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"Contribuciones a la Economía" es una revista académica con el
Número Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360

 

EL INMINENTE CRAC ECONÓMICO MUNDIAL
 

Miguel Díez
Presidente de REMAR
migueldiez@remar.org

          

Este es un capítulo, a modo de introducción, del libro ‘Economía del Reino’ (2003) donde se exponen 12 claves o principios que describen y actualizan una visión bíblica de la economía.

Dios es Oikónomo perfecto y administra con  total sabiduría su casa, su reino, su familia, su pueblo, estableciendo un exacto equilibrio en toda su creación, como lo hizo al crear todo el cosmos, y como lo mantiene por su poder y omnisciencia. Por ser esta su naturaleza, el Todopoderoso quiere formar a sus hijos, sus discípulos, como administradores a su imagen, instruyéndoles, por medio de  la revelación de su Palabra, para que sean mayordomos fieles en la tierra, impartiendo la justicia distributiva, para bendición y bienestar de los pueblos.

El telón de fondo de este libro lo constituye mi actividad como fundador y presidente de REMAR (http://www.remar.org), una ONG para el Desarrollo que realiza actualmente proyectos de rehabilitación y solidaridad en más de 50 países. Los principios que comparto en este libro se sitúan en el marco de esta ONGD, que brevemente describo al final de este capítulo. 

             

(Inicio del Capítulo)

                  La terrible señal del juicio de Dios sobre el capitalismo se produjo, con asombro mundial, el 11 de Septiembre del 2001; desde entonces  ya nada será igual. Una muy diferente etapa de la historia ha comenzado.

                Con este colosal acto terrorista se abre la caja de Pandora, soltando rayos y truenos, mostrando al mundo los pies de barro del Mammon, su debilidad y corrupción, el efecto boomerang del abuso bélico y capitalista, iniciándose la terrible caída del dominó, ya anunciada y esperada por eminentes economistas, que se mantenían confundidos por su retraso. Compañías, monopolios gigantescos y la bolsa se descalabran, en carambolas sorprendentes, llevando al agujero a muchas empresas y trabajadores, repercutiendo trágicamente en todos los países americano-dependientes, porque la madre está dispuesta a devorar a sus cachorros con tal de salvarse ella misma y  poder seguir manteniendo su ritmo de lujos y despilfarros, de usar y tirar, de formar la mayor generación de hombres elefante, con sus asombrosas gorduras, por su gula consumista.

           

                   Con toda certeza que cosecharán la misma tragedia que le alcanzó al hijo pródigo, por despilfarrar los bienes de su herencia; acabando en las pocilgas, cuidando cerdos:

Lucas 15, 14-16  Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba

 

                 La catástrofe económica mundial no ha hecho más que empezar y se irá generalizando y agudizando cada vez más, principalmente por las siguientes causas:

             1º) Como consecuencia de la estratagema diabólica que desarrollan, desde hace varias generaciones, para lograr el dominio mundial, en  un complot orquestado con premeditación y alevosía,  los “Apóstoles Iluminati” de la  Nueva Era,  magnates y banqueros internacionales, que ya tienen atrapados en sus redes a muchos monarcas y presidentes de gobiernos, científicos, artistas, fundaciones, ONGS e instituciones religiosas, esotéricas o de masonería, etc., en su continuo crecimiento.

Daniel 11,21 Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos.

 

                     Esta telaraña gigantesca levantará al Anticristo, dentro de no mucho tiempo, por lo que le interesa crear la desesperante necesidad de un pacificador, de un gobernante mundial, que asegure el equilibrio y la supervivencia a todos los pueblos del mundo, ya interrelacionados irreversiblemente por la globalización, y para ello siembra el caos,  hundiendo países que, así, van cayendo atrapados en su proteccionismo aparente, por sus diferentes tentáculos del Banco Mundial, del Fondo MonetarioInternacional, de la O.N.U. etc.

                   2º) Por la corrupción moral a todos los niveles, de los pies a la cabeza o viceversa, de gobernantes, instituciones, religiones, empresas de todo tipo, grandes y pequeñas,  y de  multitudes de personas que han caído en el  ansia de riqueza y poder.

Jeremías 6,13  Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.

 

                Con todo tipo de inmoralidades, robos, desfalcos, estafas, falsificaciones de lo más pintorescas e ingeniosas de moneda, de tarjetas de crédito y de  toda clase de productos comerciales, esta marabunta, de pirañas humanas, devasta la economía, mucho peor que  si fueran una plaga de langostas.

