"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS A LA REFORMA CERO, MÁS ALLÁ DE UN GOBIERNO ÉTICO


Raymundo Castillo Bautista (CV)
lielander@yahoo.com.mx


RESUMEN

Este trabajo explora el significado del término Rendición de Cuentas en sí mismo, así como algunas de las relaciones conceptuales que mantiene con otros términos. Además se proyectan algunos trazos que bien pueden servir para conformar el establecimiento de una reforma expansiva a nivel cultural en el Estado y no tan sólo en los diferentes niveles del gobierno, que podemos denominar como “Reforma Cero”.

PALABRAS CLAVE
Rendición de cuentas, Accountability, reforma cero, gobierno ético, estado ético, Consenso de Washington.




1 INTRODUCCIÓN


Hoy día el término “Rendición de Cuentas” aumenta en su uso social, y como tal, también su difusión, sin embargo en tal proceso se sufre el riesgo de caer en una indeterminación, esto es, que se presenta la posibilidad de una condición inversamente proporcional, donde a mayor difusión y utilización de un concepto o término menor determinación del mismo. Por tanto, es necesario hacer una aproximación conceptual a lo que es la Rendición de Cuentas, con el objetivo de que en esta generalización dirigida a la opinión pública se sepa aquello respectivo a su significación actual, en este punto debemos recordar que el tiempo, el espacio y el uso son condiciones esenciales para su determinación.
Además del recorrido de la Rendición de Cuentas en sí misma, es necesario entenderla respecto a aquellos otros conceptos con los que se relaciona y a su vez conforman en sus interacciones una red conceptual compleja.

2 RENDICIÓN DE CUENTAS EN SÍ MISMA


Lo primero que debemos destacar respecto al análisis de la Rendición de Cuentas en sí misma como concepto, es el carácter epistémico que contiene. Esto es, que ella determina claramente a un sujeto que conoce un objeto en una realidad social determinada. Un objeto en sentido estricto puede ser entendido como cosa, pero también como las propiedades objetivas que definen un género de cosas y a su vez también, dentro de los trabajos filosóficos, se entiende como sustancia (Quesada, 1998. pp. 186-188).
Por tanto al preguntar por el objeto de la Rendición de Cuentas, en un primer momento lo hacemos por una acción determinada o conjunto de acciones ejercidas por un sujeto en específico, en un segundo momento estas acciones se convierten de transmisoras de un conocimiento en conocimiento mismo.

Ugualde (2002) nos dice que todo régimen político rinde cuentas de algo a alguien, siendo lo único que varia el grado con que se hace; sin embargo aclara, que la Rendición de Cuentas es el elemento central de la democracia representativa, de tal forma que es uno de los principales instrumentos con los que cuenta para controlar el abuso de poder y así garantizar que los gobernantes manden con transparencia, honestidad y eficacia. De igual forma comenta que el término adoptado en español “Rendición de cuentas” no expresa totalmente el significado de su parte anglosajona “Accountability”, sin embargo a pesar de las limitaciones signicas que presenta como palabra compuesta, fue tomada por el lenguaje español ya que este carecía de una palabra anterior que expresara el significado de la anglosajona. Etimológicamente deriva de la palabra latina reddere y computare. McLean define la Rendición de Cuentas como “el requerimiento para que los representantes den cuenta sobre el uso de sus poderes y responsabilidades”. Schedler, dice que es un concepto de dos dimensiones que denota la obligación de los políticos y funcionarios públicos de informar y justificar sus actos, y la capacidad para imponer sanciones negativas a los funcionarios y representantes que puedan violar ciertas normas de conducta. Luis F. Aguilar la entiende en el sentido social-jurídico de ser responsable de algo ante alguien, donde la información tiene el carácter de obligatoria.
Es de notar que gran parte de los autores que trabajan la Rendición de Cuentas utilizan como base de su concepción el modelo de Principal-Agente, el cual contempla una relación donde un sujeto delega (principal, que son los ciudadanos) a otro sujeto (agente o mandatario); tal modelo es utilizado también para explicar uno de los modelos de reforma del Estado, el llamado modelo contractual. El principal problema que puede surgir dentro del modelo principal-agente es el relativo a la asimetría en información, que puede conducir por un lado a la corrupción de aquel que tiene mayor cantidad de información y por otro lado a una brecha que imposibilita el conocimiento de lo que esta haciendo el agente por parte del principal.
Para Watt (2002), la rendición de cuentas forma parte del proceso de delegación. Donde el principal le da al agente los medios o le delega poder para un propósito y desea incentivarlo o castigarlo dependiendo sí le provee o no de dinero en el uso de esos medios o de ese poder. La rendición de cuentas consiste principalmente en mantenerla como un proceso, donde se reciba y de información.

