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Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

Pagina nueva 1

El PAPEL DEL CAPITAL HUMANO EN LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

Javier Martínez Morales (CV)
Universidad Autónoma de Chihuahua, México
jmartinm@uach.mx


RESUMEN
Este artículo investiga el impacto del capital humano en la distribución del ingreso, para el periodo de 1960-2000. El capital humano (educación) se mide a partir de su distribución y de su desviación estándar, es decir, de su medida relativa y absoluta. Partiendo del modelo teórico del capital humano, desarrollado por Gary Becker (1966) se estableció que a medida que varía la desigualdad de la educación y su distribución, el impacto en la distribución del ingreso no será necesariamente negativo. Se observa que la mejor relación entre la distribución del ingreso y la distribución de la educación, es una relación no lineal, encontrando en la evidencia empírica una U no invertida. También se determina que antes de estudiar la relación entre la distribución del ingreso y de la educación, se debe enfatizar al comportamiento entre los años promedios de escolaridad y su dispersión. ¿Por qué?, Porque a partir de esta relación, se pude comprender la hilación que se guarda entre el ingreso y el capital humano.

Palabras clave: Coeficiente de Gini de Ingreso, Coeficiente de Gini de Educación, Dispersión de la Educación.


ABSTRACT
This article researches the impact of human capital in income distribution, for the period 1960-2000. Human capital (education) is measured from its distribution and standard deviation, i.e., its relative and absolute measure. Starting from the theorical model of human capital, developed by Gary Becker (1966), it is established that in the extent in which the inequality of education and its distribution vary, the impact on income distribution won´t be necessarily negative. It is observed that the best relation between income distribution and education distribution is non-lineal, finding in the empiric research a non-inverted “u”. Also, it is determined that before studying the relation between income distribution and that of education the behaviour between the average years of scholarity and its dispertion must be emphasized. Why? Because from this relation the linkage between income and human capital can be understood.

Key words: Income Gini Coefficient, Education Gini Coefficient, Education dispersion.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Martínez Morales, J.  “El papel del capital humano en la distribución del ingreso" en Contribuciones a la Economía, abril 2006. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/




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Introducción


Desde hace tiempo, la cuestión de la distribución del ingreso, su desigualdad y la búsqueda de mecanismos para reducirla ha focalizado la atención de los economistas, de los medios científicos e inquieta a los hacedores de políticas en el plano social. Objetivamente hablando ¿cuál es la magnitud de esta cuestión?. En efecto se puede encontrar dos grandes enfoques en la literatura económica:

- El primero considera que una política de distribución puede reducir las desigualdades del ingreso. Parte de la consideración de que las fuerzas que aumentan los ingresos de unos individuos manteniendo constantes los ingresos de los otros – lo que se conoce como la agravación de las desigualdades- o la puesta en jaque de la teoría de Pareto, son indeseables, por lo consiguiente recomienda políticas de redistribución para atenuar o reducir dichas desigualdades. (Enfoque Macroeconómico)

- El segundo enfoque, coloca la lupa sobre el capital humano y considera que su afectación podrá desempeñar un papel clave en la reducción de la desigualdad. (Enfoque Microeconómico)

Este artículo inspirándose fundamentalmente en la literatura teórica del segundo enfoque, busca enriquecer el debate al analizar de manera empírica el impacto del capital humano en la distribución del ingreso para el periodo 1960-2000, para las regiones de Asia, América Latina, Africa, Paises de la OCDE y en Transición, es decir, se busca comprobar que si efectivamente, en sintonía con la literatura teórica, la educación reduce la desigualdad, y bajo que condiciones se logré ello.

Para responder a estas cuestiones, el artículo ha sido organizado de la siguiente manera: En el apartado II presentamos de manera somera la literatura relevante sobre los estudios teóricos y empíricos entre distribución del ingreso y capital humano, en el apartado III se lleva a cabo un breve análisis del modelo teórico analítico desarrollado por Gary Becker en 1966, en la parte IV se describe la descripción estadística y econométrica y sus resultados, por último, en la parte V se presentan las consideraciones finales.

II. La literatura relevante

El problema de la distribución del ingreso es comúnmente formulado de la siguiente manera ¿cómo los ingresos se distribuyen entre los individuos o familias?. Las unidades de medida en la mayoría de los casos son familias, por ejemplo, los hijos de padres ricos pueden disfrutar de vidas abundantes incluso sin que ellos perciban algún ingreso. Por lo tanto, la comparación entre hogares más que entre individuos es usualmente una manera apropiada para valorar la igualdad (o desigualdad de una sociedad).

La igualdad del ingreso entre hogares se mide, en la mayoría de los casos, por la distribución del ingreso según el tamaño (o nivel) del ingreso de los individuos que componen el hogar. Esta distribución, que se da a través de las diferentes clases de ingreso, es llamada comúnmente la “participación de la distribución del ingreso”. Por ejemplo, en hogares donde la familia es más pequeña los ingresos serán mayores que en familias donde existen más miembros. Así, la proporción de la distribución, es un concepto aparentemente intuitivo de la distribución del ingreso.

Sin embargo, la distribución del ingreso frecuentemente ha sido analizada en términos del ingreso como la participación de los factores en la producción. Esto es porque la acumulación del ingreso relativo medido como participación de los factores de producción, tales como el trabajo y el capital, según sus contribuciones al valor agregado, son llamados “la distribución funcional del ingreso”. En suma, el análisis de la distribución funcional, ha sido y es uno de los principales temas en desarrollo económico. Entre los economistas clásicos, Ricardo clasificó el ingreso nacional en tres categorías: a) el salario como retorno al trabajo, b) ganancias como retorno al capital y c) la renta como retorno al terrateniente. Su análisis se concentro, en como el ingreso nacional es distribuido entre las tres grandes clases de la sociedad: trabajadores, capitalistas y terratenientes, a través de la distribución funcional, predijo que la desigualdad progresará en el proceso de crecimiento económico basado en la acumulación del capital en las industrias modernas, por lo que progresivamente grandes participaciones del ingreso irán a manos de los terratenientes – elite tradicional en Inglaterra- tan largo como la oferta de alimentos recaerán en la producción doméstica. Mas adelante, a mitad del siglo XIX, Marx predijo una desigualdad creciente en un proceso de desarrollo capitalista, reduciendo de alguna manera la importancia de la tierra a través de un progreso en la industrialización, Marx analizó como el ingreso nacional se divide entre dos categorías: salarios y ganancias, y los incrementos relativos, predichos anteriormente, resultando la concentración del ingreso en manos de los capitalistas y el empobrecimiento de los trabajadores.

