Aforra o avaro e non sabe para quen nin para cando.” Sentencias, éstas, recogidas en la Gran enciclopedia galega, que define al ahorro como “guardar o reservar dinero o bienes para gastarlos en momentos futuros más adecuados”.
Ahorrar es, pues, sinónimo de economizar, y la ecomicidad es, en palabras de Gutemberg, el principio básico o de racionalidad en el que se basa toda la ciencia económica. Concepto que sugiere toda una filosofía de frugalidad, no derrochar, gastar solo lo necesario, etc, desarrollado a lo largo de la Edad Media, de la mano del tomismo, y que estaría en la base del surgimiento del espíritu burgués que junto al llamado espíritu de empresa, conformarían lo que Sombart llamó espíritu capitalista que sería el germen del nacimiento de un nuevo sistema económico.
Dado que el entorno socioeconómico actual se caracteriza, fundamentalmente, por su incertidumbre (trabajos precarios, necesidades imprevistas, pensiones reducidas e inciertas, etc), no es de extrañar que prácticamente todos los españoles quieran ahorrar (93 % según las encuestas). El ahorro cumple, pues, con la finalidad de reducir la incertidumbre, facilitar el consumo futuro y abrir nuevas oportunidades de desarrollo, tanto a nivel individual como colectivo. Al igual que todo fenómeno complejo, podemos analizar el ahorro desde distintas perspectivas: económica, sociológica, psicológica,etc., destacando por su importancia las dos primeras.
En primer lugar, y desde un punto de vista sociológico, (F.Alvira Martín y J. García López), es difícil establecer un significado de la palabra ahorro admitido por la mayoría de la gente. En las respuestas dadas por las personas en las encuestas realizadas, a menudo se excluyen del ahorro importantes partidas, como las destinadas a previsiones (pago de cuotas a planes de pensiones) o las destinadas a las amortizaciones de las hipotecas de sus viviendas.
Desde el punto de vista económico-contable (Contabilidad nacional), podríamos definir el ahorro bruto como la variación del patrimonio de los agentes económicos durante un periodo de tiempo, mientras que el ahorro neto implicaría la deducción de las amortizaciones de capital fijo realizadas. Dicho en otros términos y refiriéndonos a las familias, el ahorro de un hogar lo podríamos calcular por la diferencia entre los activos netos (inmobiliarios y financieros) al comienzo y al final de un ejercicio económico. Pero, aparte de otros, el principal obstáculo para poder utilizar este criterio reside en las dificultades para valorar los activos en manos de las familias: viviendas, mobiliario, inversiones en empresas, etc. Esto unido al bajo porcentaje de declarantes en el impuesto sobre el patrimonio (a diferencia del IRPF), tiene como consecuencia un déficit de información personal sobre el propio patrimonio, superior al que se tiene sobre la renta (todos sabemos cuales son nuestros ingresos, pero pocos conocen el valor de su patrimonio).
Por último, y desde un punto de vista macroeconómico, podemos definir el ahorro como aquella parte de la renta nacional no consumida, dedicada a cubrir las necesidades futuras, especialmente las inversiones. Consecuentemente podemos escribir:
RN (renta nacional) = C (consumo) + A (ahorro)
y como, por otro lado,
GN (gasto nacional) = C (consumo) + I (inversión)
y, dado que
RN = GN , se deduce que en una economía cerrada A = I
y, en una economía abierta hay que tener en cuenta el saldo de la balanza de pagos SBP,
de tal forma que la ecuación de equilibrio vendrá dada por la expresión : A = I + SBP.

Estructura y evolución del ahorro familiar en España.-

El destino del ahorro que determina la composición o estructura del mismo, según la encuesta 2287/CIS (año 1.999) queda reflejado en el Cuadro nº 1:

Cuadro nº 1
Destino del ahorro y preferencias de inversión de 6 millones/pts.
 

En el cuadro 2 se recogen la evolución de los activos financieros en manos de las familias e IPSFL (instituciones privadas sin fines de lucro), para el periodo analizado por los autores mencionados anteriormente:

Cuadro nº 2
Activos financieros de familias e IPSFL

Valor en billones ptas. constantes Miles ptas. constantes por habitante
1985 1990 1995 1998 1985 1990 1995 1998
Activos financieros: 32,4 43,1 51,0 67,6 841 1.107 1.297 1.695
Pasivos financieros: 15,0 21,3 22,7 28,0 389 546 579 702
Activos netos: 17,4 21,8 28,3 39,6 452 562 719 993