Watt (2002), Zarei (2002) y Morgan coinciden en que la Rendición de cuentas se puede clasificar en cuatro tipos o dimensiones principales:

1 Política, se refiere a la delegación que hace el electorado sobre la asamblea o congreso y el presidente. Considera a los procesos y las estructuras electorales, el papel de los partidos políticos, los procesos de iniciativas y de referendum, la tradición y la historia política y el papel de los grupos de interés. Significa mantener algunos valores políticos como lo son la representación, la legislación parlamentaria o del congreso, lealtad entre partidos, solidaridad y objetivos políticos, opiniones públicas, y algunos principios constitucionales como la separación de poderes.

2 Legal, trata sobre el deseo de cambios legales a las acciones del cuerpo público, esto es, la creación de leyes de manera formal e informal, incluye además la prohibición a los conflictos de interés y los códigos profesionales de ética entre otros más. Significa un instrumento de control para mantener a los administradores dentro de las leyes, la legislación y otras regulaciones administrativas y gubernamentales.

3 Administrativa, Organizacional o directiva (en este tipo es donde los autores tienen divergencia, en el nombre aunque de una u otra forma se refieren a lo mismo), se relaciona con la eliminación del vínculo existente entre administración y política por parte del agente
(Nota: Tal vínculo es el que trata de separar el movimiento de la Nueva Administración Pública), y así obtener una mayor eficiencia y efectividad. Además contempla la estructura formal de autoridad y los arreglos organizacionales para la implementación y el control administrativo. Funciona como monitoreo de lo mal hecho, para así corregirlo y aumentar la eficiencia, efectividad y responsabilidad del gobierno.

3 Pública, hace énfasis en las entradas (economía), salidas (eficiencia) y sobre todo en los resultados (efectividad)

4 Profesional, consiste en eliminar el problema de de información dado por la posible discrepancia entre una realidad, el conocimiento del principal y el del agente que es de carácter profesional

Una segunda forma de clasificar la Rendición d cuentas, y que sirve como complemente a la anterior, es aquella que la contempla desde una perspectiva horizontal y una vertical. La primera de ellas contempla la existencia de instituciones (del Estado) que se dedican a supervisar y sancionar a otras instituciones y sus agentes. Se desarrolla en instituciones del mismo nivel jerárquico, y que son independientes entre ellas. El caso más claro queda representado por los tres poderes, en el cual se fiscalizan mutuamente para sí poder tener un equilibrio por medio del sistema de pesos y contrapesos. Otro ejemplo lo representa la existencia del sistema bicameral y que en combinación con un buen sistema electoral, permite el equilibrio entre una cámara y otra. Mientras el segundo tipo, el vertical, es el resultado a una relación desigual, pues se da entre un superior y un subordinado, o entre los votantes y el candidato a representante. A su vez, puede ser dividida en dos, la electoral y la social vertical, de acuerdo a O´Donell. La rendición de cuentas vertical electoral es aquella donde las elecciones sirven como mecanismo que estimula la responsabilidad. Por eso, desde la perspectiva de algunos investigadores mexicanos, la necesidad de modificar el sistema electoral para permitir un sistema de reelecciones, pues funcionaría como estímulo y recompensa al buen desempeño de esos servidores. Sin embargo el voto, como lo señala Ugualde (2002), carece de efectos secundarios respecto a sanciones dados incumplimientos y abusos hacia el representante. El mismo autor, indica que el término de Rendición de Cuentas en México, aparece dentro de la Constitución de 1917 por primera vez, sin embargo de ese entonces a 1927, una década, tan sólo se menciona 27 veces en diversos debates; de 1947 a 1957 se utiliza 39 veces, y es hasta finales del siglo XX que tiene una utilización significativa en comparación con los años anteriores, asciende a 84 menciones. Y es en el Plan Nacional de Desarrollo elaborado por la administración de Zedillo en donde se le asigna un lugar dentro de la agenda presidencial; que es seguido y proyectado dentro de la administración de Fox.
Reuben trabaja el modelo de rendición de cuentas vertical social, menciona que el ciclo de Rendición de Cuentas involucra cuatro etapas que conforman un circuito descentralizado, sinergético y sostenido de responsabilidad social y que integra puntos de entrada y mecanismos concretos, se conforma así de un marco legal, un ambiente regulatorio, los recursos o información y por último las capacidades, y que van de un nivel nacional a uno subnacional, al centro de este ciclo se mantiene el compromiso civil. Además propone una matriz ROVIN, donde propone el ambiente propicio para la Rendición de Cuentas, formulada por 5 factores y 3 dimensiones (ver cuadro 1).