En general, el tamaño de la distribución del ingreso es determinado por la distribución entre los activos de capital y trabajo (distribución funcional) y la distribución de los activos a través del tamaño de los hogares por su ingreso. Ricardo discute el tema basado en el análisis de la distribución funcional, bajo el supuesto de que todos los activos como tierra y capital son propiedad de los terratenientes y capitalistas respectivamente, y los trabajadores no aportaban nada a la producción más que el trabajo mismo. Este supuesto ha sido una aproximación razonable en sus días. Sin embargo, la economía ha avanzado, la propiedad de activos en los empleados ahora es muy significativa. Los trabajadores no solo poseen activos tangibles, sino además, activos intangibles, tales como el conocimiento y la experiencia, a través de la inversión del capital humano. Por lo tanto, los cambios en la distribución del ingreso en el proceso de desarrollo económico no pueden ser juzgados solo por la distribución funcional.

Los primeros trabajos realizados sobre la desigualdad del ingreso ante los incrementos de los niveles de ingreso per cápita fueron hechos por Simon Kuznets (1955). Kuznets desarrolló una importante hipótesis sobre la relación entre la desigualdad del ingreso y los incrementos de los niveles en el PIB per cápita (como una medida de desarrollo económico), usando la experiencia histórica de Inglaterra y Estados Unidos, encontró que sobre el curso del siglo XIX, la desigualdad empezó a incrementarse en ambos países, pero en los inicios del siglo XX la tendencia fue reversible, lo que conllevó a encontrar una relación no lineal, es decir, una “U” invertida entre la producción per cápita y la desigualdad del ingreso, conocida como la “Curva de Kuznets”.


El capital humano en las teorías del crecimiento económico

André Gérald Destinobles

 

De acuerdo a los estudios teóricos, empíricos y los nuevos ejes de investigación de la teoría de crecimiento endógeno (Destinobles, 2006), los esconomistas han colocado considerablemente la atención sobre la distribución del ingreso, considerando a la par (tanto de lejos como de cerca) la interacción de otros factores correlacionados, tales como la educación. Por lo que es tarea de este artículo, investigar los impactos de la educación en la desigualdad del ingreso a través de la teoría del capital humano. El concepto de capital humano fue desarrollado a principios de los años sesenta por Shultz (1961) y Becker (1964,1971), analizaron la educación como una forma de inversión, la cual se espera incremente la productividad de los individuos (Rojas, 2000); también Mincer concluyó que la estructura de una producción agregada es una condición y una consecuencia de crecimiento económico , esto es, la actividad del capital humano ayuda a la producción de nuevo conocimiento, el cual es la fuente de innovación y cambio tecnológico que impulsa todos los factores de producción (Mincer,1981). Una explicación aún mas concreta sobre la importancia del impacto de la educación la encuentra Hogendorn (1996), donde establece que la educación de baja calidad y pobre, conduce en la mayoría de los casos a ingresos bajos, además recalca que es el elemento más importante para estudiar el capital humano, y que diferencias en la dotación de educación pueden explicar en gran medida las brechas de los ingresos per cápita entre los países desarrollados y menos desarrollados. Thomas et al, (2000), elaboran nuevas medidas para la educación, tales como: el coeficiente de Gini de educación y su dispersión, enfatizan que la mejor medida para encontrar un patrón de una U invertida en la educación, es ocupar su desviación estándar y los años promedio de escolaridad. Hay una reducida pero creciente literatura sobre la desigualdad de la escolaridad, trabajos como los de Lam y Levinson (1991), Londoño (1990) Ram (1990). La desviación estándar ha sido usada frecuentemente para medir la dispersión absoluta de la distribución de activos, Birdsall y Londoño (1997), investigaron el impacto de la distribución de activos iniciales sobre la reducción de la pobreza y el crecimiento económico, encontrando una correlación negativa entre la dispersión de la educación y el crecimiento del ingreso. Ram (1986) usó la desviación estándar de la escolaridad para ilustrar la existencia de una curva de educación en forma “U” invertida tipo Kuznets, donde concluye que al incrementarse los niveles alcanzados de promedio escolar, la desigualdad de la educación se incrementa hasta llegar a un pico máximo, que en su estudio fueron 7 años de escolaridad promedio, y posteriormente empieza a descender.

La educación es percibida como un determinante para el equilibrio, y su expansión permite el bienestar económico de un país (Ram, 1999). Muchas investigaciones han estudiado la relación entre la educación y la desigualdad del ingreso. Aunque las estadíasticas, especificaciones y modelos difieren, muchos han concluido que incrementos en el promedio escolar, disminuyen la desigualdad del ingreso. La investigación de Daniele Checchi (2001), consideró el efecto de la distribución de la educación sobre la distribución del ingreso, donde parece haber encontrado evidencia directa entre desigualdad de la educación y desigualdad del ingreso, además, los años promedio de escolaridad y la desigualdad de la educación parecen afectar la desigualdad del ingreso y sus efectos aparentemente van en direcciones opuestas; un importante aspecto que debe ser considerado es la naturaleza de la covarianza entre los años promedio de la educación y su desigualdad. Incluso, si el efecto parcial del nivel de escolaridad esta en equilibrio, tal efecto puede ser reforzado por cambios en la desigualdad del ingreso que están asociados a la expansión de la educación.

Algunos trabajos que buscaron una relación entre la educación y la distribución del ingreso en países desarrollados, como ejemplo Estados Unidos, encontraron que la desigualdad del ingreso esta correlacionada positivamente con la desigualdad de la escolaridad (medida como dispersión absoluta) y negativamente correlacionada con el promedio en educación (Becker y Chiswick,1966), por otro lado, Chiswick (1971), basado en una sección cruzada de datos de nueve países, sugiere que la desigualdad se incrementa con la desigualdad de la educación (medida como dispersión absoluta).

Los elaboradores de políticas educativas, usualmente, justifican que altos gastos en la educación son herramientas muy efectivas para reducir la desigualdad del ingreso. Sin embargo, los estudios empíricos sugieren que la relación entre la educación (como años promedio de escolaridad) y la desigualdad del ingreso aun no es muy clara (De Gregorio y Lee, 2000). Existen algunos estudios empíricos que han investigado la relación entre los años promedio de escolaridad y la desigualdad del ingreso, (ver por ejemplo a Psacharopoulos y Woodhall, y Ram 1989) que determinaron efectos negativos entre la educación y la desigualdad del ingreso.