2ª Timoteo 3,1-5 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

 

                A esto que hay que sumar la codicia imparable de las multinacionales, que son como gigantescos aspiradores de liquidez económica, pues cobran al contado y pagan a muy largo plazo, que retuercen el precio del producto hasta estrangular a los proveedores, mientras ellos van desarrollando sus propias industrias básicas de producción, arruinando a millones de pequeños comerciantes por todo el mundo, que se ven abocados al cierre de sus negocios, por no poder competir con esos monstruos. Cada hipermercado destruye o debilita más de mil pequeñas empresas, pues abarcan todos los gremios concentrados y mantienen una agresividad comercial irresistible para  los consumidores, que entran masivamente por sus puertas, como si acudieran hipnotizados por algún “guru” al rito periódico del dios Mammon, en sus templos paradisíacos. Es triste recibir visitas, incluso de ministros cristianos, que vienen a Madrid y no se les ocurre visitar el Museo del Prado, pero sí se acuerdan, la mayoría,  de recorrer  los grandes almacenes de la ciudad.

                          3º Por el hiperconsumismo y despilfarro general, que lleva a endeudamientos crecientes, que sobrepasan las posibilidades de amortización y de pago de intereses de la mayor parte de empresas y consumidores, produciendo impagados de todo tipo y desequilibrios ascendentes, además de una inflación imparable, por dispararse la demanda.

Proverbios 21,17 Hombre necesitado será el que ama el deleite,

Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

 

                Por este fenómeno también se arrasan los recursos naturales, para poder atender a la gigantesca producción que se necesita para saciar el apetito de los consumidores. Solamente el consumo de la comida basura americana, de las hamburguesas, está causando   que miles de Has. sean devastadas cada día, para transformarse en pastos que alimenten a millones de cabezas de ganado, que han de sacrificarse cada mes, más de cien mil diarias, para calmar ese embrujado apetito de cientos de millones de adictos  a ella. Más terrible  aún es descubrir que muchas de estas deforestaciones se realizan después de la devastación provocada por pirómanos contratados, que hacen descender el precio de los bosques al incendiarlos, enriqueciendo a las gigantescas papeleras, y facilitan su posterior uso, después de talados, ya quemados, por no tener ninguna otra alternativa, para pastizales.

                        4º) Por el incremento apocalíptico de los desastres naturales, como terremotos, tifones, huracanes, tornados, inundaciones, etc., en una justa reacción de la naturaleza, ante la catastrófica manipulación humana de la misma, produciendo destrucción de riqueza en cantidades astronómicas, a veces billones de dólares en unos minutos, deshaciendo todo equilibrio financiero, como de un plumazo.

Joel 1,17-20 El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo.¡Cómo gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas.

A ti, oh Jehová, clamaré; porque fuego consumió los pastos del desierto, y llama abrasó todos los árboles del campo. Las bestias del campo bramarán también a ti, porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderas del desierto.

 

                       Igualmente, los desequilibrios climáticos, por la sobresaturada intoxicación atmosférica, causada por la frenética maquinaria industrial, se traducen en sequías, desertizaciones imparables, que se alternan con las lluvias extremas torrenciales, impidiendo, ambas, la producción agrícola y ganadera, y de un sinfín de otros recursos, que son absolutamente dependientes del equilibrio climático.

Joel 1.10-13 El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite.

Confundíos, labradores; gemid, viñeros, por el trigo y la cebada, porque se perdió la mies del campo. La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.

                     Así mismo, se han contaminado los mares, los ríos, los bosques, etc., por vertidos incontrolables de residuos tóxicos, inmensas mareas negras de petróleo, lluvias ácidas por fugas radiactivas y toda clase de productos químicos y bacteriológicos, que se arrojan al retrete del mundo, del cual hemos de respirar, beber y comer después.

Ezequiel 38,22 Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.

                Según Green Peace, nuestro planeta está en fase terminal e irreversible.

                     5º) Por el desproporcionado aumento del gasto sanitario,     con tantos virus nuevos y tantas mutaciones de los viejos, que como  ejércitos infernales se multiplican a gran velocidad.

                      Desde que la peste del SIDA ha aparecido en la humanidad, matando ya a muchos millones de personas y enfermando a más de 200 millones en la actualidad, una gran variedad de extrañas pestes proliferan, llenando los hospitales,  donde, por todo diagnóstico, te dicen que la causa de tu enfermedad  es un virus desconocido.