Cuadro 1

ROVIN

Dimensiones

Marco Legal

Arreglos Institucionales

Contexto Cultural

Factores

Negociación

Decretos estableciendo espacios de negociación

Voluntad política, espacios institucionales

Practicas de tolerancia

Información

Derecho a información publica

Practicas de entrega de información pública

Redes informales de información

 

Voz

Regulación de los medios de comunicación

Control político de medios

Uso de medios por grupos sociales diversos

Organización

Libertad de asociación

Reconocimiento

Capital social

Recursos

Sistema impositivo

Fondos de donación públicos

Filantropía social

Reuben William,  Hacia un Sistema de Rendición de Cuentas,
Presentación del  Taller sobre el Fortalecimiento de Capacidades
de Sociedad Civil para el M&E en el Marco de las ERP

 

 

3 RED CONCEPTUAL
Dentro de la red conceptual que se construye para poder entender lo que es la Rendición de Cuentas se encuentran una serie de eventos y conceptos, donde algunos de ellos actúan como condicionantes directos y otros como condicionantes indirectos sobre ella. En este sentido, destaca la importancia que tiene como condicional para la obtención de la Rendición de Cuentas la configuración del Estado, pues es necesario como punto de origen una Carta Magna, una Constitución que exprese la voluntad de cada individuo para conformar una federación, una alianza necesaria entre cada uno de ellos y los Estados que conformaban anteriormente, para así obtener como resultado un ente trascendente que sea capas de lograr los objetivos fijados por tal pacto y sobre el cual no se imponga voluntad alguna. Así como es necesario el establecimiento de un sistema federal, en cualquiera de sus formas, presidencial y parlamentaria, también es necesario un Estado de derecho por el cual el ente trascendente (Estado-nación dentro de la teoría clásica del Estado, Estado-unión o bloque de naciones en la actualidad) norma y configura la realidad de los entes inmanentes (ciudadanos), al igual que la conformación de una democracia. De tal forma que estos 4 elementos, tener una constitución, ser un sistema federal, de derecho y democrático, son condicionantes para que pueda darse la Rendición de cuentas.
Es necesario recordar que uno de los mayores logros del Estado moderno en relación a su antecesor, el Estado unitario, es el establecimiento de una esfera pública que garantiza una serie de derechos individuales, y que desde su formación hasta la actualidad se presentan en cuatro generaciones.
Los derechos de 1ª generación son los derechos civiles del siglo XVIII. Incluye la igualdad de las mujeres, de los jóvenes, de los analfabetos, del personal de servicio, entre otros. Los derechos de 2ª generación corresponden a los derechos políticos del siglo XIX, encontrándose entre ellos el sufragio universal, la legislación de los partidos políticos, autonomía territorial, el desarrollo de la democracia. Los derechos de 3ª generación se desarrollan en el siglo XX y son los derechos sociales como el trabajo, la vivienda y la sanidad. Mientras los de 4ª generación pretenden estar vinculados a las nuevas realidades tecnológicas, territoriales y económicas, como el acceso a las TIC´s, la sostenibilidad, el medio ambiente y la calidad de vida.
Además, la aparición del Estado Moderno, como bien lo señala Kitaro (1985, pp. 157-172), fue el proceso de racionalización del mundo histórico, donde todo hombre es hombre de lo político y toda cosa es cosa de lo público, además todo hombre, en cuanto sujeto histórico, tiene derechos y todas las cosas, a su vez, deben ser propiedad del alguien. Sin embargo, tal aparición también implicaría el surgimiento de la autoidentidad de lo contrario, donde se oponen sujeto y ambiente, hecho y activo, trascendente e inmanente, múltiple y uno, Estado y pueblo.
Como tercer punto dentro de la conformación del Estado moderno y de vital importancia para el papel que juega la Rendición de Cuentas se encuentra la división de poderes, por la cual se pretende el evitar la concentración de la toma de decisiones en una persona para su propio beneficio.