Del cuadro anterior se deduce que, en el periodo considerado, los activos financieros netos de los españoles han crecido de forma muy notable, tanto en términos globales como en pesetas por habitante (más del 200%), especialmente en los últimos años de la década de los 90, debido principalmente al cambio en los hábitos de ahorro y en la extraordinaria revalorización de la Bolsa de valores. Datos que no se corresponden con lo manifestado en la citada encuesta del CIS nº 2287 (año 1.999) por amplios sectores de la población, en la que un 49% quiere pero no puede ahorrar, y un 36% manifiesta no haber ahorrado nada en el año 1.998. Esta discrepancia entre los datos del conjunto y la percepción individual reflejada en las encuestas se debe a diferentes factores, entre los cuales hay que destacar el reparto desigual de las ganancias del periodo entre los distintos sectores de la población.
Por otro lado se constata que la revalorización de los activos financieros ha sido mayor en las familias con más cultura financiera y mayor capacidad económica, es decir el segmento de status más alto. Según datos de la Bolsa de Madrid (año 2.000) los ingresos del 20% más rico de los declarantes del IRPF son 8 veces superiores a los del 20% más pobre. Ratio que disminuye para los rendimientos por vivienda propia e intereses de cuentas y depósitos-ahorro, pero que se incrementa notablemente para los nuevos activos financieros (fondos-inversión y planes de pensiones) y los dividendos, según se refleja en el cuadro nº 3. Del cual se deduce que el incremento de los activos financieros de las familias proviene fundamentalmente del espectacular crecimiento de los nuevos productos financieros en los que materializar el ahorro:


Cuadro nº 3

Comparación entre los ingresos del 20% más rico y el 20% más pobre (IRPF)

Ahorrar es importante para las familias y un 93 % desearían hacerlo, pero una cosa es querer y otra poder. Según las encuestas, aproximadamente un 50% de los hogares no ahorran, pero aquí, de nuevo, hay que tener en cuenta el concepto de ahorro para muchos de los encuestados. En cuanto a la propensión al ahorro, ni las estadísticas ni las encuestas confirman la hipótesis de que la misma crezca con un mayor nivel de renta en los hogares, y se confirma así mismo que tiene un valor muy parecido en todos los países de la UE (Unión europea).
Estos resultados de las encuestas muestran claramente que, a pesar de las connotaciones tradicionales y de situaciones económicas superadas, el ahorro sigue siendo considerado una virtud por la mayoría de la población y el hábito del ahorro es un modelo a seguir. En este sentido, llama la atención el elevado porcentaje de jóvenes ahorradores (71% de los comprendidos entre los 18 años y los 35). De la encuesta del CIS 2287 (Octubre-99) se deduce que el perfil de una familia ahorradora estaría formado por 3-4 personas, dos o más trabajando fuera del hogar, con estudios superiores, vivienda en propiedad, e ingresos superiores a 400.000 pts. mensuales; mientras que el porcentaje de ahorradores más bajo sería el formado por familias de un solo individuo, mujer, mayor de 65 años, ingresos mensuales bajos y vivienda en régimen de alquiler.
En cuanto a los motivos para ahorrar manifestados por los encuestados, se señalan con más porcentajes de acuerdo los siguientes:

Cuadro nº 4:


De los estudios realizados en los últimos años de la década de los 90, podemos resaltar que las claves del comportamiento financiero de las familias en España han sido:
a) El descenso de los tipos de interés ha traído como consecuencia un incremento de la demanda de créditos y el abandono paulatino de los productos bancarios tradicionales, cediendo el protagonismo a los llamados “activos de mercado” (títulos valores, fondos-pensiones, seguros, fondos-inversión, etc) .
b) El crecimiento continuado de la renta familiar que ha originado un incremento y diversificación de los activos financieros en manos de las familias, y paralelamente, como consecuencia, un incremento notable del endeudamiento.
c) La evolución decreciente de las tasas de ahorro financiero que han pasado desde un 6,3 % del PIB en 1.995 hasta un 1,5 % para el año 1.999.
d) Cambio en la “cultura financiera” de las familias manifestada en una mayor racionalidad en las decisiones de inversión y financiación.
e) Cambios en el tratamiento fiscal de los distintos instrumentos de ahorro (en especial la ley 40/98 de reforma del IRPF).