Retomando nuevamente a Thomas et al, establecen que el capital humano es uno de los pocos activos que poseen los pobres, así, incrementándolo pueden mejorar su bienestar y eficiencia. Argumentan que por el lado de la eficiencia, la producción agregada y el crecimiento, son afectados por el nivel y la distribución del capital humano y otros activos. La distribución de la riqueza es frecuentemente tomada como proxy del coeficiente de Gini de tierra, pero aún manteniéndola constante, el capital humano sigue teniendo altos impactos sobre la desigualdad del ingreso. Y por otro lado, tenemos el trabajo de De Gregorio y Lee (1999) mencionado anteriormente, donde presentan evidencia empírica para un grupo de países de 1960 a 1990, encontrando que altos niveles de educación y una mejor distribución de la educación, juegan un rol importante, haciendo una distribución del ingreso mas igualitaria. Sus resultados también encuentran evidencia empírica para la curva de Kuznets, una relación no lineal entre los niveles de ingreso y su desigualdad, con un umbral de $2700.00 dólares per cápita. Analizan la evolución de la educación de forma independiente encontrando un patrón de U invertida entre la dispersión de la educación y los años promedio de educación.

III. Un breve análisis del modelo teórico y analítico

El interés de los economistas por la distribución de la renta es tan antiguo como la propia teoría económica moderna. Smith, Ricardo, Mill y otros reconocieron que muchos problemas de considerable importancia económica estaban parcialmente relacionados con diversos aspectos de la distribución de la renta. Aunque definieron la pobreza, por ejemplo, en términos absolutos, reconocieron también que los “pobres” de cada generación son fundamentalmente aquellos cuya renta se encuentra muy por debajo del nivel medio. Creían que, además de la pobreza, estaban relacionados con la distribución de la renta; el nivel de oportunidades, el ahorro y la inversión agregados, la distribución de las familias por tamaño y la concentración del poder económico privado (Becker, 1966).

¿Cómo se explica uno, por que a pesar de la rápida acumulación de datos y del persistente, e incluso creciente, interés por algunos de estos problemas, como por ejemplo, la pobreza, los economistas de la pasada generación no hayan prestado excesiva atención al estudio de la distribución personal de la renta?. De acuerdo a Becker (1966), no existía un planteamiento que integrará en el marco general de la teoría económica que fuera útil para explicar diferencias reales entre regiones, países y momentos en el tiempo, y ello a pesar de los ingeniosos esfuerzos para elaborarlo. Este modelo se centra en la relación entre la inversión del capital humano y la distribución de las retribuciones y otros ingresos.

Para iniciar el análisis, tomamos la ecuación siguiente

(1)
Y se puede reescribir de la siguiente forma:

(2)

Para demostrar como llegar a este resultado, Mincer (1958), concluyó que una distribución simétrica de la inversión en educación, implica una distribución asimétrica de la distribución de las retribuciones, porque se define la inversión en educación mediante los años de escolarización y no por los costos. Si se supone, como hace Mincer, que todo el mundo es igualmente apto, que la escolarización es la única inversión y que el costo del n-ésimo año de escolarización es igual a las retribuciones de los individuos con n-1 años de escolarización, en este caso se puede demostrar que una distribución normal de la educación implica una distribución lognormal de los costos de escolarización y, por lo tanto, una distribución lognormal de las retribuciones. La diferencia entre las retribuciones de los individuos con n-1 y n años de escolarización sería Ys-Ys-1 = rsCs. Como se supone que rn es igual a r para todo s y Cs es igual a Ys-1 , la ecuación se convierte en Ys = (1+ r)Ys-1, por lo que:

C1=Y0
C2=Y1 = Y0(1 + r)
C3=Y2 = Y1(1 + r ) = Y0 (1 + r)s
Cs = Ys-1 = Y0 (1 + r)s-1

Para la propuesta de este análisis requerimos de una sola línea, por lo cual sustituyendo Y0 por C1 y aplicando logaritmos llegamos la ecuación 3

(3)

Donde:
Ys = Ganancia del individuo con S grados de escolaridad
Yo =Ganancia del individuo con escolaridad cero
rj = tasa de retorno de la j-ésima persona
ui = El efecto de variables omitidas tales como experiencia o habilidades.

Nuestra primera aproximación al problema de desigualdad y la educación es seguir el desarrollo de la ecuación 3, esta aplica a un individuo con S años torales de escolaridad. En aplicación a esta fórmula, entonces uno sigue una de dos rutas. La primera es usar una tasa promedio de retorno constante para todos los años de escolaridad y para todos los individuos. Las variaciones individuales en r o G0 quedan en el término de error cual es sin embargo, tratado como independiente del modelo de r y S . La segunda ruta es permitir que la tasa de retorno de educación sea una variable aleatoria para cada individuo para hacer que sea independiente de S. (Ver Chiswick, y Mincer 1972, Chiswick y 1974).

Usando una aproximación log (1 + r) = r, la ecuación 3 puede ser re escrita como:

(4) logYs = log Y0 + rS + μi


Donde r es la tasa privada de retorno a la inversión en educación. Esta ecuación puede ser estimada por MCO (Mínimos Cuadrados Ordinarios), el término constante corresponde a Y0, mientras que el coeficiente de regresión puede ser interpretado como la tasa promedio de retorno de la inversión en la educación. Tomando varianzas de ambos lados de la ecuación 4, y eliminando la varianza y covarianza que se tiene con el término de error, la desigualdad del ingreso puede ser explicada por la educación (lado derecho) y puede ser expresada como una función de nivel de escolaridad y la tasa de retorno:

(5) var(logYs) = var(rS)

La ecuación 5 excluye las ganancias que genera el ingreso que no sea capital humano. Por lo tanto, esto da un efecto parcial de la distribución del ingreso. La variancia del logaritmo de las ganancias es una medida particular de la desigualdad del ingreso. También el análisis de la distribución depende parcialmente sobre la importancia del término de error omitido. Aunque alguna evidencia indirecta con respecto a esto puede ser obtenido observando el R2 de la funciones de ganancias existentes. Esto no debe ser completamente satisfactorio por la posible covarianza entre incluir y excluir las variables independientes de la regresión. Dado que la r y S son dependientes en nuestro estudio, podemos llegar a la siguiente ecuación:

(6) var (logYs) = r2 var(S) + S2var(r) + 2rScov(r,s)

Aquí, un incremento en la desigualdad de la educación var(S), conduce a altos niveles de desigualdad del ingreso, manteniendo constante a otras variables. Si la tasa de retorno (r) y el nivel de escolaridad son independientes, un incremento en el nivel de escolaridad conducirá una distribución más desigual, llegando a la siguiente ecuación:

(6´) var (logYs) = r2 var(S) + S2var(r) + var(S)var(r)

Sin embargo, como son dependientes, la covarianza entre los retornos a la educación y el nivel de educación será negativo, así un incremento en la escolaridad puede reducir la desigualdad del ingreso. Por ejemplo, podemos pensar en una economía donde mejorar el acceso a la educación puede permitir a las personas con altas habilidades a ganar más ingreso que personas con bajas habilidades, incluso cuando todas ellas tengan el mismo nivel de educación, en este caso, como la educación se expande, la distribución del ingreso llega a ser más desigual.