Lucas 21,11 y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.

 

                   Sólo la asistencia continuada de un enfermo de SIDA, que hoy por hoy ha de ser indefinida, de por vida, cuesta más de 500$ mensuales, únicamente para pagar  la medicación, a lo que hay que añadir las continuas, diferentes y costosas pruebas clínicas, los internamientos hospitalarios, etc.

                         Es de destacar, como si de ciencia ficción se tratara, que bacterias, virus, insectos y diferentes   tipos de animales se hacen cada vez más letales, en su relación con los seres humanos, especialmente causando alergias de lo más dispares y peligrosas, que se multiplican. ¿No será  también una venganza de la fauna y la flora terrestre?

                        Por aumentarse la ansiedad, el estrés, la competencia feroz,  sobre todo por la carrera desenfrenada de la codicia, se multiplican las    depresiones y  toda clase de fobias, manías y psicopatías, llenando los psiquiátricos de enfermos, con el correspondiente gasto gigantesco en fármacos, absolutamente  ineficaces, y  en una interminable plantilla de falsos curanderos de almas humanas,  que pretenden ser los sacerdotes modernos de la ciencia. Estos demagogos de la mente, con su visión parcial, pues solo ven el lado natural, como tuertos, saben sacar partido de la ceguera total de la sociedad actual, como dice el refrán: “En el país de los ciegos el tuerto es el rey”, y cobran honorarios cada vez más altos, pero con nefastos resultados de curaciones.

                     6º) Por el gigantesco costo de las pensiones de los jubilados, que va a fondo perdido, sin suficiente contrapartida de ingresos, y se mantiene creciente constantemente, por sus actualizaciones anuales, acordes con el aumento de precios al consumo, porque cada día que pasa se suman muchos más a la lista de los improductivos, que además son cargas añadidas al presupuesto y porque cada vez tardan más en morirse, pues son fieles y sustanciosos clientes del  aparato farmacológico y clínico de las multinacionales médicas, que se encargan de pastorearles adecuadamente para alargarles la vida, lo cual es realmente positivo, en el sentido humano, aunque no lo hagan por amor al hombre sino por el  lucrativo negocio que representa.

                      El número de jubilados aumenta alarmantemente y disminuyen los nacimientos de bebés mucho más rápidamente todavía,  haciendo que países enteros, del primer mundo, sean como gigantescas residencias de mayores, que viven, en su mayoría, solos, en sus pisos o mansiones, con el correspondiente gasto elevado que eso supone, además del encarecimiento de la vivienda, que producen por tanta ocupación individual, y la debilitación presente y futura del tejido laboral productivo. ¿Quién va a trabajar y cotizar para sostener este gigantesco  esqueleto de jubilados? No es de extrañar que salten las alarmas sociales cada poco, de los medios de comunicación y de los sindicatos, que denuncian el agotamiento de los recursos económicos, para seguir afrontando el pago de las pensiones.

                     Este iceberg macroeconómico, que emerge agitándose  día a día ¿Se intentará frenar con el aumento de la eutanasia? ¿Se buscará compensarlo con la clonación masiva de nuevos seres humanos? En cualquier caso, es una enorme grieta más, que amenaza con ruina a la casa económica mundial.

                              7º) Por el aumento exagerado de los impuestos: Al encontrarse con incrementos de pagos sorpresa, no presupuestados,  llamados gastos extraordinarios o imprevistos, los gobiernos de los países recurren, en su falta de creatividad, por su torpe simplicidad, su exceso de auto  confianza  y su aburguesamiento, a la formula más fácil: Aumentar los impuestos.

                   Traspasan así los límites que permiten  mantener interesados a los inversores en  obtener, por asumir los riesgos de la aventura inversora y por los esfuerzos que conlleva la misma, los esperados beneficios, quitándoles todo atractivo y desmotivando al capital, que busca otras canalizaciones, o  simplemente que se paraliza, conformándose con cobrar intereses, aunque sean pequeños, seguros y sin esfuerzos,  y sabemos que si la sangre se para, viene la muerte, que si el agua se estanca se pudre.

                    Si el dinero deja de moverse, como ya pasa en Japón, y se inicia una desinversión, el resultado puede ser más grave que cualquier hipercrecimiento, aunque venga acompañado de inflación o endeudamiento, pues en este caso hay posibilidades de afrontarlo, por el aumento de riqueza que conlleva, mientras que en la paralización o estancamiento tenemos, con seguridad, electrocardiograma plano de muerte económica, aunque no sea súbita.