Resumiendo, y de acuerdo con lo expuesto en “El ahorro y los mercados financieros. Situación actual y perspectivas”(Analista financieros internacionales- Madid,2000), podemos concluir que las tendencias del ahorro, sus determinantes y la estructura del mismo en España han sido similares a las de los países de nuestro entorno en la etapa considerada: 1.995 – 2.000.
Otras conclusiones que cabe sacar del análisis de este periodo, son que la propensión al ahorro de las familias españolas no depende necesariamente de la mayor renta familiar disponible, y que existe una tendencia a la localización espacial del ahorro, mucho más intensa en el centro-norte de España (País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón), dándose la menor propensión a ahorrar en la parte sur del país (Andalucía y Murcia), aunque, también, y de forma sorprendente, en Galicia, rompiendo así con la idea tradicional del gallego ahorrador.
Veamos, ahora, como han evolucionado las distintas magnitudes y hábitos de ahorro en los primeros años del presente siglo XXI:
En el cuadro nº 5 podemos ver la evolución del PIB y de la Renta tanto en términos absolutos como en porcentajes:

Cuadro nº 5:
Evolución del PIB y de la Renta Nacional Bruta


En cuanto a la distribución de este crecimiento por Comunidades Autónomas, y en concreto para el año 2003, la tasa de crecimiento de Galicia está por debajo de la media nacional.
En Junio-04, Eurostat difundió las estimaciones del PIB/habitante para los 25 estados miembros de la UE. En el caso de España, dicha estimación se ha cifrado en un 95 % y en su distribución regional solo hay 12 comunidades por encima de la media nacional y 7 por debajo, estando situada Galicia en el tercer lugar por la cola (delante de Andalucía y Extremadura) con un índice del 76 %.
Las previsiones de crecimiento para el periodo 2004-2007 se sitúan en una media del 3,5 %, según el estudio realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS). De acuerdo con sus estimaciones, el consumo privado no experimentará el dinamismo de fases anteriores debido a la situación financiera de las familias, cuya deuda se encuentra en “máximos históricos” y su tasa de ahorro en niveles “históricamente bajos”. Se mantendrá la contribución negativa del saldo exterior al crecimiento económico y, consecuentemente, la necesidad de financiación frente al resto del mundo.
La evolución de la Renta nacional disponible y su empleo entre consumo final y ahorro queda recogida en el Cuadro nº 6:


Cuadro nº 6: Evolución de la Renta nacional disponible y del ahorro
 

La evolución de las tasas de ahorro de los hogares e ISFLSH (Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares), se recoge en el gráfico nº 1, en el que se puede observar como la tasa baja de forma permanente hasta el año 2001, para a partir de ahí iniciar una recuperación hasta situarse en los años 2.002- 2.003 en el 10,6 % de la Renta disponible de las familias, y una previsión para 2.004 del 11,1 % equivalente a 56.400 millones de €.
Tanto la Renta disponible como el gasto en consumo final de la economía crecieron en 2003 a una tasa del 6,5 %, lo que permitió incrementar el ahorro total en casi 10.400 millones €., siendo, además, el saldo neto de transferencias de capital fue positivo (1.100 millones de €). Sin embargo, el fuerte crecimiento de la inversión (15.300 millones €) ha aumentado la necesidad de financiación de la economía hasta los 15.553 millones €. (ver gráfico nº2 )


Gráfico nº 1:


Gráfico nº 2

Como conclusiones a los datos anteriores podemos destacar (A. Laborda en Cuadernos de información económica, nº 176) :
a) El contexto económico general ha sufrido un deterioro en los 3 últimos años en comparación con la etapa de expansión anterior. En esta situación el ahorro privado suele aumentar como medida precautoria, y eso explica el que la tasa de ahorro de las familias haya invertido su tendencia y se haya recuperado al alza durante 2002 y 2003.
b) El bajo ahorro, combinado con el fuerte avance de la inversión en vivienda, ha llevado a los hogares a un endeudamiento “histórico”, que supondrá en el futuro una elevación significativa de las cargas financieras, especialmente si se invierte la tendencia de los tipos de interés.
c) El ahorro de las empresas muestra mayor estabilidad que el de los hogares, influida por la caída de los costes laborales unitarios.
d) Aumento de la tasa de ahorro público, ligado al incremento de los ingresos extraordinarios.
e) En 2004 debería proseguir la suave recuperación del ahorro familiar, al tiempo que el público recobra su tendencia al alza. Como consecuencia el ahorro nacional debería situarse de nuevo en el 22,9 % del PIB. A pesar de ello, y dado que el ahorro sería inferior a la formación bruta de capital, se ampliaría la necesidad de financiación frente al resto del mundo, en un 2,5 % del PIB.
Por último, mencionar el estudio sobre el ahorro privado y los hábitos financieros de los españoles realizado por UNESPA (patronal de las compañías aseguradoras) para el año 2003. Del mismo se puede destacar lo siguiente:
1) De un total estimado de 14.270.656 hogares, hay 8.350.000 que no ahorran o lo hacen en cantidades insignificantes. La capacidad de ahorro financiero se limita, pues, al 34,4 % de los hogares.
2) El no ahorro se concentra en los colectivos siguientes:
- solo estudios primarios o sin estudios.
- clases sociales más humildes.
- mayores de 51 años.
- familias numerosas ( el 70 % no puede ahorrar)
3) El “retrato robot” del español con más capacidad de ahorro (más de la cuarta parte de lo que dedica al consumo), es un hombre, de entre 24 y 30 años, soltero, sin hijos, universitario, de clase alta, con ingresos mensuales de más de 3.500 €. Y que vive en una ciudad de tipo medio (de 100.000 a 500.000 h.)
4) Los ahorradores son cada vez más previsores. Prevalecen las motivaciones ligadas a la previsión del futuro: jubilación, seguridad económica de la familia, gastos extra futuros (aunque para acercarse a la media europea, los españoles deberían destinar a este tipo de ahorro 300.000 millones de € más ).
5) Consolidación de la conciencia social del ahorro(un 76 % creen que son ellos y no el Estado los que velen por su futuro).