Existen dos formas de pensar sobre la existencia de la dependencia entre los niveles de escolaridad y la tasa de retorno. Primero, los individuos con altas tasas de retorno pueden sistemáticamente elegir más educación. Segundo, las tasas de retorno pueden variar para un año de escolaridad.

IV. Análisis descriptivo y econométrico

Los datos se obtuvieron de la base de Deininger y Squire (1996) para el caso del coeficiente de Gini de ingreso para el periodo de 1960 a 1995 para 92 países, los datos del año 2000 fueron tomados de World Income Inequality Dataset, para llegar a un total de 429 observaciones; para las variables de educación y su dispersión, se construyeron a partir de la base de datos de Barro y Lee (2000), el coeficiente de Gini de educación fue tomado de Castello y Doménech, que lo construyen a partir de los datos de Barro y Lee (2000), se obtiene un total para cada una de las variables de educación 934 observaciones para 107 países en 9 intervalos; los niveles de ingreso per cápita son tomados de la base de datos del Banco Mundial (2000) y de Earthtrends, se obtuvieron 827 observaciones en panel no balanceado, los países se clasificaron en tres grandes grupos: según el continente al que pertenecen, por los niveles de ingreso y por zonas regionales. Para el primer gran grupo, las variables son: Asia, África, América Latina y países que pertenecen a la OCDE; para el segundo gran grupo se clasificó en ingresos altos para aquellos países que tuvieran un ingreso mayor o igual a $9381.00 dólares per cápita, ingreso medio entre $9360.00 y $761.00 dólares per cápita, y por último ingresos bajos con $760.00 dólares per cápita igual o menor. Por último, en la clasificación por regiones se encuentran los países de Medio Oriente y Norte de África, países avanzados, América Latina y el Caribe, Asia del Sur, África Sub Sahariana, Asia del Este y Pacífico, Economías en transición y Europa del Este .

Cuadro.1 Descripción de las variables de estudio


Comenzando con el análisis de las variables, para medir la distribución del ingreso, la forma más directa y exacta es una comparación del ingreso per cápita de los hogares a través de la población, ordenado por nivel de ingreso. Una de estas medidas estándar de desigualdad es el coeficiente de Gini , el cual mide la diferencia de porcentaje entre la distribución actual y una distribución perfectamente igual, referente a personas que reciben un mismo ingreso. El coeficiente de Gini varía entre 0 y 1, el cero representa una igualdad perfecta y el uno representa una desigualdad perfecta. Deininger y Squire (1996) construyeron un conjunto de coeficientes de Gini comparables entre naciones de 108 países para 30 años. La tabla I refiere a los coeficientes de Gini entre regiones por cada 10 años.

Tabla 1 Coeficiente de Gini de ingreso por región y década

A partir de la tabla 1 se observa que, América Latina y África Sub Sahariana tienen las más amplias diferencias de desigualdad del ingreso comparadas con el resto de las demás regiones, incluso con el promedio mundial, que lejos de converger hacia un nivel de igualdad de ingresos, muestra una tendencia hacia una mayor divergencia o una clara persistencia. La desigualdad para América Latina cae ligeramente en 1970 pero es reversible en los años ochenta; en contraste para el Medio Oriente y Norte de África y demás regiones descendieron hasta los años noventa, aunque para el año 2000 se presentan nuevos incrementos en la desigualdad. Las diferencias entre los coeficientes de Gini regionales se trasladan en largas diferencias entre los pobres y ricos, en los años noventa para América Latina el 5% de la población más rica recibía el 25% del total del ingreso promedio, mientras que el 30% de la población más pobre recibía solamente el 7.5%. En el Sureste de Asia el 5% de la población más rica recibía solamente el 12%, mientras que el 30% de la población más pobre obtenía 12.2%, para el caso de África fue de 24% y 10.1% respectivamente. En los países desarrollados el 5% de la población más rica recibía solo el 13% del total del ingreso promedio, mientras que el 30% del primer quintil obtuvo el 12.7% (IBD, 1998). Estas diferencias implican que el ingreso promedio para el 5% de los más ricos en América Latina es 20 veces más que el del 30% de los más pobres, cuando en Asia del Sur el 5% de los más ricos tiene un ingreso promedio 8 veces superior que el de él 30% de la población más pobre.



Tabla 2 Promedio de educación alcanzada e indicadores de desigualdad de la educación por regiones: 2000


De acuerdo a la tabla 2 se puede prestar atención en lo siguiente, en la primera columna se ilustra que los países que conforman el Sur de Asia tienen el coeficiente de Gini de educación más elevado, es decir, es el grupo con mayor desigualdad en la educación (0.697), por el contrario los países avanzados tienen el coeficiente de Gini de educación más bajo (0.208). La segunda columna muestra el tercer quintil de la educación, que es construido a partir del coeficiente de Gini de educación, los países de transición y los países avanzados tienen a la población con educación en mejor proporción; en la cuarta columna se presenta la relación entre el quintil 1 y el quintil 5, mientras Asia del Sur tiene un coeficiente de educación mayor que África Sub Sahariana, éste tiene una mayor brecha entre los quintiles 1 y 5 que Asia del Sur. La cuarta columna (ΔlnGeduc) indica que todos los grupos, a excepción de los países avanzados, han decrecido en la desigualdad de la educación en los últimos 40 años, el promedio escolar es colocado en la quinta columna, e indica que en grupos con altos promedios de educación su desigualdad disminuye, de hecho, la correlación entre coeficiente de Gini de educación y los años promedios de escolaridad es de (-0.8917). La figura 1 muestra, que a mayores niveles de educación promedio la distribución de la educación tiende a disminuir, sin embargo, el coeficiente de Gini de educación puede estar decreciendo por un lado y la desigualdad del ingreso puede estar creciendo, disminuyendo o manteniéndose constante.