Al acercarnos al concepto de Rendición de Cuentas, debemos tener presente que dentro del contexto de lo público adquiere la forma de una política pública a nivel nacional. Siendo así necesario entender lo que es una política y el proceso o ciclo que se gesta en su interior. Guadarrama (2003) define a la política pública como el medio por el cuál el Estado centrado en el bienestar de la población logra sus fines; mientras, para la CEPAL, son políticas todas las acciones organizadas en torno a objetivos de interés colectivo. Las políticas públicas, en palabras de Lahera (2000), son cursos de acción o flujos de información relativos a un objetivo público, desarrollados por el sector público con la frecuente participación de la comunidad o el sector privado; pueden incluir orientaciones o contenidos, instrumentos o mecanismos, y aspectos institucionales.
De acuerdo a Eugenio Lahera (2000) las políticas públicas deben de cumplir una serie de características como son:
1) ser representativas, corresponder tanto a la agenda pública como satisfacer una demanda social, 2) dirigirse a las tareas del gobierno y no restar espacio a la comunidad o al sector privado, 3) estar integradas con otras políticas, 4) ser específicas y claras, 5) clarificar la responsabilidad del sector público, de la comunidad y del sector privado, 6) tener su evaluación determinada desde un inicio, 7) establecer responsabilidades a los ejecutores de ellas, 8) ser evaluadas, 9) permitir una relación fluida en todas las etapas, entre el sector público y la comunidad.
Además, según el mismo autor, en su elaboración deben de constar de tres elementos: 1) Objetivos públicos, 2) Actores públicos y privados que intervienen para su cumplimiento, y definir el tipo de intervención, sea esta directa, por regulación o por generación de externalidades, 3) Aspectos institucionales, como orientaciones, instrumentos, mecanismos y modificaciones institucionales.
Anthony Downs propone un modelo en el cual desarrolla el ciclo de vida para las políticas, el cual provee información importante sobre lo que se debería esperar de una política. Su modelo consta de 5 fases:
1 Estado Pre-problema
Se tiene atención en algún problema por un pequeño número de personas interesadas, pero todavía no tiene la suficiente atención como para poder ser considerado como un problema público.
2 Descubrimiento alarmante
El público inicia a tomar atención en un problema hasta que alguna crisis dirige su atención a él. El público tiene la sensación de que hay una crisis que requiere de atención pública. La atención es centrada en eventos dramáticos únicos.
3 Entusiasmo eufórico
Se grita por acción. Algo debe de hacerse para calmar al público, el público desea ver acciones vigorosas sobre la crisis. El gobierno tiene que hacer cambios en las políticas para atender las llamadas por la acción.
Esta fase es llamada de entusiasmo eufórico debido a que el público y los creadores de las leyes para ese problema, sienten que una solución será encontrada. Ambos adquieren una mentalidad de nunca más respecto a ese problema ya que desean que no vuelva a pasar. Este entusiasmo eufórico es casi siempre irracional.
4 Realización de los costos
El público y los encargados de realizar las leyes inician a ver los costos y dificultades en el área de la política. Lentamente el público descubre los costos indirectos asociados a su respuesta eufórica. Mientras las personas comienzan a reconocer los costos y dificultades para su acción, el entusiasmo empieza a desaparecer. Los costos se pueden presentar de diversas formas como lo son los impuestos.
5 Estado post- problema
En algún sentido este estado puede considerarse como un regreso al estado de pre – problema, aunque no necesariamente. Nuevamente la atención a la política se limita a un grupo especializado de gente interesado. La discusión del problema solo continua entre los más interesados y los más directamente afectados.