        

               8º) Por la escalada de violencia, generalizada e incontrolable, con el  aumento desproporcionado y continuo  de atracos, secuestros, venganzas, asesinatos por placer o como resultado de posesiones diabólicas, por ritos satánicos, cada vez más en moda, al estar las personas vacías, especialmente los jóvenes, y buscar toda clase de experiencias, en una sed de identidad cada vez más asfixiante, por el horno diabólico de este mundo, que sube su temperatura perversa sin parar.

Jeremías 51,46 Y no desmaye vuestro corazón, ni temáis a causa del rumor que se oirá por la tierra; en un año vendrá el rumor, y después en otro año rumor, y habrá violencia en la tierra, dominador contra dominador.

                     Como sucedía en el mundo antes del diluvio universal, está llena de violencia desenfrenada. Esta es una de las causas más graves de derramamiento de juicio de Dios sobre los hombres y, por esta causa, bien claramente profetizó Jesucristo que, en el tiempo final, el mundo estará como en los tiempos de Noé.

                        En la mayoría de sus manifestaciones la violencia viene cabalgada por la droga, que estructura mafias innumerables y ejércitos terroristas de una crueldad inhumana, que sobrepasa la imaginación de las más escalofriantes películas de terror.

                        A estos numerosísimos actos vandálicos, que proliferan como las ratas por todo el mundo, hemos de añadir la declaración de guerra del Islam radical, que se ha juramentado para  conseguir que todo el mundo sea musulmán en este siglo, por las buenas o por las malas,  utilizando toda clase de medios, legítimos o ilegítimos, eliminando, para lograrlo, sistemáticamente, a todo el que se oponga a su fanática conquista.

                  ¿Te imaginas que los suicidas-bomba comiencen a multiplicarse  en muchos otros países, además de inmolarse en Israel? Son más de mil millones los musulmanes del mundo, ¿Qué importa sacrificar unos cientos de miles de ellos, e incluso algunos millones, para tan glorioso fin?  Este es el pensamiento malévolo que crece en las mentes de los dominadores musulmanes del Islamismo de la Yihad que,  según el Corán, ha de declararse persistentemente y con la utilización de toda estratagema,  es decir, con carta blanca, que era la veda abierta a los conquistadores en sus guerras, para robar, violar, matar sin cuartel, extorsionar y practicar el arte maquiavélico de la mentira, provechosa para la fausta causa.

                    El encarecimiento del petróleo, como arma chantajeadora del Islam, levantará ampollas económicas difíciles de curar.

                    El terrorismo actual, que ya desborda toda expectativa de horror y crueldad, aún espantará mucho más al mundo, con golpes de bombas atómicas portátiles, armas biológicas de destrucción masiva, atentados a los sistemas informáticos, que producirán catástrofes aéreas, bancarias, de iluminación o abastecimientos, etc., en los que participarán, además de los musulmanes radicales, grupos de ecologistas fanáticos.

                 9º) Por la proliferación de guerras:  Con tantos conflictos amontonados, que se producen como una oleada de incendios simultáneos, dejando impotentes a todos los cuerpos de bomberos, que no saben  por dónde empezar a apagar los fuegos, y me refiero a las fuerzas de la ONU, de la OTAN  del Pacto de Varsovia, etc... Se cumple el refrán de que: “A río revuelto ganancia de pescadores”. En este caso será más bien ganancia de cazadores, que empiezan sus guerras lucrativas oportunistas,  sabiendo que las fuerzas multinacionales están muy ocupadas, con el conflicto de Oriente Medio,  el de la India con Pakistán, el de  España con Marruecos, y otros que ya están latentes, a punto de reventar, como horrendos granos de pus.

           

             No olvidemos que la madre de todas las guerras, como Sadam Huseim llamó a la guerra del golfo, va a estrenar su segunda parte, con el ataque, ya más que decidido y diseñado, de Estados Unidos a Irak, que no podrá ser tan quirúrgicamente preciso como el primero y puede hacer saltar chispas de guerras colaterales, como si de una traca de feria se tratara.