El ahorro en Galicia.-

El ahorro y el sistema financiero han ocupado un lugar central en los estudios que se han hecho sobre la economía gallega en el pasado siglo XX. Autores como Paz Andrade, Beiras, Barral Andrade, López Suevos y López Facal han coincidido básicamente en la descripción de un modelo tradicional, cuyas características serían las siguientes:
a) Galicia genera una gran cantidad de ahorro, especialmente debida a las remesas de la emigración.
b) Una parte importante de esos recursos no se invierten en Galicia.
c) El sistema financiero gallego está más interesado en la captación de pasivos que en la reinversión local del ahorro captado.
d) La legislación ha favorecido la formación de un oligopolio bancario poco eficiente y ajeno a los intereses de Galicia.
e) Las Cajas de Ahorro no pudieron sustituir a la Banca en esa responsabilidad.
Pero el grado de acuerdo mostrado por los diferentes autores en torno al modelo tradicional empieza a disminuir en la década de los años 90. En un trabajo publicado en la Revista Galega de Economía, vol. 9, nº 1 (2.000), los autores del mismo (X. Isla Couto, F.X. Martínez Cobas y J. Rojo Sánchez) analizan la situación para el año 2.000 del Ahorro en Galicia contrastando la validez de las hipótesis en que se ha basado el modelo tradicional, llegando a las siguientes conclusiones:
1) respecto a la hipótesis (a), basada en: la importancia del ahorro de la emigración, el bajo ratio créditos/depósitos del sistema financiero gallego y el ahorro-precaución, típico del sector primario y de la especificidad de la Galicia rural, en la actualidad ha perdido su vigencia debido, fundamentalmente, al cambio experimentado por la sociedad gallega en las últimas décadas, caracterizado por:
- menor emigración y descenso de las remesas enviadas a Galicia.
- fuerte proceso de urbanización que provoca un desplazamiento desde el sector primario al sector servicios.
- nuevos hábitos de consumo-ahorro y nuevas pautas culturales.
- la “singularidad” gallega de que son los municipios más pobres, con predominio del sector agrario y bajos niveles de renta, los que presentan una tasa-ahorro más elevada ( en contraposición a la clásica hipótesis keynesiana y a lo que ocurre en el resto de España).
2) Las estimaciones realizadas sobre la capacidad o necesidad de financiación dan resultados diferentes, pero examinando la adecuación entre depósitos y créditos en el sistema financiero gallego ( cuadro nº 7 ) vemos que el ahorro generado ha sido más que suficiente para atender las necesidades crediticias, y, consecuentemente, parte de ese exceso se ha reinvertido en el exterior. Aunque, como se puede apreciar, el índice de adecuación se ha incrementado notablemente en la década de los años 90, llegando ya en el año 2.000 a un valor próximo al 100%:

Cuadro nº 7.- Adecuación entre créditos y depósitos
 

En consonancia con lo dicho en el punto anterior, son las provincia más desarrolladas, Pontevedra y A Coruña, las que tienen índices de adecuación más elevados, similares a la media española.
3) No se puede imputar al sistema financiero (SF) de Galicia la responsabilidad sobre la colocación en el exterior de ese exceso de ahorro, si no más bien a otras causas, como son : la ruralidad, la falta de alternativas de inversión y la emigración. Respecto a este punto, se puede concluir, según Martínez Cobas, que la demanda de crédito es razonablemente atendida.
4) En cuanto a la legislación financiera, hay que recordar que la misma ha evolucionado en el sentido de una mayor libertad y fomento de la competitividad, en un proceso paralelo al experimentado por el conjunto de la economía (Reforma de 1.974 y la de 1.977 y LORCA de 1.985 para las Cajas de Ahorro). En la actualidad no existen límites para la apertura de sucursales, ni tampoco diferencias entre Bancos, Cajas o Cooperativas de crédito, por consiguiente se puede dar por desmontado el sistema legal que favoreció la formación del oligopolio bancario español.
Las consecuencias de la reforma , en Galicia, se pueden apreciar tanto en la expansión como en el reparto entre las distintas clases de entidades, que supuso un incremento de la competencia y una mejor calidad en los servicios prestados(ver gráfico nº 3 ).






Gráfico nº 3

Con datos para 1.998, la mayor cobertura territorial la presentan las Cajas de ahorro con un total de 1.007 oficinas, de las que 891 pertenecen a las cajas gallegas. A continuación figuran los Bancos gallegos ( con domicilio social en Galicia), con un total de 609 sucursales (25 % del total ), mientras que las Cooperativas-crédito disponían de 34 oficinas ( 33 de las cuales pertenecen a la Caja Rural de Lugo y una a la Caja Rural de Zamora). En diciembre de 2.002 el número total de oficinas ha pasado a ser de 2.361, (España: 14.072), de las que 1.251 son de Bancos, 1.044 de C.A., 42 de Cooperativas-crédito, 19 de otros establecimientos financieros de crédito y 5 del Banco de España.
A pesar de que el total de entidades pasó de 35 en 1.973 a 47 en 1.998, el número de gallegas se redujo desde 18 a 10 ( 5 Bancos, 4 Cajas y 1 Cooperativa-crédito). Pero si utilizamos el criterio de considerar gallegas aquellas entidades que tengan una mayoría de su capital social entre residentes en Galicia, los Bancos gallegos quedarían reducidos a 3, mientras que las Cajas, debido a la fusión de las de Vigo, Pontevedra y Ourense, han quedado reducidas a 2, con lo que el SFG contaría con 6 entidades de capital gallego.
Resumiendo, como hemos visto, los autores citados rebaten una a una todas las hipótesis en que se basaba el modelo tradicional.
En cuanto a la evolución futura del ahorro gallego, y dejando a un lado la influencia que en el mismo puedan tener los procesos que se están desarrollando a escala mundial, en especial la globalización y su contrapuesta la localización, en Galicia, lo más determinante será la transferencia del mundo rural al mundo urbano, tanto de personas como de valores y pautas de comportamiento, lo que supondrá un descenso en las tasas de ahorro familiar, aunque el volumen total del mismo sea igual o mayor, dado que las rentas disponibles son mayores en las ciudades que las generadas en el medio rural. Por otro lado, Galicia dispone de un ahorro acumulado elevado, lo que permite afrontar el futuro inmediato con optimismo, y deberíamos estar más preocupados del empleo que se haga de los recursos disponibles que de la financiación de nuestra economía, que, como es obvio, está encardinada en marcos más amplios, como son España y Europa.
Los factores que afectarán al ahorro de forma positiva son:
- El crecimiento económico, dado que una mayor renta generará un mayor volumen de ahorro.
- El cambio del modelo de pensiones públicas hacia otro de tipo mixto, con mayor protagonismo de los fondos de pensiones privados.
- Un mayor nivel de estudios de la población supone un ahorro en forma de capital humano (puesto que los gastos en formación no tienen la consideración de consumo, sino que son una inversión).
Los factores con influencia negativa serán:
- El envejecimiento de la población, pues supone una menor tasa de ahorro.
- El descenso de la emigración, que tiende a reducir la cuantía de las remesas del exterior.
- La madurez alcanzada por el sistema financiero, que al facilitar el crédito hace menos necesario el ahorro.
Evidentemente, el efecto final dependerá del peso relativo de los factores anteriores y de la forma en que se presenten, pero ya, en el trabajo de los autores arriba mencionados, se apuntaron una serie de tendencias que el transcurso de los primeros años de este siglo no han hecho mas que confirmar:
- La continuación del proceso de competencia con la incorporación de nuevas entidades foráneas.
- Importancia creciente del negocio de activo (créditos) frente al de pasivo (depósitos).
- Mayor importancia de los intermediarios financieros no bancarios: compañías de seguros y asesores en inversión financiera.
- Impacto de las nuevas tecnologías: tarjetas, cajeros automáticos, y sobre todo el desarrollo de la banca telefónica y por Internet.
- Concentración de las entidades gallegas en torno a tres grupos: Caixa Galicia, Caixa Nova y Banco Pastor
- Las Cajas son las entidades mejor situadas para afrontar los nuevos retos derivados de la dualidad globalización-localización, puesto que el factor identidad juega como un gran activo intangible.
De otro lado, la puesta en marcha de la Unión Económica y Monetaria Europea, con la introducción del euro, ha supuesto un nuevo marco económico con las siguientes características:
a) La estabilidad en el crecimiento económico supone para las entidades financieras un mayor volumen de negocio.
b) Menores tipos de interés, luego menores costes de financiación y mayor demanda de crédito.
c) Disminución de la volatilidad de los tipos-interés y de cambio, luego menores riesgos.
Ante esta nueva situación las entidades financieras han tenido que definir cual es su modelo de banca para poder establecer las estrategias más oportunas. Si la alternativa de negocio elegida es la de banca universal, el objetivo a alcanzar debe ser el incrementar la cuota de mercado. Objetivo que se puede alcanzar con una estrategia de crecimiento interno (caso del Banco Pastor, que se ha propuesto estar presente en todas las capitales de provincia con más de 75.000 h.), o bien a través del crecimiento externo vía fusiones con otras entidades (casos de Caixa Galicia, pionera en España en este tipo de operaciones, y de Caixa Nova ). Sin embargo, si la alternativa escogida es la especialización , el tamaño no es lo más importante (casos del banco Etchevarria y la Caja Rural de Lugo, entidades que tienen una cuota de mercado muy definida y consolidada).
En cualquier caso, la banca debe mejorar la formación de sus recursos humanos para poder adaptarse a los cambios tecnológicos, tan importantes en la actualidad, lo que supone una mayor inversión en investigación y desarrollo.
Para terminar este apartado, en la Tabla nº 1 podemos ver las variaciones para el ahorro bruto nacional y el ahorro bruto de las familias, tanto de España como de Galicia, para el periodo 1.995-2.002. En el mismo podemos observar que, si bien el ahorro bruto (tanto el total como el familiar) ha crecido en términos absolutos, las tasas de ahorro de las familias han decrecido notablemente, siendo la caída más importante en Galicia (-20,5 %) que en el conjunto de España (-14,71 %).