Figura 1 Gini de educación y la escolaridad promedio (1960-2000)


Fuente: Autor




La tendencia histórica de la desigualdad de la educación

Los índices de educación de Gini permiten ver como la desigualdad de la educación varía a través de los países en intervalos de tiempo (ver Figura 2). La primera, es que la medida de distribución de la educación ha ido decreciendo a través del tiempo, por ejemplo, Algeria inició con un coeficiente de Gini alrededor de 0.8 y para el año 2000 llegó a disminuirlo alrededor de 0.4; otros ejemplos pueden ser como el de Corea, Hong Kong, Argentina, Polonia y Estados Unidos, que lograron disminuirlo pero de una manera más lenta, no es sorprendente debido a que sus niveles de desigualdad en educación son relativamente bajos. En la figura 2 se observa que Corea disminuyó de 0.52 a 0.16 y Hong Kong de 0.44 a 0.25 de 1960 al 2000, México disminuyó de 0.47 a 0.26 para el 2000, las tendencias son muy similares a las de Hong Kong, sin embargo, los niveles de desigualdad del ingreso son ampliamente diferentes (Deininger et al, 1996).

Figura 2 Tendencia de Gini de Educación por selección de país

Fuente: Autor con datos de Castello y Doménech (2000)

La dimensión de la desigualdad de la educación es extremadamente importante para el bienestar y la producción. Sí un activo, digamos capital físico, es libremente comerciable entre empresas en un mercado perfectamente competitivo, su producto marginal se equilibra a través del mecanismo de mercado. Como resultado su contribución a la producción no será afectada por esta distribución a través de empresas o individuos. Si un activo no es completamente comerciable, entonces, el producto marginal del activo no será equilibrado y existirá un problema de agregado. En este caso, la función de producción agregada no solo depende del nivel promedio de educación sino también de su distribución. La distribución del ingreso es relacionada con los años promedios de escolaridad en la población y su dispersión. La desigualdad del ingreso se incrementa con la desigualdad de la educación. En contraste, para la distribución de la educación, un incremento en la escolaridad promedio tiene un efecto ambiguo sobre la desigualdad del ingreso. La figura 3 muestra que, en ciertos niveles, el coeficiente de Gini de ingreso esta relacionado positivamente con el coeficiente de Gini de educación; después no existe una clara relación, sino mas bien, una fuerte dispersión entre estas dos variables. De acuerdo a lo que se ha venido analizado, parece que la persistencia de la desigualdad del ingreso no tiene una fuerte relación con la desigualdad de la educación, esto puede ser por: 1) que los incrementos de la desigualdad de la educación hacen más disperso los ingresos de los países, es decir, que los países con mayor educación tienen gente más educada pero en los niveles más altos, por lo que la educación en los niveles más bajos de la población se mantiene constante o no se incrementa; 2) los incrementos de la educación efectivamente disminuyen la desigualdad del ingreso como se observa en la figura 4, pero la educación no es el único factor que determina la disminución de la desigualdad del ingreso, 3) si ocupamos los niveles de dispersión de la educación con los años de escolaridad promedio, se contempla que los países deben alcanzar un cierto nivel de educación para poder converger hacia niveles de baja desigualdad de educación, entonces, muchos de los países, a pesar de incrementos de la educación a través del tiempo, no logran llegar aún a este nivel de desigualdad.


Figura 3 Gini de ingreso y Gini de Educación (1960-2000)

Fuente: Elaboración propia con datos de Castello y Doménech (2000) y Deininger y Squire (1996)

Figura 4 Gini de ingreso y Años promedio de educación (1960-2000)


Fuente: Elaboración propia con datos de Castello y Doménech (2000) y Deininger y Squire (1996)


Análisis econométrico

La relación entre el nivel y la desigualdad de la educación puede ser estudiada de diferentes maneras. Una aproximación simple, es estimar la regresión de la desigualdad sobre los niveles de educación, la desigualdad puede incrementarse, decrecer o mantenerse constante ante los incrementos de los años promedio de escolaridad, esto puede aproximarse a una regresión cuadrática en el nivel de escolaridad (Ram, 1990). La ecuación econométrica queda de la siguiente forma:

(7)

Donde la variable des, es la desviación estándar de la desigualdad de la educación, i es el país y t es año de estudio, alfa es una constante, aye es el nivel promedio de escolaridad y aye2 es el nivel promedio de escolaridad al cuadrado. La escolaridad (aye) puede tomar solamente valores no negativos, esto es obvio dado que cuando el promedio de escolaridad es cero, la desviación estándar también será cero. Por lo tanto, es necesario que el parámetro de α en la ecuación 5.2 se restringa a cero y la ecuación quede de la siguiente forma:

(7’)

Es difícil hacer una clara predicción sobre los cambios en la desigualdad de la educación, cuando una sociedad llega a ser más educada y el nivel promedio de escolaridad aumenta, uno puede esperar que la desigualdad decline. Una de las principales razones que se puede anticipar, es pensar que incrementos en la expansión de la educación en bajos niveles de desarrollo pueden ser más amplios que en altos niveles de desarrollo, por lo que puede esperarse que la desigualdad declina monotónicamente con la expansión de la educación. Tal patrón en educación es posible, porque para muchos países en desarrollo, una de las metas principales es el incremento de la educación, o es uno de los principales activos para el impulso del mismo ya que es un elemento libre y universal de alta prioridad (Ram, 1990). Otro escenario a considerar, es la relación que se da entre la expansión de la educación y la desigualdad de la escolaridad, que son fáciles de concebir. El nivel más simple, cuando la media es igual a cero, la dispersión también debe ser igual a cero, por lo que un incremento en la media implica un incremento en la dispersión al menos en el periodo inicial. Mas si la expansión de la media se incrementa debido a una amplitud de los sectores de la educación secundaría y terciaria en los países menos desarrollados, la desigualdad tenderá a disminuir. Tal situación puede ser causada por un sesgo en la educación terciaria o más elevada, que puede ser por patrones de financiamiento público en educación y de otras ofertas de educación llevada a cabo por los gobiernos de los países menos desarrollados.

Para demostrar que existe una curva U invertida de la educación en una sección cruzada, se toman valores de la dispersión de la educación y sus años promedio del año 2000; al correr la regresión 7’ se encuentra una U invertida de la educación, la cual se puede observar en la figura 5, nótese que a medida que el número de años promedio de escolaridad se incrementa, la desviación estándar se incrementa también, posteriormente llega a un punto máximo y finalmente empieza decrecer, el umbral es alcanzado con 6.8 años promedio de escolaridad.

Figura 5 Desviación estándar de la educación y los años promedios de escolaridad


Fuente: Autor con datos de Barro y Lee (2000)


Tabla 3 Sección cruzada por regiones de estudio: 2000

La tabla 3 muestra un análisis de las diferentes regiones en el año 2000, todos los coeficientes son altamente significativos y persiste una U invertida en cada región.