                    Así, en medio de este caos, China se zampa de un zarpazo a Taiwan, Corea del Norte desahoga su rencor fraticida sobre Corea del Sur, Rusia se lanza a recuperar su imperio perdido y en Sudamérica se enzarzan en reivindicaciones viejas y en conflictos fronterizos, que ocultan intereses expansionistas y de conquista de minas de oro, de petróleo o de cualquier otro producto codiciado, como pasa entre Perú y Ecuador.

Mateo 24,7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.

 

                Como todas estas confrontaciones no se arreglan por la fuerza, y a los que tragan se les indigesta el bocado, se alargan y complican, y cada contendiente va añadiendo ayuda de sus aliados respectivos, generalizándose los enfrentamientos, hasta convertirse en la temida tercera guerra mundial, que parirá a la última bestia, al anticristo, que se  alzará como pacificador terrenal, aunque con falsa paz.

                     Si las causas anteriores destruyen riqueza y acarrean miseria, el crac económico que producen las guerras es incuantificable, sobre todo en nuestro tiempo, con los armamentos existentes, que son capaces de aniquilar toda la tierra y hacer temblar la galaxia en la que se encuentra, por lo que los jinetes del hambre, de la peste y de la muerte, le siguen de inmediato, dejando tras de sí total desolación.

                   10º) Por la ira santa de Dios, que será   la causa principal del crac económico mundial, manifestada  al dejar sueltas a las fieras diabólicas, que son los renombrados jinetes apocalípticos implacables devastadores de todo lo que encuentran a su paso. Estos infernales ejércitos cabalgan por todo el mundo, para  destruir las torres de Babel, los imperios orgullosos, avaros e injustos, levantados por  hombres pervertidos, que dan la espalda a Dios,  engañados por Satanás, en la mentira más vieja de la historia, la del huerto del Edén, de creerse como Dios, de pensar que pueden edificar, por sí mismos y para sí mismos, un mundo perfecto, con su superciencia, su superconocimiento, su supereconomía de prosperidad y de placer, su supercontrol informático y policial, su superpotencia armamentística y su super-religión cóctel, unificada, que satisface a todos.

Daniel 11,36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.

 

                     ¡Qué ingenuo e iluso sigue siendo el alter ego, en su necio orgullo, en su pervertido corazón, y cómo es engañado fácilmente por Satanás, para ser arrastrado al abismo del fracaso temporal, en este mundo, y al eterno después! ¡Cómo ciega la soberbia!

 Isaías 9,18-20 dice: Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados como remolinos de humo. Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.  Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su brazo.

 

                     Muchas voces, de falsos profetas y de ministros acomodadores de las almas, se multiplican por todo el mundo, anunciando paz y prosperidad, sólo bendiciones, éxito arrollador, con megatemplos lujosos y superministerios radiofónicos y televisivos, emulando, y sobrepasando, las grandezas  y glorias salomónicas. Codo a codo con esta ampulosidad, hay multitud de personas en peligro de morir de hambre, como en Guatemala, y de hecho algunos mueren allí diariamente por esta causa, donde  están avanzando en la construcción de un gigantesco templo, que además lleva el nombre de mega, cuyo aparcamiento ha costado ya más de dos millones de dólares y, en el mismo país,  otros ministerios, en esa pugna de ver quién construye el mayor mausoleo religioso, se han dispuesto a levantar sus moles babilónicas, cuando el Señor nos ha comisionado a edificar su iglesia, que son edificios  humanos, transformados por Cristo  a su imagen, como templos vivos del Espíritu santo.

                  Estos mensajeros aduladores son los mercaderes modernos de las cosas sagradas, discípulos directos de Balaam y semejantes a los profetas de Baal, que arrastran a multitudes tras de ellos, porque acarician sus corazones concupiscentes en lugar de circuncidarlos, dejándoles complacidos en sus pasiones carnales, aliviándoles, con anestesias de doctrinas adulteradas, de cualquier síntoma de dolor de arrepentimiento. Son ciegos, aunque algunos hayan tenido luz en sus ojos, en otro tiempo, pero les cegó la soberbia  y el amor al dinero, con lo que contristaron al Espíritu Santo, que los entregó a inmundicia y oscuridad, entenebreciendo sus mentes, que guían a enormes rebaños de ciegos, hacia el hoyo donde mora Satanás.

Joel, 3, 13   Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos

 

                  Pronto veremos cómo el Espíritu Santo manifiesta su juicio sobre ellos y terminarán, si no se arrepienten sinceramente, como acabaron los 450 falsos profetas de Baal, degollados. Ya Jesucristo está usando el látigo, para echar fuera a los cambistas y comerciantes, que han transformado las casas de Dios en cuevas de ladrones.