Tabla nº1

En cuanto de la Tasa de ahorro familiar (TAF), en las distintas comunidades autónomas y para el año actual 2.004, la previsión realizada se recoge en el mapa nº 1, donde vemos que Galicia figura, nuevamente, entre las comunidades con menor tasa de ahorro con un 11,5 % sobre la Renta familiar disponible


(Fuente INE)

El ahorro de los lucenses:

En la siguiente tabla podemos apreciar como han evolucionado el ahorro bruto total(ABT), el ahorro bruto familiar(ABF), la Renta familiar bruta disponible(RFBD) y la Tasa de ahorro familiar(TAF), en la provincia de Lugo, y su relación con el conjunto gallego:

Tabla nº 2


Como se puede comprobar, y para el periodo considerado, el ahorro bruto de Lugo ha crecido por debajo de la media gallega (un diferencial de 4,37 puntos), aunque sigue representando un porcentaje del total similar en los dos años (8,9 y 8,6 %). Sin embargo, el ahorro bruto familiar ha crecido más que la media gallega (3,42% frente a un 1,24%), lo que indica que son los demás agentes económicos (sociedades, AAPP, e Instituciones financieras) los que ahorran menos que en las demás provincias. Podemos comprobarlo al determinar el ahorro familiar bruto por habitante, que fue(año 2001) de 998,67 € en Galicia, y de 1.107,23 € en la provincia de Lugo,( siempre en euros de 1.995). Todo lo anterior indica que un lucense ahorró en ese año 124 € más que la media gallega, a pesar de que la Renta familiar bruta disponible por habitante fue en el año 2.001 de 8.692,85 €, frente a los 8.816,80 € en Galicia.
Analizando, para el año 2.002 (cuadro nº ), la distribución por provincias de los depósitos y créditos, podemos comprobar que el ahorro sobrante en las provincias del interior va a parar a las provincias atlánticas, más desarrolladas y con más dinamismo inversor, de tal forma que se podría decir que “los pobres” financian a “los ricos”:



No podríamos hablar del ahorro sin hacer mención explícita a las Cajas de Ahorro, como instituciones fundamentales en la captación y promoción del mismo, que surgieron con un carácter de beneficencia y realización de obras sociales, y con la finalidad de impulsar el desarrollo económico, fomentar el ahorro y terminar con la pobreza y la explotación de las clases más humildes a manos de los usureros de turno. No es de extrañar, pues, que en el caso español nacieran de la mano de los políticos liberales e “ilustrados” del s/XIX (en especial Diego Medrano, que como ministro de Interior impulsó el nacimiento de las Cajas, Martínez de la Rosa, Mesonero Romanos, etc.) y de las “sociedades de amigos del país” que lograron con su entusiasmo y generosas aportaciones, que las Cajas se extendieran rápidamente por todo el territorio nacional. Las primeras en constituirse fueron las de Madrid y Granada en el año 1.839, aunque el primer Monte de Piedad data de 1.702, y es obra del sacerdote turolense Francisco Piquer, capellán del convento de las Descalzas y de la Capilla real. En Galicia la primera en constituirse fue la de La Coruña (1.842), amparada por la “Sociedad de amigos del país” y el Ayuntamiento. Su vida fue corta y su liquidación debió producirse en 1.861, tras cumplir con sus obligaciones con los prestatarios e impositores.
Hay que esperar hasta el año 1.876 para que de nuevo surja una entidad con el nombre de Caja de ahorros y Monte de Piedad de La Coruña, sucediendo al desaparecido Banco de La Coruña, cerrado como consecuencia del llamado decreto Echegaray, que limitaba la capacidad de emitir billetes al Banco de España, y coincidiendo con un periodo de estabilidad económica y con abundantes remesas de dinero procedentes de la emigración. Esta nueva entidad, recién cumplido su centenario (1.978) y que ya para entonces se llamaba Caja de ahorros de La Coruña y Lugo ( por absorción en 1.944 de la Caja de Lugo) se fusionará con la Caja de Ferrol para dar lugar al nacimiento de CAIXA GALICIA, que se fijó como principal objetivo superar los localismos y aspirar a operar en un mercado gallego, coincidiendo en el tiempo con la creación en España del nuevo Estado de las autonomías y un año después de la promulgación del decreto “Fuentes Quintana”, que terminaba con las limitaciones impuestas a las Cajas en orden a su expansión territorial e iniciaba la equiparación operatoria con los Bancos. Fusión, ésta, que se completará en años posteriores con la integración de las Cajas de Santiago (1.980), la Caja Provincial de Lugo( 1.982), las Cajas Rurales de A Coruña y Pontevedra ( 1.986), la Caja Rural de Ourense(1.988) y la Caja Rural de León(1.992). Proceso que ha desembocado en el desarrollo espectacular que ha tenido Caixa Galicia, que se ha convertido en la principal entidad financiera gallega y en una de las primeras Cajas de España, con unos recursos de clientes de 2,67 billones ptas (16.053 millones €) y unas inversiones crediticias de 10.381 millones €, en el año 2.002.
En Lugo, la primera Caja en aparecer data del año 1.897, con el nombre de Caja de Ahorros y M.P. de Lugo, de la mano de los sectores más representativos de la ciudad, y que tendrá como capital inicial los donativos entregados por sus directivos: unas 2.450 ptas. En el año 1.900 había concedido la mitad de sus préstamos a las clases más humildes, cumpliendo así con uno de los fines fundacionales: hacer frente a la usura y proteger a los más pobres. Uno de sus fundadores y directivos más destacados fue Manuel Pardo Becerra, que presidió la entidad entre 1.912 y 1.921, y que a su muerte legó a la Caja 46.000 ptas para la compra de los inmuebles que a su vez ponía a la venta en el propio testamento. Su singladura en solitario termina en el año 1.944, cuando al amparo de una ley del año 1.939, su junta directiva “acuerda una fusión con la Caja hermana de La Coruña” (y es que 50 años después de su creación solo contaba con 1.539 cuentas y unos depósitos totales de 2,5 millones ptas, mientras que la de A Coruña tenía 43.500 cuentas y 73 millones ptas). Este sería el punto de arranque para un plan de expansión de la nueva Caja de ahorros de La Coruña y Lugo, que le permitió llegar en 1.960 a contar con 14 sucursales en cada una de las provincias y con unos recursos cercanos a los 1.000 millones ptas y créditos por 360 millones.