Por último se presenta la ecuación de la desigualdad del ingreso en función de la desigualdad de la educación, de los años promedio de escolaridad, de los niveles de ingreso del PIB per cápita y de su cuadrado y variables dicotómicas que dividen a los países en ingresos altos, medios y bajos, la variable base son los ingresos bajos, la ecuación queda determinada de la siguiente forma y los resultados se presentan en el tabla 4, la ecuación se corrió por efectos aleatorios dado que el test de Hausman resultó ser no significativo.

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Tabla 4 Regresiones para la desigualdad del ingreso

En la primera columna no se agrega la variable del logaritmo del ingreso ni su cuadrado, el impacto de la desviación estándar de la educación es no significativa ante la desigualdad del ingreso, mientas que los años promedio de educación tienen un impacto negativo y estadísticamente significativo, esto es, un incremento de un año en la educación la desigualdad del ingreso disminuye en 0.011 unidades en valores absolutos; una vez que se incorpora los niveles de ingreso per cápita la curva de Kuznets se cumple, el punto máximo se encuentra en los $2700 dólares (a precios constantes de 1995), pero la desigualdad de la educación deja de tener impactos significativos. Una alternativa a esta regresión, fue agregar la dispersión de la educación elevada al cuadrado sin incluir variables regionales, los resultados se presentan en la columna 3, la dispersión muestra una curva en forma de U, la educación tiene un menor impacto en la desigualdad del ingreso, y la curva de Kuznets nuevamente se cumple en un máximo de $2440 dólares per cápita.

Otra forma de analizar la desigualdad del ingreso en función de la educación y su dispersión y los niveles de ingreso per cápita, es a través de regresiones multivariantes, esto es, interacciones en todas las variables contemporáneas con las variables dicotómicas de todos los años, así, corremos una sola regresión permitiendo ver los impactos en cada año; de acuerdo a los resultados en la tabla 5, las pendientes de la desigualdad de la educación de un año a otro fueron diferentes, lo mismo sucedió para la variable de educación y los niveles de ingreso per cápita. En los resultados, la dispersión de la educación fue solo significativa para 1965 y 1985, de hecho, para 1965 fue positiva y en 1985 fue negativa, esto puede significarque no tiene un comportamiento lineal. El test conjunto para todos los años resultó significativo, lo mismo sucedió para las demás variables, por lo que no se puede descartar que la dispersión de la educación no tenga algún impacto en la desigualdad del ingreso. La variable educación tuvo el impacto más importante en el año de 1965, un incremento de un año en educación disminuye la desigualdad del ingreso en 0.051 unidades, también se cumple la curva de Kuznets para ciertos años.

Tabla IV Regresiones de la desigualdad del ingreso por años

Un modelo alternativo

Una manera alternativa de medir los impactos de la desigualdad de la educación en la desigualdad del ingreso, es ocupar una medida que sea diferente a la desviación estándar de la educación, es decir, ocupando el coeficiente de Gini de educación, esta nueva ecuación busca encontrar resultados diferentes.


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Se define a regiones como una variable dicotómica que toma valores de 1 y 0 para las diferentes regiones, la variable años toma valores de 1 y 0 para los años de estudio. Los resultados se muestran en las tablas 6, 7 y 8, la regresión se corre a través de efectos fijos .

Tabla 6 Regresiones de la desigualdad del ingreso 1960-2000 para 88 países, efectos fijos

De acuerdo a la tabla anterior, en la columna 1, el nivel del gdp es estadísticamente no significativo, se rechaza que existe una relación no lineal entre la desigualdad del ingreso y los niveles de ingreso per cápita, en la columna 2 se reemplaza el cuadrado del PIB per cápita por su inverso, resultando no significativo y negativo; en la columna 3 y 4 se reemplazan las variables del ingreso per cápita por las variables de educación,ante esto, los impactos de la educación son mayores a los de los niveles del PIB per cápita, esto no es sorprendente debido a la alta correlación entre estas variables, aunque el nivel promedio de escolaridad es no significativo; en la columna 5 se agrega el nivel de ingreso per cápita, pero su impacto sobre la desigualdad del ingreso es estadísticamente no significativo; la columna 6 muestra tantos las variables del nivel de ingreso per cápita como las variables de educación, nuevamente la curva de Kuznets se cumple, alcanzando un máximo en $2309 dólares per cápita, el impacto de la educación es marginalmente significativo, se puede decir que un incremento de un año en la educación disminuye en 0.009 unidades la desigualdad del ingreso, pero,guarda una relación no lineal con la dispersión de la educación mostrando como resultado una curva en forma de U, note que los resultados de la columna 6 son muy similares a los resultados de la columna 3 de la tabla 5. Por último, en la columna 7, se muestra el inverso de la educación, el impacto es estadísticamente significativo dado que existe una relación no lineal entre la desigualdad del ingreso y la educación, la variable 1/aye parece capturar toda el poder explicatorio de la variable de la distribución de la educación. La contribución explicatoria de la distribución de la educación por regiones es más específica, pero más inestable, solo los países que conforman la OCDE muestran impactos significativos en la desigualdad de la educación, aunque no cumple con la hipótesis de Kuznets, en el caso de las otras regiones ninguna es significativa y no tienen un impacto en la desigualdad del ingreso.


Tabla 7 Regresiones de la desigualdad del ingreso 1960-2000 por regiones, efectos fijos
Para el ultimo caso, cuando la regresión se hace a través de los años, sucede que los impactos son significativos en los años 1960, 1965 y 1980; la desigualdad de la educación forma una U invertida, el impacto de la educación sobre la desigualdad del ingreso apenas es significativo para el año 2000, la curva de Kuznets se cumple solo para el año de 1980.

Tabla 8 Regresiones de la desigualdad del ingreso sección cruzada en años. Estimaciones robustas

Como podemos apreciar, al regresar la dispersión de la educación y los años promedio de escolaridad, encontramos una U invertida, ¿Por qué?, es un poco complejo hacer una clara predicción, una expansión en los años promedios de escolaridad podría suponer que la desigualdad de la educación llegara a decrecer. Una de las razones por las que no sucede, se debe principalemente, ante una expansión en la educación los incrementos son más largos en países con bajos niveles de escolaridad que en países con altos niveles de escolaridad, y posteriormente la desigualdad empieza a declinarse monotónicamente a estos incrementos de la expansión. Esto puede suceder, por ejemplo, para países que tienen los niveles más bajos de educación, que en la mayoría de los casos, son paises de África, mientras que en los países de alto desarrollo como los de la OCDE,con incrementos en la educación su dispersión decrece. Al tratar de adentrarse en los niveles alcanzados de escolaridad de los países, muchos de ellos no han logrado llegar a niveles de primaria completa, ¿Por qué es tan importante para un país llegar a cubrir niveles de primaria completa? la primaria completa desarrolla la capacidad de leer, aprender el uso de las matemáticas, adquirir información y hacer gentes pensantes.