 Isaias 24,1-6 dice: He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá así como al pueblo, también al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, a su ama; como al que compra, al que vende; como al que presta, al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.

Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres

                      En el crac de 1929 miles de bancos cerraron, con quiebras irrecuperables, decenas de miles de empresas desaparecieron para siempre, dejando colas innumerables de parados, que buscaban un plato de sopa al día, de las manos del Ejército de Salvación o de otras instituciones caritativas, y los suicidios eran las noticias más frecuentes.

                     De 1971 a 1973 la crisis del dólar llegó a ser tan grave que los bancos europeos cerraron sus ventanillas, a los cambios de la divisa americana.

                     En nuestros días redoblan las campanas a duelo por la economía, con la caída frecuente de algún gigante  empresarial, americano sobre todo, por la bolsa, que da tumbos y se levanta solo para satisfacer a rapaces y poderosos especuladores, que retiran una y otra vez  sus perversos beneficios, dando falsas alegrías, como una reina moribunda, que parece que mejora de su enfermedad, para  tener una recaída más grave después, anunciando más estertores de  su cercano óbito, hasta que dé un canto final, como el del cisne, que produzca una fiebre festiva a los inversores, haciéndoles depositar redobladas  confianzas en ella, para caer desplomada después, causando el mayor caos económico de la Historia.

Ezequiel 5,11 y 12 dice: Por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia. Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.

                  Sí, preparémonos sabiamente, guiados por el Señor Jesucristo, porque ya asoma, con cabeza famélica, la primera de las siete vacas flacas, que van a devorar toda grosura de las gordas existentes, durante el periodo de siete años que antecede  al tiempo del fin, que ya está próximo a cumplirse.

 Sofonías 1, 14-18: Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.

Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.

                    Hay muchos periodos de hambre y escasez en la historia de la Humanidad, que han durado precisamente siete años, para anunciar una y otra vez, de forma profética, lo que sucede cuando las generaciones se apartan del Creador y buscan campar a sus anchas, dejando sueltas a sus depravadas concupiscencias, hasta que, como toda palabra profética, después de diferentes cumplimientos, casi  siempre ascendentes en su rigor, tiene su última y más terrible materialización, como si fuera la escalada de una cadena de montañas que empezara en el Everest, simbolizado por el desastre del diluvio universal, para ir decreciendo hasta llegar a una colina y de nuevo ascender sobre otras, cada vez más altas, hasta encontrarse de nuevo con el Everest, que simbolizará el diluvio de fuego sobre toda la tierra, con las copas de la ira de Dios.

Salmo 107, 33-34 El convierte los ríos en desierto,

Y los manantiales de las aguas en sequedales;

                La tierra fructífera en estéril,

Por la maldad de los que la habitan.

 

                         Todo esto se cumple en siete mil años, los siete días de Dios, de la creación,  para establecer, al final de la última cumbre de tragedia, el shabat milenial, la restauración de la creación de Dios a su paz, alegría y amor, sabiduría y justicia, a sus orígenes, a su Señor.

                    David había pecado de soberbia al censar el pueblo, para regocijarse de la grandeza de su número y  fuerza, y Dios le envió al profeta Gad para decirle:

2ª Sam. 24,13: Vino, pues, Gad a David, y se lo hizo saber, y le dijo: ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿o que huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿o que tres días haya peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado.

 

                       Entendemos, pues, que la aparición de las fatídicas vacas flacas del hambre es una consecuencia   del orgullo humano, de tal forma que el monte de desastre a escalar será tan alto como la dimensión de este pecado capital, padre de todos los demás. Tenemos pruebas, más que suficientes, para  demostrar que el hombre de hoy ha tocado techo en su altivez, intelectual, económica, política y religiosa, especialmente el americano y el europeo, haciéndose acreedor al más alto de todos los picos que están levantados en el mundo, como desafiando a Dios, correspondiéndole,  por tanto, la manifestación de su más terrible  juicio.