Entre las fases 2 y 3 probablemente se crean una serie de cambios estratégicos o nuevas estructuras. Las leyes debieron de haber creado nuevas organizaciones para resolver el problema o simplemente agregar nuevas líneas a las viejas agencias. Estas estructuras persisten más que la atención. Mientras la atención desaparece lentamente, las estructuras se mantienen dirigidas a su misión. La legislación puede crear nuevos programas o nuevas y completas organizaciones. Las nuevas estructuras continuaran jugando un rol importante en el discurso de políticas especializadas en el estado del post- problema.

También es necesario considerar ciertos momentos económicos determinantes para la necesidad de la Rendición de Cuentas como son el Plan Brady, en 1986, propone una reestructuración de la deuda de los países latinoamericanos resultado de la “década pérdida” (denominación con la cuál la CEPAL nombra al retroceso en desarrollo económico y social ocurrido en la década de 1980, por ejemplo el producto real por habitante en 1989 se retrajo al nivel de trece años atrás, esto es, el de 1976), más tarde el plan tomaría mayor forma e impacto por medio del Consenso de Washington. Jonh Williamson inventó este término en 1989 (Williamson, 2004), que se ha interpretado desde 3 puntos de vista, el primero de ellos, el de John Williamson, es utilizado para referirse a una lista de 10 reformas políticas, las cuales en acuerdo con Washington debían ser sugeridas a la mayoría de los países de América Latina a partir de 1989, por esta razón se decidió agregar el “Washington” al nombre del consenso, aunque para aquellos en contra de él se entendería como una forma de imposición por parte de tal lugar y además, la gente que participaba en las reformas en Washington buscaría adjudicarse el crédito de su creación. Uno de los propósitos de esta reunión, fue conocer que tanto habían cambiado los puntos de vista de Washington, siendo así que el cambio más profundo se encontraba en los procesos.
El segundo punto de vista consistió en entender al juego de políticas económicas para los países en desarrollo en relación a las instituciones financieras internacionales, principalmente el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Los diez puntos originales fueron aumentados con otros diez (ver cuadro 2), que hacen un gran énfasis en las reformas institucionales y además hacen un pequeño reconocimiento a la dimensión social, los cuales también aparecen como requisitos en la Carta de Desafíos para el Milenio.

 

  Cuadro 2

Consenso de Washington

Consenso aumentado

Original

Lista original más:

Disciplina fiscal

Reforma Política y Legal

Reorientación al gasto público

Regulación de las instituciones

Reforma fiscal

Anti-corrupción

Liberalización financiera

Mercado laboral flexible

Tipos de cambio unificados y competitivos

Acuerdos de comercio mundial

Liberalización de mercados

Estándares y códigos financieros

Apertura a la inversión directa extranjera (IED)

Cuentas abiertas de capital prudente

Privatización

Regimenes para tipos de cambio sin intermediarios

Desregularización

Precios netos de seguridad social

Seguros de propiedad de derechos

Reducción de la pobreza

Dani Rodrik, “After Neoliberalism, What?”, 2002 en
John Williamson,
The Washington Consensus as
Policy Prescription for Development,
2004

 

 