La educación primaria puede ser, además, una entrada a todos los niveles superiores, se ha dicho que la educación mejora los ingresos de los individuos. Psacharopoulos y Patrinos (2002), estimaron que la tasa promedio de retorno a nivel primaria esta sobre el 27%, algunos otros investigadores han determinado que lograr una población con educación primaria completa, ayuda a manejar de manera óptima los recursos naturales y a una adaptación más rápida en tecnología e innovación (Godoy y Contreras, 2002). Azariadis y Drazen (1990), fueron de los primeros en postular que habrá bajas tasas de retorno en el ingreso hasta que la acumulación de capital humano llegue a un nivel de 6 años promedio de educación, a partir de ahí, los países conseguirían un estado estacionario estable. Sobre la democracia, Barro (1999) encontró para un grupo de 100 países, entre 1960 y 1995, que el impacto de la democracia se eleva con la escolaridad primaria junto con brechas mínimas entre hombres y mujeres que tienen ese nivel de escolaridad. As,í se puede determinar que los países con altas dispersiones, ante incrementos de la educación, son aquellos que no logran alcanzar a completar el nivel primario. Más adelante, se reflejará como una consecuencia de los impactos en la desigualdad del ingreso.

Una de las ventajas que establece el modelo teórico es la correlación entre las variaciones de la desigualdad y los años promedios de educación, esto permite establecer, que incrementos en la desigualdad de la educación conducen a incrementar la desigualdad del ingreso, pero incrementos en los años promedio de educación conducen a reducirla. La propuesta de este artículo se centró en observar los impactos del capital humano en la desigualdad del ingreso, al correr la expresión 8 se observa que la dispersión no tiene ningún impacto significativo sobre la desigualdad del ingreso, aunque los niveles promedio de educación si lo tienen, según los análisis econométricos, la causa puede ser una mala especificación del modelo. Al incorporar las variables de los niveles de ingreso sigue sucediendo que la dispersión de la educación no tiene ningún impacto sobre la desigualdad del ingreso, una tercera modificación, dado que la dispersión de la educación guarda una relación no lineal, se puede pensar que un término cuadrático logre corregir la especificación del modelo, dados los resultados de la regresión se observa que tanto la dispersión de la educación como su cuadrado se volvieron significativas, encontrando una curva en forma de U, es decir, altos niveles de dispersión de la educación se tendrán altos niveles de desigualdad del ingreso y viceversa ¿Por qué? Dado que no existe una evidencia empírica de los resultados en este tipo de ecuaciones, una de las razones que se podrían establecer, es que a medida que se incrementa la educación pueden existir dos efectos, el primero, el efecto total de la educación tiende a ser mayor sobre la desigualad de la educación y logra disminuir la desigualdad del ingreso, y un segundo efecto, que el impacto de la dispersión de la educación es más fuerte que el promedio de educación, que logra aumentar la desigualdad del ingreso. Otra de las razones puede ser la omisión de variables dentro de la ecuación, que pueden contribuir a una reversión dentro de la tendencia en la desigualdad del ingreso.

Cuando las regresiones se elaboraron a través del método multivariante, se encontró que la dispersión tiene signos positivos y negativos para los diferentes años, la dispersión de la educación en conjunto para los 40 años es estadísticamente significativa, aunque no se sabe como fue el signo; algo interesante que podemos notar es que en 1965 la dispersión de la educación fue positiva, esto es, para países que iniciaban con bajos niveles de educación, la dispersión tenía un efecto positivo sobre la desigualdad del ingreso, con en el transcurso de los años, la educación se incrementó en ciertos países que lograron que los efectos de la dispersión fueran negativos en la desigualdad del ingreso.

Los nuevos campos de investigación sobre la distribución de la educación, medida como coeficiente de Gini de educación , y la distribución del ingreso, permiten analizar los impactos de una variable sobre otra. Nuevamente el modelo teórico permite, de cierta manera, ver los efectos de las variaciones del ingreso en función de las variaciones de la educación y de sus años promedio, la ecuación 9, permite ver estos efectos; existe una alta correlación entre la distribución de la educación y los niveles promedio de educación (-0.90), incrementos en la educación logran disminuir la desigualdad de la misma, pero la relación entre la desigualdad del ingreso y la distribución de la educación no es muy clara, (ver figura 3), aunque estudios recientes observaron que la mejor relación que guarda es una forma cuadrática.

La ecuación 9 se analizó de tres formas, la primera, a través de diferentes especificaciones del modelo, la segunda a través de regiones, y la tercera a través de secciones cruzadas en los 9 años de estudio. En los resultados de la primera forma, se encontró nuevamente, que el impacto de la distribución de la educación toma una forma de U, aunque para caso de la regionalizacion solo se cumple para países de la OCDE, y en cuando se hace un corte transversal, en la gran mayoría de los años, la U invertida si se cumple, aunque este resultado no es sorprenderte por tratarse de un corte transversal.

De acuerdo a la primera forma de la ecuación 9, dado que nos encontramos en el mismo dilema de la distribución de la educación en forma de U, los comentarios pueden resultar ser los mismos a los que se dieron con la dispersión de la educación, esto puede ser la alta correlación que guardan el coeficiente de Gini de educación y los años promedios de educación, de hecho, los resultados de la ecuación 9 de la tabla 6 columna 6, muestran bajos impactos de la educación sobre la desigualdad del ingreso, este resultado no varía si se trabaja con la dispersión de la educación o con su distribución. Pero, ¿cuánto significa disminuir 0.009 unidades absolutas en la desigualdad del ingreso?, y por otro lado, ¿qué tanto significa aumentar un año en la educación? Para países como los de África, incrementar un año de educación promedio lo hace cada 30 años (según datos de Thomas et al, 2000), mientras que para México, poder llegar a niveles de 7.3 años de educación en el 2000, le costó 30 años; pero lo sorprenderte es que no logró disminuir la desigualdad del ingreso, sino al contrario se incremento, aunque estudios hechos a países de la OCDE han demostrado que también empiezan a existir brechas amplias entre la distribución del ingreso. Para el caso de la curva de Kuznets, se cumple para la ecuación 8, mostrando que la educación tiene un efecto en los niveles de ingreso per cápita haciendo que la desigualdad disminuya a medida que esta se incrementa. Es notable que la educación tenga un efecto sobre la desigualdad del ingreso. ¿Por qué no hay impactos de las variables de control sobre la desigualdad del ingreso a nivel regional, excepto para los países de la OCDE?, para hacer referencia un poco a lo que se ha encontrado, se tomará como explicación la región de América Latina. En los últimos 40 años, en promedio, América Latina no ha logrado disminuir su nivel de desigualdad, estudios hechos por la CEPAL concluyen que la educación no ha sido factor tan impulsivo para la disminución de la desigualdad, ellos demuestran que el problema radica en la escasez de graduados universitarios, pero comparado con Asia, América Latina tiene una proporción más elevada de universitarios, y los retornos de la educación universitaria son aún más elevada que los de Asia, uno de los problemas que se identifica es la existencia de una alta expansión de graduados universitarios, permitiendo que haya una gran desproporción en la distribución de la educación, es decir, puede significar que América Latina se encuentra aún en proceso de expansión de la educación, a diferencia de Asia, América Latina no ha ampliado las oportunidades de entrada a niveles de secundaria, ampliando la brecha entre población universitaria y población con primaria. La clave se encuentra en que América Latina debe reformar sus políticas educativas, para que en cierto momento, la educación empiece a tener un impacto significativo.