                       Muchas veces me acuerdo del monte Urgul, orgullo, que es uno de los que custodian, como un gigante euskaldun, la hermosa playa de la Concha en San Sebastián, dejando clara constancia del trágico conflicto vasco, de su imparable terrorismo, que acabará estallando, y muy pronto, en una  masacre civil y económica, porque no se humillan ante Dios y se mantienen con su cuello de acero erguido, y curiosamente han sido siempre los promotores  del duro metal, en España y fuera de ella, aferrándose a una hombría de carne y sangre, de fuerza humana ancestral, de una rebelión que cualquier antropólogo espiritual catalogaría de indígena, claramente dirigida por atavismos demoníacos, que provienen de las cavernas de los montes de Euskadi. 

                     Son muchas las cualidades que se pueden apreciar  en los vascos, pero también se puede afirmar que sus corazones están llenos del vino del orgullo, que trae la más trágica disolución.

2ª Reyes 8,1: Habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo él había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde puedas; porque Jehová ha llamado el hambre, la cual vendrá sobre la tierra por siete años.

 

              No pretendo presentarme como un Elias, pero tengo en mi ser la convicción de fe de decirle a la mujer de Cristo, a la iglesia, que se levante  y vaya con toda su casa, todos sus hijos, todos sus hermanos, a vivir donde pueda, al desierto, aparte del mundo y de las grandes urbes, sin dejar de evangelizar, todavía, pero formando pueblos unidos, porque Dios ha llamado el hambre y ésta vendrá por siete años.

Hechos 11,28: Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio.

               En medio de todas estas calamidades, el pueblo fiel de Dios es guardado, protegido, alimentado y guiado por el Ángel de Jehová, como Israel en el desierto durante cuarenta años, abriéndonos las doce puertas de la ciudad celestial, la Jerusalén de oro, las doce perlas, que nos dejan entrar a participar de la provisión de todo lo que le pertenece a Dios, porque desea compartirlo con sus hijos, ya en nuestra dimensión temporal actual y, especialmente, en los tiempos de angustia, como oportuno socorro, dándonos para ello doce llaves de oro, en la revelación de su Palabra, que nos las abrirán de par en par, para que podamos vivir, pase lo que pase, diciendo siempre: Jesucristo es mi pastor y nada me falta.

Mateo 16,19: Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

La primera llave que nos abre los almacenes de oro del Altísimo, tanto material como espiritual, es: DEJARNOS APARTAR PARA  ÉL

(Fin del Capítulo)

 Conclusión y Aplicación

 

                       En nuestros ministerios, de Remar y de Cuerpo de Cristo, hemos puesto en práctica, desde el principio, este llamamiento del Señor a servirle con todo el corazón, con todos los medios, a tiempo completo, conforme a su desafío:

Juan 6,27: Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

                  Así, hemos experimentado un respaldo de Dios sobrenatural, de tales dimensiones que  sobrepasa todas nuestras expectativas, en todos los aspectos: económicos, espirituales, sociales y políticos; haciendo que, en tan sólo 20 años, se haya extendido el ministerio a 52 países, con más de mil hogares comunitarios, en los que compartimos todo más de 20.000 personas, además de los cientos de congregaciones, a las que  acuden muchos miles de creyentes, que no viven en comunidad pero van recibiendo un evangelio radical, que les invita constantemente a servir a Dios y al prójimo.

               En tan poco tiempo hemos podido establecer, en forma gratuita,  colegios para más de  2.000 niños, en diferentes países; comedores para más de 6.000 niños y más de 2.000 presos, que literalmente se morían en las cárceles por falta de alimento. Diferentes clínicas y consultorios médicos gratuitos se están abriendo en nuestro trabajo, por el mundo.

                 Todo esto, a través de la instalación de una red  de más de mil empresas cristianas, de todo tipo: Imprentas, carpinterías de madera y metálicas, talleres de reparación de automóviles, de chapa y pintura,  de lavado y engrase, agencias de viajes, inmobiliaria, agencia de seguros, transportes nacionales e internacionales,  agricultura y ganadería,  fábrica de quesos, fábrica de detergentes, tiendas de muebles, de ropas, de alimentos, constructoras y hasta emisoras de radio y canales locales de televisión en España, etc...; todas ellas dedicadas  al 100% para la extensión del reino de Dios, lo que permite que se inaugure, como mínimo,  un proyecto nuevo cada día, en alguna parte del mundo, con la consiguiente asombrosa extensión.

Para más información sobre esta labor humanitaria y solidaria te invito a consultar nuestra web http://www.remar.org

 


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Miguel Díez: "El inminente crack económico mundial"  en Contribuciones a la Economía, julio 2005. Texto completo en http://www.eumed.net/ce/