El tercer punto de vista, representado por los críticos, contempla al conjunto de políticas como una imposición a sus clientes que busca la minimización del estado por medio de los agentes neoliberales.
Llama la atención que el Consenso declara como principal causa de la crisis latinoamericana el crecimiento del Estado, manifestado por una regulación excesiva y numerosas empresas estatales ineficientes, además de un populismo económico dedicado a controlar el déficit público, acompañado de hiperinflación, exceso de burocracia, falta de productividad y un manejo corrupto existente en las instituciones del Estado.
El resultado esperado al aplicar el conjunto de políticas económicas era la obtención de una economía con crecimiento sostenido, eficiente y competitivo, el cuál incrementaría los índices de empleo y los niveles salariales. El Estado benefactor tendría que transformarse en un Estado regulador y competitivo, además de satisfacer necesidades de rentabilidad, flexibilidad, desregulación y cooperación, pues los altamente desarrollados mercados necesitan de plena libertad de circulación para poder garantizar las máximas rentabilidades. Para Paul Krugman, el Consenso de Washington forma parte de un nuevo pacto, realizado entre el Estado y los mercados.
El Fondo Monetario Internacional menciona 3 de las más grandes y fuertes críticas que ha sufrido el Consenso de Washington:
1) Es un modelo económico impositivo e inflexible desarrollado por la nueva derecha para el mundo en desarrollo de la década de 1970 y 1980, para un diverso rango de economías en desarrollo del mundo. Por lo que el consenso ha dejado diversos problemas de carácter político y económico.
2) Esta diseñado para asegurar que los gobiernos del sur puedan rembolsar sus deudas comprometiendo objetivos sociales y económicos, como los educativos, de desarrollo del bienestar y de la disminución de la inequidad.
3) El asumir lo propuesto por el Consenso mina la soberanía nacional y desacredita los sistemas democráticos debido a la dependencia financiera.
Una vez establecidos los lineamientos económicos era necesario también plantear la forma de asignar recursos, para ello el surgimiento de la NAP, resultado a la necesidad de reformar el gobierno.
Cave aclarar que la Nueva Administración Pública (NAP), la gestión pública, la nueva gestión pública, el movimiento de modernización administrativa y reforma del Estado, o también new public management (en inglés) son términos símiles, que dependen más de los autores que los utilizan que de alguna distinción epistemológica. Siendo así que la característica distintiva de este movimiento es la incorporación a la administración pública tanto de las técnicas como de la ideología (lo estratégico), distintivas de la administración privada (management), por lo que la organización se enfoca en la eficiencia, y a su vez hay un mayor énfasis en las políticas y en las decisiones.
Para Crozier, la organización debe ser capaz de asimilar los cambios generados por la sociedad posindustrial, de tal forma que el Estado, al adaptarse a los problemas y la diversidad de condiciones, evita la creación de una sociedad bloqueada. Crozier, identifica como principal responsabilidad pública del Estado a la maximización del bienestar.
La nueva administración pública de acuerdo al CLAD, es para América Latina un elemento fundamental que puede mejorar tanto la capacidad de gestión del Estado como aumentar la gobernabilidad del sistema político.
Para Gloria Guadarrama (2003), el cuestionamiento realizado a los conceptos de racionalidad y burocracia son fundamentales dentro de la transformación del Estado y para el surgimiento y establecimiento de la gerencia pública, ya que esta responde a la rigidez e incapacidad creada por estos términos al intentar satisfacer las necesidades sociales.
Uno de los principales cambios que plantea la NAP es el respectivo al modelo, esto es transitar de un modelo tradicional a uno innovador (ver cuadro 3), para así maximizar el impacto externo y la eficiencia interna, dejando de lado el énfasis en la eficiencia del producto (generación y entrega del mismo).

La NAP busca la reestructuración del Estado y para ello ha y esta desarrollando diversas líneas de trabajo que con el tiempo se convierten en políticas nacionales como lo son la sociedad de la información, la meritocracia, la ética aplicada, las practicas de buen gobierno, la función pública, el gobierno electrónico, entre otros.
La Nueva Administración Pública se sustenta en la idea de que el conocimiento de la realidad en su totalidad es imposible, por lo cuál sus soluciones son limitadas. Se caracteriza por:
La descentralización, la externalización y la privatización
La separación de las estrategias políticas de la administración
La creación de una administración descentralizada
Sistemas de control central
La creación de productos dirigidos a sectores de la organización
Énfasis en los resultados más que en procesos y procedimientos
Orientación a las necesidades del consumidor más que en los intereses de la organización o los burócratas
Desarrollo de la cultura de la administración empresarial