V. Consideraciones finales

A partir de lo analizado en este trabajo, hemos notado que el papel del capital humano es fundamental
para el análisis del comportamiento de la desigualdad del ingreso, la educación como medida del capital humano debe venir acompañada de su propia distribución tanto absoluta como relativa, la distribución, como notamos, juega un papel aun más importante que la educación por sí sola, aunque éstas estén altamente correlacionadas, por lo tanto, debemos entender primero el comportamiento de estas dos variables antes de iniciar un estudio referente sobre la desigualdad del ingreso.

Por lo cual, de acuerdo a los resultados que tenemos acerca de la dispersión de la educación absoluta y los años promedios de educación tenemos las siguientes conclusiones:

• Todos los datos indican que existe una relación de curva en forma de U inversa, entre los niveles de educación y su dispersión, y que el punto en que dobla esta curva llega a los 7 años de escolaridad aproximadamente. El patrón observado de esta curva parece ser instructivo en muchos aspectos, en particular, da una explicación más profunda de la desigualdad del ingreso, porque incrementos en la desigualdad de la educación vienen siempre acompañados de la expansión de la educación en los países menos desarrollados, que puede ser una de las mayores causas de que no exista mejoramiento en la desigualdad del ingreso de estos países.

• Los resultados sugieren que los países menos desarrollados, siguen el mismo dilema que la curva de Kuznets sobre cambios en la desigualdad del ingreso durante el proceso de crecimiento económico. La expansión de la educación es considerada una de las claves para el impulso del desarrollo económico y también se espera que sea un importante ecualizador. Por lo que parece desalentador que la expansión de la educación puede incrementar la desigualdad de la educación en los países menos desarrollados. Aunque el problema es menos agudo que la relación entre crecimiento y desigualdad, de cierta manera permite a los gobiernos de los países menos desarrollados aplicar políticas educativas que motiven a ampliar los sectores de educación secundaria y terciaria, que relativamente dan los retornos en ingreso más equitativos.

• En contraste, en los países desarrollados o avanzados, dado que ellos se encuentran del otro lado de la curva, la expansión de la educación trae consigo un doble beneficio, por un lado se incrementa el stock de capital y por otro la distribución de la educación tiende a ser más equitativa. Esto puede ser atribuido a que la educación y la tecnología tienen efectos opuestos a la desigualdad del ingreso, pero que el efecto de la educación es mucho mayor que el de la tecnología, logrando disminuir la desigualdad del ingreso total (Tinbergen, 1975). Aunque esto necesariamente no pasa en los países menos desarrollados.

• La forma no lineal entre la educación y su dispersión pone en riesgo hacer una evaluación lineal, por ejemplo, si la desigualdad del ingreso se pone en función de los años promedio de educación, puede provocar sobreestimar o subestimar el parámetro. Similarmente pasará si solo corremos la desigualdad del ingreso en función de la desigualdad de la educación, y el parámetro podrá ser sobrestimado o subestimado del verdadero valor, de hecho, el ocupar una relación lineal entre la desigualdad del ingreso en función de ambos, puede estimar parámetros sesgados debido a los cambios entre la covarianza entre el promedio y la dispersión de la educación (Ram, 1986), por otro lado, tampoco existe aún un modelo específico que argumente ocupar una distribución de desigualdad cuadrática.


• Se puede decir que la curva de Kuznets se cumple, incrementos en la educación tienen efectos en el crecimiento y estos a su vez logran disminuir la desigualdad del ingreso, mayores estudios generan mayores incrementos en los ingresos que a su vez logran impulsar los niveles de desarrollo y disminuir la desigualdad del ingreso, el punto máximo se alcanza entre los $2200 y $2400 dólares.

• También se debe entender que la desigualdad del ingreso no solo esta en función de la educación, sino que también viene acompañada de otras variables como lo son, democracia, calidad institucional y recursos naturales. Un trabajo elaborado por Alberto Chong (2000), encontró que la desigualdad del ingreso es altamente afectada por la calidad institucional y la educación puede empezar a jugar un papel secundario, dando hincapie a nuevas líneas de investigación.

Para finalizar este artículo, se dice que la educación reduce la desigualdad solo sí dos condiciones se cumplen. Primero, los niveles iniciales de la educación promedio alcanzada deben de ser bajos, y segundo, la expansión de la educación debe incrementarse lo suficientemente rápido. Una explicación fuerte de estas dos condiciones puede resultar de las interacciones entra la oferta y demanda del capital humano, esto es, que la población elija estudiar y las empresas creen trabajos. Cuando el nivel promedio de escolaridad de la población es bajo, hay pocas personas con alta educación y que logran obtener altos ingresos, al mismo tiempo, no existen incentivos para la creación de nuevos empleos para trabajadores más calificados, donde las empresas restringen la curva de oferta. Sin embargo, cuando mas y mas gente educada entra a los mercados laborales, la velocidad de innovación tecnológica se incrementa, siguiendo la creación de empleos más calificados. Un mayor número de personas ganará un mayor salario y la desigualdad empezará a decrecer. Cuando la mayoría de la fuerza laboral tiene al menos educación primaria, los saltos en tecnología son posibles porque los trabajadores son más calificados y pueden ahora cumplir con tareas más sofisticadas. El alza de la productividad de los trabajadores es reflejada en sus salarios o ingresos, que de alguna manera tienden a reducir la desigualdad del ingreso. De esta manera, podemos replicar más una relación no lineal entre la educación alcanzada y la desigualdad del ingreso.

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