En el año 1964, por un acuerdo de la Diputación, se crea la Caja de Ahorros Provincial de Lugo, que como ya dijimos termina siendo absorbida en el año 1.982 por la recién creada Caixa Galicia. Tuvo, en su corta existencia, un crecimiento espectacular, pasando de contar con un Activo patrimonial, en el año 1.968, de 107 millones ptas. a 6.715 millones en el año 1980 (6.275,7 %) y unos recursos propios para las mismas fechas de 6 y 174 millones ptas, respectivamente. En el año 1.980 tenía concedidos créditos por un importe de 2.217 millones ptas.
En el campo de las cooperativas de crédito, en 1.996 surge la Caja Rural Provincial de Lugo (heredera de la Caja Central de Ahorros y Préstamos, creada por los sindicatos agrarios católicos), que comenzó prestando servicios y financiamiento al sector agrario de la provincia, así como la distribución de fondos del crédito oficial procedentes del Banco de Crédito Agrícola. En la actualidad, y con la nueva denominación de Caixa Rural Galega, es la única caja rural que pervive en Galicia, ya que las existentes en otras provincias fueron absorbidas por Caixa Galicia, y forma parte del Grupo de Cajas Rurales, que agrupa a todas las existentes en España, constituyendo un modelo de banca federada, que permite superar las limitaciones de cada entidad, salvaguardando la autonomía de cada una, y caracterizado por los principios de descentralización operativa y subsidiariedad. Caixa Rural posee una red de 42 oficinas, extendidas por toda Galicia, aunque la mayor parte situadas en la provincia de Lugo. En el ejercicio de 2.003 sus recursos propios (capital social más reservas) ascendían a 17,35 millones €, con unos depósitos de 231 millones y créditos por importe de 149,88 millones, siendo sus beneficios de 393.000 €.
Hay que hacer, también, una referencia a Caja Postal de Ahorros, creada en 1.909 y que al igual que en otras regiones españolas, tuvo una gran importancia en Galicia, dado que sus oficinas funcionaban en las dependencias de Correos. En la actualidad ha desaparecido, fruto de las fusiones operadas en el sistema bancario español en la década de los años 90. Caja Postal fue absorbida por el banco público Argentaria, y éste a su vez terminó fusionándose con el Banco de Bilbao-Vizcaya, dando lugar al actual BBVA.
No podemos terminar este recorrido por las instituciones del ahorro gallego y lucense, sin hacer una mención específica al Banco Pastor, que ha sido y es un referente básico en la economía gallega, y que, además, a través de la Fundación Barrié, viene desarrollando una excelente labor de promoción de la cultura y la investigación en Galicia, así como de la formación de numerosos “jóvenes talentos” gallegos, tanto en Europa cono en USA.
Por último, tenemos que hablar de la obra social (OS) que, a diferencia de los Bancos, y por mandato legal tienen que desarrollar las Cajas, y que representa la faceta benéfica de estas instituciones de ahorro. La OS constituye el mejor nexo de identidad de las Cajas con el territorio donde han nacido y operan, y es el mecanismo por el cual revierten a la sociedad parte de los beneficios obtenidos, y la mejor manera que tienen los ciudadanos para percibir la gran labor realizada por estas entidades, tanto en los aspectos asistenciales (guarderías, centros de jubilados, residencias de ancianos, etc), como en los culturales y educativos (bibliotecas, exposiciones, conciertos, publicaciones, conferencias, premios, becas, etc). De la importancia de la misma, basta recordar que en el año 2.002 y por la OS de Caixa Galicia se desarrollaron 4.000 actividades, en las que participaron o asistieron un total de 900.000 personas.. Recordemos, también, que en el año 2.003 el presupuesto para OS fue, en la citada Caja, de 50 millones de €.
En 1.989, y como complemento de la Obra Social, se creó la Fundación Caixa Galicia, que ha desarrollado su actividad articulada en 5 áreas: Investigación, Publicaciones, Becas, Premios y Promoción cultural y bellas artes. Destacar, finalmente, en el campo económico, que la Fundación realiza un Informe anual sobre la economía gallega, que constituye un documento básico para el análisis de la realidad económica de Galicia.



Bibliografía:

- Papeles de Economía española (nº 88 y 97).(Fundación de las Cajas de ahorro confederadas)
- Cuadernos de información económica (nº 158, 164, 167, 175, 176)(FUNCAS)
- Revista Galega de Economía, vol. 9, nº 1(2.000)
- Gran Enciclopedia Galega
- Anuarios estadísticos del INE y del IGE.
- El ahorro de los gallegos: “Orígenes e historia de Caixa Galicia” (Fundación Caixa Galicia)
- El burgués (W. Sombart), Alianza Universidad (1.972)
- Economía de la empresa (E.Gutemberg), Deusto(1.976)
- El ahorro y los mercados financieros. Situación y perspectivas (Analistas Financieros Internacionales, Madrid,2.000)

 


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