4 REFORMA CERO
La necesidad de las reformas de primera y segunda generación, fruto del consenso de Washington, es inminente así como el beneficio que pretenden, enmarcado principalmente dentro de lo que son los ingresos y egresos del Estado.
De igual forma el trabajo realizado para crear un Sistema Electoral Federal, Estatal y Municipal más confiable y fiable, la emisión de una Ley de Transparencia, la implantación y desarrollo de una democracia real al interior de cada comunidad, así como el trabajo a nivel de opinión pública para que el ciudadano asuma en la praxis a la Federación, que como bien sabemos aparece conceptualmente dentro de la redacción de la Constitución Mexicana; el desarrollo de una Cultura de la Legalidad, y el trabajo por consolidar un Estado de Derecho, ha sido basto.
Sin embargo además de todo este esfuerzo plasmado en lo jurídico, reflejado por las reformas institucionales y estructurales o esenciales del Estado, o mejor dicho del Gobierno; hace falta otro tipo más de reforma, una que complemente a las ya puestas en marcha, una que no tenga por objeto a las instituciones y el actuar de la misma en cuanto que son representadas por los individuos, sino una que busque reformar la esencia de todos los actores que conforman el Estado.
Dada la importancia que pretende puede ser denominada como Reforma Cero.
La Reforma Cero es necesaria debido a que los cambios propuestos por las otras dos reformas no necesariamente evitan, disminuyen o eliminan la corrupción, como bien hemos podido observar la Rendición de Cuentas dentro de la presente administración ha adquirido un papel cínico por parte de algunos agentes, si bien es cierto que después de tal comportamiento han quedado fuera de sus cargos por este mal uso de los recursos y que no son identificables por afiliación partidista, si no más bien por la débil voluntad de los individuos a acatar el bien común. Las acciones que se han tomado contra estos casos han sido correctas pero ocurren dentro de lo reactivo y no dentro de lo preventivo.

Esta reforma es una reforma de carácter moral, donde más allá de buscar a la gente buena e iluminada que conduzca al desarrollo nacional, tanto el intentar encontrar a esta persona como el definir la bondad en ella llevaría a asuntos de indeterminación dentro de la esfera de lo abstracto alejándonos así de la praxis del mundo, por lo que se debe establecer al bien común como fuerza inmanente, que de forma objetiva (independiente de cada individuo) por medio de unas leyes elaboradas en, por y para lo público, y una cultura donde cada individuo participe y se interese por la construcción de un bien general y público, actúe para evitar que todo individuo dentro del Estado sea corrompido.
Significa transitar de un Estado coercitivo y cerrado, en un sentido estricto, a un Estado redentor, y más tarde a un Estado de bien público.

Esta reforma implica trascender la categorización de las diversas acciones en buenas y malas, más bien debe tenderse a entender por parte de todos los ciudadanos el posible daño o beneficio que puede resultar de ejercer una u otra acción que se hace y ejerce sobre el otro, más que el castigo o recompensa que puede recibir por las mismas, es generar y dar razones hacia ellas.

El principal objetivo de la Reforma Cero es evitar la generación de cualquiera de las siguientes dos formas o analogías: la primera de ellas se refiere al riesgo de construir una vitrina de museo, delicada y frágil que en cualquier momento y que ante cualquier evento pueda fragmentarse y así los elementos que pueda contener sean corroídos por el contacto que tenga con el aire; mientras la segunda pretende evitar la formación de una caja fuerte transparente, impenetrable, donde todo aquel que dirija su mirada hacia ella vea dentro de ella, como se viola al otro, como se impone ante sus derechos, y que busque en los diversos mecanismos diseñados para el bien público su bien propio, reflejando así, por su uso, el cinismo de su actuar. Para poder trascender estas formas es necesario hacer de la Constitución la llave para traspasar esas paredes trasparentes aparentemente impenetrables.
El no tomar seriamente los elementos de una Reforma Cero, a nivel moral, puede llevar la búsqueda por engendrar un Leviatán, a la degeneración, al nacimiento de un Cuasimodo, esto es, obtener un Estado sin forma, con una joroba que representa un peso innecesario e inútil, que pudo haber sido prevenido, resultado de la ceguera hacia lo que esta pasando interna y externamente y de la sordera de él hacia aquellos a los que representa; y que no tardaría por convertirse en el centro del abuso de aquellos otros Estados que sustentan el poder y de las burlas de los demás Estados.

5 CONCLUSIONES
La principal ventaja que tiene la utilización de la Rendición de Cuentas dentro del marco estudiado es que pretende disminuir el poder mal controlado por parte de los diversos actores que toman decisiones y que afectan directamente a la esfera pública, y a su vez por medio de este control evitar la corrupción de la misma persona (agente) ante el poder resultado de la ventaja que le proporciona el manejo de información mayor en comparación con la cantidad de información que hace uso y que maneja cualquier ciudadano. Esto es, la Rendición de Cuentas se encarga de limitar el rango de acción de estas personas, para que de esta forma, en la posición que ocupan dentro del sistema, no la utilicen para aquello que contravenga al bien común y a la mayoría.
Sin embargo, esta concepción que intenta prevenir la corrupción, contiene dentro de ella misma la esencia de su degeneración, que puede ser ilustrado a manera de paráfrasis como “la corrupción no se crea ni se destruye tan sólo se transforma”, lo que quiere decir que al tomar como agente simplemente a aquel individuo que toma y/o ejecuta las decisiones dentro de lo público, sea llamado funcionario público, oficial civil, servidor público, político, legislador, o administrador público; quedan de lado otros actores, los correspondientes a las demás esferas de poder, y que, como resultado a este enfoque en lo público, la balanza de la corrupción se desnivela en otro sentido, lo cual puede repercutir, si no lo detectamos y evitamos a tiempo de manera pro-activa, en una desnivelación mayor a la de la actualidad. Siendo que en este desequilibrio se permite que las sanguijuelas adquieran la indumentaria de un rechoncho y bonachón pastor ante pura oveja carnívora negra y flaca, pues no hay otra, para así acercarse lo suficiente y beber excitadamente su sangre; o en dado caso, si de opciones se trata, pensando positivamente, a la flaca y negra oveja carnívora con su propia especie lo único que le queda es ser devorada por las aves de rapiña ante su agonía en el mundo. Triste fábula que es el mundo, conformado por flacas y negras ovejas carnívoras, sanguijuelas pastoras y aves rapazuelas, tan sólo devorándose día tras día en su infinidad.
Por tanto, el objetivo de toda Rendición de Cuentas debe trascender la esfera de lo público, además de desarrollarse dentro de ella, tiene que proyectarse a la esfera de lo privado, de lo religioso, de los medios de comunicación y a la de lo social, debe ser una Rendición de Cuentas Total, pues cada una de ellas se encuentra interconectada con las otras y al intentar eliminar y romper el círculo vicioso presente en una de ellas, esté se puede trasladar y generar a otra, incluso hasta el nivel de contaminar todas las esferas y las interconexiones. Siendo así que se necesita de un equilibrio entre las diversas esferas que nos constituyen como humanidad, como Estado, entre los Estados y hacia los Estados. Creando así un círculo virtuoso a manera de fractal, esto es, que al nivel más pequeño o subatómico de representatividad, de gobierno y de interés social se articule el bien común, y de igual forma ocurra en cada nivel o capa ascendente, hasta llegar a la complejidad del globo.

Todo esto implica una responsabilidad no sólo hacia sí mismo por parte del agente, ni únicamente entre agentes o del agente hacia el principal, presupone además la responsabilidad por parte del principal hacia sí mismo y entre principales, pues por una parte las personas juegan el rol de principales mientras por otra se dedican al papel que les confiere cada esfera a la que pertenecen.
Incluso, mucho antes de hablar de asumir responsabilidades para los agentes y los principales, se debe tomar la responsabilidad hacia el yo y hacia el otro, un otro trascendente (el Estado) y uno inmanente (el conciudadano).
El principal lineamiento que nos debe conducir, es aquel en donde consideremos que el colaborar para el crecimiento del todo es la causa que permite el crecimiento del uno. A medida que cada ciudadano colabore con el todo (bien público) para su crecimiento, el todo colaborara con cada ciudadano para su crecimiento.
Y a pesar de todo, algún día ante mis descendientes y entre ellos poder contar y recordar con alegría ante su abolición este gran inicio para una fábula “Un día yo viví en un país de ratas, entre ratas y para ratas…”

 


 

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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Raymundo Castillo Bautista "De la rendición de cuentas a la reforma cero, más allá de un gobierno ético"  en Contribuciones a la Economía, abril 2005. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/